Las fuentes de Cáceres analizadas por legionela dan negativo

Las fuentes de Cáceres que fueron analizadas a raíz del brote de legionela que se declaró en agosto dan negativo en la presencia de la bacteria. Esta fue una de las medidas que llevó a cabo el ayuntamiento de Cáceres para acotar la búsqueda del foco que contabiliza once casos, el último confirmado este martes, y un fallecido. 

De esta forma, semanas después de que se encargaran los análisis, fue el propio alcalde Rafael Mateos el encargado de confirmar que el medio centenar de fuentes públicas, entre ellas las ornamentales que según los expertos tienen más posibilidades de ser caldo de cultivo para la legionelosis, no arrojaban resultado positivo. El regidor realizó estas declaraciones a preguntas de los medios a la salida de una rueda de prensa que concedió por otro asunto. 

Estos resultados permiten delimitar las pesquisas para determinar cuál es el origen del brote de este año, que contrasta con el del pasado año en el que los pacientes aunque comparten rango de edad entre los 50 y 90 años, no tienen nada que ver entre sí, ya que son residentes de barriadas diferentes. En el caso del brote del pasado año, coincidían en que eran pacientes del centro de salud San Jorge y se vinculó a las fuentes de El Rodeo. De hecho, el géiser del lago del parque acumulaba tanta legionela que dificultó conocer la variante. Estas fuentes que dieron positivo el pasado año tampoco pueden ser el origen debido a que se sometieron a un tratamiento de hiperclorado. 

Sí permanecen hasta la fecha precintadas las ocho fuentes públicas que dieron positivo en Mejostilla, Vistahermosa, Los Fratres y Montesol. Estas se sometieron a un proceso de limpieza y una vez que se han desinfectado, han vuelto a someterse a un segundo análisis. Seguirán clausuradas hasta que se conozcan los resultados que llegan en quince días y sean negativos. 

En esa línea, Mateos precisó que el ayuntamiento cacereño trabaja de forma coordinada con la Junta de Extremadura para atajar el brote que sigue registrando contagios en las últimas horas. «Habrá que seguir trabajando para ver por qué se siguen produciendo casos positivos, que si bien son aislados y que son pocos, pero siempre que haya un caso nos debemos mantener en guardia», puso de manifiesto. 

El Servicio Extremeño de Salud se encarga de realizar un estudio epidemiológico para detectar el foco, y precisamente, este miércoles también se pronunció sobre el asunto la consejera de Salud y Servicios Sociales, Sara García. La consejera se expresó en idénticos términos y anotó que los técnicos trabajan desde que se inició el brote para hallar el origen aunque sí incidió en que la investigación podría concluir sin resultado. En declaraciones a los medios, incidió en que la búsqueda es «muy complicada» y puso de manifiesto que en «casos anteriores no se ha llegado a localizar el foco».

El brote de este verano es el segundo que registra la ciudad de forma consecutiva. El de 2022 se saldó con 20 contagios y cinco fallecidos. El actual contabiliza una muerte, un hombre de 85 años. Cierto es que la pasada semana falleció otro hombre de 90 años que se encontraba ingresado tras dar positivo en legionela pero las autoridades sanitarias concretaron que murió por otras causas. Por este motivo, no se contabiliza en las cifras de muertes. 

A día de hoy, continúan ingresadas tres personas, dos en el hospital San Pedro de Alcántara y una en el hospital privado Parque San Francisco. Todas ellas mantienen una evolución favorable aunque una se encuentra en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El último ingreso se produjo hace tan solo unas horas. Es una mujer de 77 años que se encuentra en planta. Ya han recibido el alta otros seis pacientes de 55, 65, 71, 74, 76 y 85 años. 

Los primeros casos positivos se registraron el 29 de agosto. El alcalde transmitió un mensaje de tranquilidad sobre los contagios la misma jornada en la que se produjo la primera muerte. El Defensor del paciente ha pedido a la fiscalía que investigue el brote.

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