Extremúsika coincidirá con la 'feria chica' de Cáceres

El Extremúsika volverá a celebrarse en el recinto hípico de Cáceres en 2024, pero cambia sus fechas de nuevo. En esta ocasión se adelanta al mes de septiembre; en concreto, del 26 al 28 de septiembre, aprovechando la meteorología más benigna del popular ‘veranillo’ y coincidiendo en el tiempo con festivales como el jazz o el Irish Fleadh, así como la Feria ‘chica’ de San Miguel. Por lo que el mes de septiembre de 2024 estará cuajado de eventos en Cáceres, con el consiguiente refuerzo de personal de servicios públicos que eso implica.

Baile de fechas

Extremúsika regresó a Cáceres en 2018 y se celebró en abril; en 2019 movió sus fechas a mayo y en 2020 lo hizo a octubre, coincidiendo con el puente de la Hispanidad (aunque aquella edición tuvo que cancelarse hasta en dos ocasiones por la pandemia de la covid, pero se mantuvieron fechas, y con la edición de este 2023 han sido dos las celebradas en octubre). El objetivo es asegurarse una climatología benigna; algo crucial para un festival que ha tenido que capear grandes nubarrones a lo largo de su historia. En el recuerdo queda el Extremúsika de 2008 cuando, literalmente, la lluvia ahogó la edición de aquel año (cuando se celebraba en abril). El macrofestival rockero tuvo que ser suspendido por motivos de seguridad, dejando a más de 20.000 espectadores sin conciertos.

Los vigilantes de seguridad de Extremúsika suman nuevas denuncias

Denuncias

Pero no solo el mal tiempo ha tenido que capear la organización (este año también llovió ligeramente, aunque se libró de las borrascas sucesivas que llegaron después, Babet y Aline), porque el festival anunció fechas en mitad de la polémica generada por la actuación de la seguridad privada.

La Asociación Bellota Rock, encargada de organizar eventos y festivales, ha mostrado su «solidaridad» con los afectados por el altercado que se produjo en la jornada del sábado en el Extremúsika, que originó que varios asistentes interpusieran denuncias contra la seguridad privada del festival, «y nuestra repulsa hacia la brutalidad y violencia de estos hechos».

Las denuncias interpuestas (al menos, ocho) recogen un parte de lesiones supuestamente infringidas por los vigilantes privados, durante el altercado que se saldó con, al menos, 15 heridos y varios expulsados de este evento que congregó a más de 80.000 personas durante sus tres jornadas. El incidente se produjo en la madrugada del sábado al domingo, dentro del recinto perimetrado del festival.

Esas denuncias contra la seguridad privada del festival Extremúsika se han ido sucediendo tras el altercado registrado en la jornada más multitudinaria y en la que actuó el cabeza de cartel, Quevedo, en el que tuvieron que intervenir antidisturbios de la Policía Nacional y agentes municipales para informar a las personas heridas sobre su derecho a interponer esas denuncias.

El colectivo Bellota Rock ha lanzado un comunicado donde muestra su «solidaridad por los agredidos por la seguridad privada y por los miembros de la policía durante el concierto Talco». Y añaden que «son muchas las personas que nos están pidiendo colaboración para recabar vídeos de dichas agresiones que apoyen las denuncias tramitadas». Y han pedido, a través de sus redes sociales, «a todos nuestros seguidores que nos manden todo tipo de material audiovisual que pueda servir para ayudar a estas personas procedentes de distintos puntos del país, que resultaron heridas a causa de las actitudes de los vigilantes y la intervención desproporcionada».

El propio Ayuntamiento de Cáceres se ha hecho eco de esas denuncias y desde el Gobierno local ha asegurado que «se hizo un acompañamiento policial a esas personas que han presentado denuncia por vía administrativa», en palabras del edil de Seguridad, Pedro Muriel, quien ha pedido «no emborronar un festival, del que hacemos una valoración muy positiva, por un hecho aislado». 

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