Frank Cuesta cambia la jungla por Zarza la Mayor

A los ocho años Daniel Iglesias tuvo su primera tortuga. «Los animales forman parte de mi vida desde pequeño». Así de vocacional es el trabajo del único criador de estos reptiles en Extremadura (núcleo zoológico y número de criador). Ahora se encarga de cuidar y mimar a casi un centenar de tortugas (14 especies diferentes). Posee unas amplias instalaciones en Zarza la Mayor por las que pueden bañarse y andar a sus anchas. Viven como reyes. Y nadie mejor que él para defender esta labor. «Todavía tenemos la idea de que un criadero es un lugar donde se tiene a los animales en una jaula y en realidad lo que hacemos es mantener especies que en la naturaleza no pueden existir ya que su hábitat está siendo destruido por el hombre», explica Iglesias con una gran sonrisa.

Quizás si pudiéramos entender lo que dicen las tortugas de Daniel, las escucharíamos debatir sobre la visita sorpresa que les dio ayer Frank Cuesta, conocido también como Frank de la Jungla (popular presentador de televisión y amante de los animales). Estuvo conociendo de primera mano el criadero y grabando contenido para su nuevo programa de Youtube, Carretera salvaje. Le acompañó Cristina Seguí (escritora). Trabajan juntos en esta llamativa aventura audiovisual. Además disfrutaron de la gastronomía zarceña. A cada paso, un saludo. Decenas de personas posaron con él, en los bares, en los puestos del mercado...

Iglesias se instaló hace cinco años en el pueblo de sus padres y abuelos. Decidió dejar Barcelona porque buscaba salir de la ciudad, alejarse de la contaminación e intentar mitigar el estrés de las aglomeraciones. Este experto en tortugas, conocido por todo el mundo como Danny de TortugasBcn/Extrem, asegura que para trabajar con los animales exóticos es clave la vocación y la formación. «Tienen muchos problemas derivados simplemente, por ejemplo, de una mala alimentación. Así, la formación es indispensable para conocer las necesidades de los reptiles y el aprendizaje debe ser continuo. Me encantaría que se pusiera en marcha algún programa para sensibilizar a la juventud sobre la importancia de la conservación de las especies en sus hábitats y vieran con detalle las instalaciones».

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