Entrevista | LUIS FERNANDO GARCÍA NICOLÁS Vicepresidente Tercero de la Diputación de Cáceres

«Cáceres contará con más de 50 piscinas naturales autorizadas»

«Llevamos ya casi dos años de arduo trabajo para intentar legalizar decenas de zonas de baño» 

«Hablamos de una experiencia única en el país, a 10 años vista y con hasta 70 millones de euros de inversión»

«En Gata-Hurdes hemos hecho obras de emergencia por medio millón de € tras el incendio»

Vídeo | Entrevista a Luis Fernando García Nicolás

Jorge Valiente

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Es Vicepresidente Tercero de la Diputación de Cáceres, diputado del Área de Infraestructuras, Movilidad y Agenda Provincial y actual alcalde de Ahigal. Además, Luis Fernando García Nicolás (Plasencia, 1977) es presidente de la Mancomunidad de municipios Trasierra-Tierras de Granadilla y miembro de la comisión ejecutiva del PSOE Provincial de Cáceres. Recientemente, ha sido nombrado nuevo presidente de la Federación de Municipios con Centrales Hidroeléctricas y Embalses (Femembalses) en la X Asamblea de Femembalses que se celebró el pasado mes de enero.

«Hay que pelear el canon energético; estamos infra financiados, pese a ser generadores»

García Nicolás, durante la entrevista, en su despacho de Julián Murillo.

García Nicolás, durante la entrevista, en su despacho de Julián Murillo. / Jorge Valiente

¿Cómo ha arrancado su presidencia en Femembalses? 

Hemos tenido la primera reunión con la dirección del Catastro en Madrid para una revisión de expedientes complicados de valoración catastral, para devolver dinero a varios ayuntamientos por edificios por los que ya habían cobrado en ejercicios anteriores. Vamos a avanzar en mejorar la comunicación para que esto no pase. Ya que incide negativamente en los recursos que tienen los ayuntamientos; además nos vemos justo, porque no pueden ser que se tramiten los expedientes de esa manera. Y queremos sentar las bases para que no vuelva a ocurrir.

¿Ve viable la recuperación del canon energético como propone el presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel Morales?

Hay que pelearlo. Técnicamente hay que ver la viabilidad, pero esto no puede ir en detrimento de la financiación que ahora tienen los ayuntamientos. Es decir, que esos ayuntamientos que tienen presas y centrales de eléctricas, los fondos que vienen de la operación de esas centrales no los pierdan. Y luego, si podemos conseguir financiación para las diputaciones y los ayuntamientos que ahora no tienen, pues sería lo justo. Porque mucha de la electricidad que se produce para el país se genera en territorios como el nuestro, que están infra financiado. Si queremos mantener este territorio tal y como lo conocemos, necesitamos fortalecer la administración local. Al final, es la que soporta la mayor parte de los servicios de los ciudadanos, que viven en una zona mayormente rural como la nuestra. 

En materia de infraestructuras, uno de los problemas más acuciantes para algunos pueblos del norte es la falta de balsas y depósitos de agua en verano...

Es cierto que tenemos muchos problemas con el abastecimiento de agua últimamente en varios pueblos. Este año esperamos que con todo lo que ha llovido no haya restricciones en esos municipios afectados. Lo que pasa es que en los pueblos que son de sierra es donde, precisamente, no tenemos almacenamiento de agua. Y, al final, si no nieva, los pueblos de Sierra de Gata, de La Vera o del Jerte se vuelven a ver afectados. 

¿Por qué no se han construido esos almacenamientos? ¿De qué administración depende contar con esas infraestructuras?

Porque hasta ahora nunca había hecho falta en realidad. Si hay nieve, el deshielo es lo que mantiene ese agua. Ya la Junta de Extremadura lleva varios años pendientes de hacer charcas y depósitos importantes en estos municipios para que puedan mantener el agua de consumo en verano.

Sin embargo, este asunto es un tema recurrente ya desde hacia varios veranos en pueblos como Jerte...

Hay una planificación de obras ahí de varios años, pero son obras grandes que las lleva el Gobierno regional. La Diputación Provincial lo que hace aquí es obra pequeña de mantenimiento y conservación de depósitos; arreglos puntuales en tuberías que van del depósito al municipio. Son pequeñas inversiones, dentro del presupuesto que tenemos, para intentar mantener esos servicios. El agua potable es un servicio esencial para mantener vivas las zonas rurales.

Otro recurso importante para los pueblos son las zonas de baño. Aquí la Diputación de Cáceres ha reafirmado su compromiso con la regularización de estos espacios. ¿Cómo va ese proceso?

Estamos legalizando y adaptando todas esas zonas porque son un recurso turístico muy importante. Ahí se generan muchos recursos económicos en verano e impulsan las pernoctaciones. Y una parte importante pasa por cuidar esos recursos, que el uso de lo mismo se adecue a las condiciones medioambientales y que no sobrepasemos lo que es capaz de asumir cada zona de baño. Actualmente, se trabaja en casi una treintena de zonas de baño, para acotar el uso de todas las áreas, para preservarlas y, sobre todo, no sobre explotarlas. 

Es un proceso que ya han criticado varios colectivos medioambientales, que aseguran que estas zonas «incumplen numerosas normativas e incurren en prácticas perjudiciales para el entorno y la fauna»...

Llevamos ya casi dos años trabajando en eso, es un proceso muy complicado y arduo porque requiere gran cantidad de informes que se tienen que autorizar, para que el uso del agua sea el adecuado, no se desperdicie, no se provoque daños a terceros a través de inundaciones… Pero ahí, en efecto, lo más importante es el tema medioambiental, porque Medio Ambiente nos solicita un montón de informes con la particularidad de que, además, hay gran cantidad de colectivos del sector que muestran su temor a que se realicen estas zonas de baño en los ríos, porque son zonas creadas. 

Y cómo se conjuga ese artificio con una zona natural... 

Se trata de ordenar esas áreas y de utilizar infraestructuras de corte del agua, que se adapten a lo que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) pide; como compuertas de emergencia, compuertass que sean totalmente desmontables… Para que cuando se deje de utilizar el río, pasada la época estival, esa área quede naturalizada totalmente. Para que todo lo que conlleva el discurrir de un río, como la sedimentación, la generación de vegetación y el cuidado de todas las especies (aves, insectos, peces) vivan en su entorno naturalizado. Pero todos este proceso cuenta con la sensibilidad de la Diputación de Cáceres para llevarlo a buen término. Estamos muy contentos con el trabajo que hemos hecho, y yo creo que puede ser una experiencia única en el país, para que una provincia como la nuestra tenga autorizadas más de medio centenar de zonas de baño en un futuro. 

¿Hay alguna obra concretada?

En la provincia hay 80 zonas de baño naturales, pero solo hay una, la de Hoyos, que se está utilizando con todas las autorizaciones pertinentes. El resto de autorizaciones se conseguirán cuando hagamos las obras. Pero proyecto de obra viable a día de hoy sólo el de la zona de La Granja. Hay que ver cómo se hace el tema de la financiación, porque son inversiones muy costosas. Y aparte de eso tenemos otras cuatro zonas más que ya cuentan con las pertinentes autorizaciones de Medio Ambiente. Toda vez que la CHT dé luz verde, las tendremos autorizadas para 25 años. Con lo cual, los ayuntamientos competentes podrán cerrar las compuertas durante 25 años, para que su piscina natural se conforme durante el verano. Hay veces que estas actuaciones también lleva aparejado obras de demolición de lo existente, porque no se puede hacer en el río nada que no sea natural. Y lo que hagamos tiene que ser desmontable siempre. Es un proceso costoso, que nos va a llevar, por lo menos, una década completarlo.

Entonces hablamos de un proyecto a largo plazo y con una inversión elevada... 

Nosotros tenemos estipulado una inversión de 70 millones de euros, en todas las zonas de baño en diferentes anualidades. Obviamente, a través de la aportación de diferentes administraciones. Estamos en conversaciones con otras administraciones también puedan aportar inversión a este proyecto porque, además, las obras no sólo conllevan lo que sería el cierre, el acotamiento de la piscina natural en sí, sino que se ponen unos servicios mínimos, que incluyen las zonas de restauración, si las hubiera; el tema de aparcamientos también es muy importante, porque los usuarios tienen que acceder a estas zonas en coche.  

¿Se prevé un apartado digital en este proyecto? 

Sí. También se trabaja en la digitalización de esas piscinas naturales, para que al día de mañana existan aplicaciones donde el usuario pueda ver directamente qué aforo tienen las áreas de diferentes territorios, en base a la ocupación de los aparcamientos. Tener información en tiempo real del uso de esas zonas de baño. Y eso se está haciendo en colaboración con el área de Desarrollo y dentro de los Planes de Sostenibilidad Turística. 

¿Y cómo afectan desastres como los incendios o inundaciones a las infraestructuras de la Diputación?

Los incendios nos afectan sobre todo a las carreteras de la Diputación Provincial. En la zona de Gata-Hurdes [donde se produjo el incendio en mayo del año pasado] hemos tenido que hacer obras de emergencia por más de medio millón de euros; más toda la inversión que se hace en el mantenimiento de esas vías. Además, el perjuicio que causa ese tipo de desastres se extienden en el tiempo porque, por ejemplo, en Las Hurdes tenemos todavía problemas con el tema de las cenizas de arrastre. Y luego si determinadas áreas se declaran zona catastrófica, pues la Institución Provincial ayuda a los municipios afectados. Ahí solemos tirar de remanente cuando se aprueban esas partidas, que son muy importantes, para intentar hacer esas obras. 

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