el reto de la ciudad para el 2031

La capitalidad ya es el eje de toda la agenda municipal de Cáceres

Los concejales la incluirán en todas las reuniones que tengan con la Diputación, la Junta y colectivos

La exalcaldesa Carmen Heras habla de lo que supuso el 2016: «No me pesa. Fue un camino interesante»

Primera asamblea de la capitalidad celebrada en Cáceres en el año 2003, con Carmen Heras y el exalcalde José María Saponi.

Primera asamblea de la capitalidad celebrada en Cáceres en el año 2003, con Carmen Heras y el exalcalde José María Saponi. / EL PERIÓDICO

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

El tiempo corre y ya no hay marcha atrás. El Ministerio de Cultura abrirá en 2025 la convocatoria destinada a seleccionar la ciudad española que ostentará el título de Capital Europea de la Cultura en el año 2031. De modo que apenas le quedan a Cáceres 24 meses para preparar la candidatura. El ayuntamiento ya trabaja en ello. El primer paso que ha dado el consistorio que preside Rafa Mateos es que los concejales incluyan el asunto de la capitalidad en todas las reuniones que tengan a partir de ahora, tanto con la diputación, como con la Junta y con colectivos de la capital.

No hay tiempo que perder porque a más tardar en 2026 habrá una preselección con los primeros descartes. Y en 2027, como máximo, tal como ha venido informando este periódico, la elegida tendrá que notificarse al Parlamento Europeo. 

Y la batalla no será fácil. Como contrincantes, de momento y si no aparece alguna más, otras seis candidatas: Toledo, Granada, Burgos, Las Palmas, Jerez y Gijón.

Cáceres ya intentó el reto para el 2016 y desafortunadamente no lo consiguió. Quién mejor que la alcaldesa que en aquel momento lideró la iniciativa para ofrecer su punto de vista. Carmen Heras Pablo, zamorana, que dirigió los designios de la ciudad entre 2007 y 2011 habla para este periódico. «Hicimos un proyecto muy sólido con dos patas, la urbanística, que era el continente, y la cultural, que era el contenido», explica la exdirigente municipal.

Involucrar a la ciudadanía

Ese proyecto tenía que estar conformado por «buenas cabezas y, además, involucrar a la ciudadanía, para que la capitalidad fuera tarea de todos». Luego llegó la hora de estar delante de un jurado. Hablaron los políticos, dieron sus enfoques, pero también, entre otros, la galerista alemana Helga de Alvear, que ya era un referente cultural de primer orden en Cáceres.

A juicio de Heras, nuestra ciudad disponía de unas fortalezas, las mismas que ahora concita, como son la historia y el patrimonio. Si es verdad que en aquel momento el leit motiv de la candidatura tendría difícil aplicación ahora: Extremadura como puente entre Europa y América, con ciudades como Guadalupe y Trujillo, y personajes decisivos desde el punto de vista histórico como Hernán Cortés, Francisco Pizarro o Inés Suárez.

La trastienda

Luego está la trastienda. «Se movieron mucho los lobbys», remata Carmen Heras, consciente de que los intereses en la elección de la candidatura, a veces desde un punto de vista político, fueron clave para que San Sebastián se alzara con el galardón, sin merecer ni mucho menos sus valores.

¿Qué debilidades tiene Cáceres? «No me atrevo a hablar de las debilidades», remarca Heras, que prefiere quedarse con todo lo aprendido: «Se hicieron obras en Cáceres, el intento fue beneficioso para la ciudad, y no me pesa haber apostado por ello. Evidentemente, me hubiera gustado que nos concedieran el título, pero el camino fue muy interesante», concluye la que fue alcaldesa de Cáceres durante ese tiempo fundamental para la historia de la ciudad.

Efectivamente, las debilidades son consabidas: comunicaciones deficientes, falta aún mucho conocimiento exterior de Cáceres, aunque a juicio del alcalde, como ya recogió este diario, «tenemos la certeza de que Cáceres ha sumado numerosos atractivos que pueden hacernos valederos del título».

A España le corresponde volver a ostentar la capitalidad europea de la cultura en 2031. El proceso de selección se inicia con seis años de antelación, con lo que hasta 2025 no se pueden presentar de manera oficial y formal las candidaturas. Ese honor también lo tendrá ese año Malta, que igualmente presenta sus candidatas.

Desde la instauración del proyecto Capital Cultural Europea, cuatro ciudades españolas han obtenido esta distinción: Madrid, Santiago de Compostela, Salamanca y San Sebastián.

Ser Capital Cultural Europea no es solo un escaparate cultural a Europa, sirve también a las ciudades como catalizador de una transformación cultural que puede cambiar su percepción a nivel interno y su proyección internacional. 

Suscríbete para seguir leyendo