Paula Josemaría y Ari Sánchez ganan el Roland Garros del pádel

En el centro de la Philippe Chatrier, donde Rafa Nadal, el más grande, ha levantado, y mordido, 14 Copas de los Mosqueteros (nadie tiene tantas), Paula Josemaría y Ariana Sánchez celebraban la victoria en el París Major Premier Padel 2023, el Roland Garros de este deporte que no para de ganar adeptos.

A la tercera se coronaron Josemaría y Sánchez en el Premier Padel, circuito de la Federación Internacional que cuenta con el importante respaldo de Nasser Al Khelaifi, presidente qatarí del París Saint-Germain. Cedieron en la final de Roma en el Foro Itálico y en la de Madrid en la Caja Mágica, pero no fallaron en la Philippe Chatrier, un templo del deporte donde la extremeña y la catalana se han coronado tras ganar a Gemma Triay y Marta Ortega, dos exnúmero uno que nada pudieron hacer para frenar a las que actualmente ocupan el lugar más alto del ranking mundial del pádel (6-2 y 6-4).

No fue fácil a pesar de que Josemaría y Sánchez desplegaron un juego atrevido, sin miedo, cargando de peso cada bola. A la hora de la verdad, el brazo se les encogió. El magnífico escenario imponía y la extremeña y la catalana necesitaron de hasta cinco bolas de partido para cerrar un campeonato impoluto. El esfuerzo valió la pena, los nervios también cuando, al fin, pudieron levantar los brazos en señal de victoria en un sitio donde antes lo hicieron infinidad de leyendas del tenis.

Al final, Paula Josemaría lloraba sentada sobre el césped artificial de la pista azul. Otra barrera superada. Otro logro conseguido. "Felicidad, piel de gallína", decía ella que sentía. Solo eso. Jugadora de tenis antes que de pádel, la moralejana se confesaba fan de Rafa Nadal a los micrófonos del Premier Padel. "Es muy especial haber jugar aquí. Llevo jugando al tenis desde que tenía 4 años y desde casa siempre veía el torneo, siempre soñé con ser algún día jugadora profesional y poder estar aquí. En tenis no lo pude cumplir, sí lo he podido hacer con el pádel y además hemos podido ganar en lo que es para mí histórico. Como jugadora de tenis y ahora de pádel estoy muy feliz", confesaba Paula Josemaría.

El primer set de la final en la Philippe Chatrier fue casi un paseo para Paula y Ari, que desesperaron a Gemma y Marta, incapaces de encontrar resquicios por los que hacerles daño. Con un juego pausado cuando tocaba y con puntos largos, la extremeña y la catalana empezaron muy pronto a decantar la balanza a su favor. En el tercer juego, primer break a favor (2-1) con Josemaría mostrando algunos golpes soberbios. Siempre sonrientes (se nota cuando las cosas salen bien), la moralejana y la reusense fueron poco a poco apuntando juegos a su casillero (3-1, 4-1, 5-1) hasta que sus rivales cortaron la sangría (5-2). Un espejismo, porque en el siguiente juego, con el servicio, se apuntaron la primera manga del partido. Eso sí, necesitaron tres bolas de set para conseguirlo, como adelantado lo que pasaría después.

Nervios finales

Mantener el nivel en el segundo set cuando se gana el primero con relativa comodidad nunca es fácil. Pero Paula y Ari lo consiguieron a pesar del claro paso al frente que dieron Gemma y Marta, sobre todo la primera, que empezó a mostrar ese juego que la ha llevado a ser una de las mejores jugadoras del mundo. En los cuatro primeros juegos cada dupla se apuntó su servicio pero, en el quinto, Josemaría y Sánchez, tirando de perseverancia y defensa, quebraron el de sus rivales (3-2), que respondieron con un rápido contrabreak (3-3). Pero extremeña y catalana ya habían encontrado la tecla con la que hacer daño. Volvieron a quebrar el saque de sus rivales en blanco (4-3) y se apuntaron el suyo de la misma forma (5-3).

Pero llevar el primer trofeo del Premier Padel a sus vitrinas no iba a ser tan fácil. Paula y Ari restaban para ganar el campeonato y parecía que lo lograrían rápido. Se pusieron 0-40 arriba. Tres bolas de partido para disfrutar y tres bolas de partido a la basura, porque Gemma y Marta no iban a regalar su derrota. Remontaron y pusieron el partido 5-4. Tocaba cerrar el torneo con el servicio de Paula Josemaría, que en ese aspecto estaba teniendo algunos problemas más que su compañera. Tuvieron una primera bola de partido que desaprovecharon, evitaron después el break de sus rivales y, a la quinta llegó la alegría, las lágrimas de una Paula Josemaría que se sentó sobre la pista, visiblemente emocionada. Era pura felicidad.

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