ALUMNO CON NECESIDADES ESPECIALES

En guardia a las puertas del cole

María Ángeles Delgado ha tenido que dejar su trabajo para estar pendiente de su hijo cada vez que falta la cuidadora. Ella y su marido piden una segunda persona

Delgado, a las puertas del centro donde estudia Mario, este martes.

Delgado, a las puertas del centro donde estudia Mario, este martes. / EL PERIÓDICO

Marian Rosado Gallardo

Marian Rosado Gallardo

De 9 a 12 de la mañana a las puertas del CEIP San Isidro, en Guadiana. Por cuarta vez en este curso. «¿Por qué está esta mujer aquí a las 9.30 de la mañana? Porque yo tengo un hijo con discapacidad, que tiene autismo y tiene sordera, con implantes cocleares. ¿Qué pasa? Que mi hijo es un gran dependiente, con grado 3 y necesita una cuidadora», narra María Ángeles Delgado, la madre de Mario. Ya en el pasado mes de abril esta familia denunció las carencias que sufría su hijo y otros alumnos del centro por carecer de un aula TEA. La situación, ocho meses después, no ha mejorado. «Estoy harto de mandar correos a todas partes. A la Junta, a Educación… Dicen que están pendientes pero no hacen nada», denuncia Fernando Rodríguez, el padre de Mario. En una conversación con este periódico describe cómo «cada vez que falta la cuidadora tenemos dos opciones: o Mario se queda en casa, porque la administración no dispone de los recursos necesarios, o si queremos que vaya al cole, mi mujer monta guardia tras la verja», lamenta. De hecho, ella ha tenido que dejar su trabajo como auxiliar de enfermería. «La familia somos cuidadores, somos chóferes, somos un ahorro para el Estado. Pero mi mujer ha tenido que dejar su trabajo para poder atender a Mario si le llaman del cole. Es un sueldo menos en casa», apunta.

«La Consejería de Educación siempre nos viene diciendo que se le dan los apoyos necesarios (…) Pero si sois conocedores de todo esto, ¿por qué después de cuatro veces ya no planteáis el cambio de ratio?», interpela por su parte Delgado. Se refiere a la orden de Educación que establece la presencia de una cuidadora para cada seis alumnos «pero da igual las características que tenga el niño: da igual que sea dependiente, que no sea dependiente, que tenga grandes necesidades de apoyo, y ahora mismo mi hijo tiene grandes necesidades de apoyo», dice. «Mi hijo se hace sus necesidades encima y se lleva la caca a la boca si no le limpian, con todo lo que conlleva tanto para su dignidad como en el tema de infecciones. Quizás no deberían guiarse tanto por los números sino por las necesidades de las personas», añade Rodríguez.

Mario, con sus padres en su casa.

Mario, con sus padres en su casa. / EL PERIÓDICO

Desde la Consejería de Educación, por su parte, afirman que «este centro cuenta con todos los recursos de atención a la diversidad necesarios, aprobados desde el pasado mes de mayo. Entre estos acuerdos, estaba la supervisión y el control de la asistencia del ATE-Cuidador que, en este curso escolar, está siendo ejemplar, como lo atestiguan tanto el centro educativo como la Inspección Educativa. Por lo que consideramos que esta trabajadora está cumpliendo conforme a lo que se establece en la ley y, por consiguiente, la atención que se está dando en el centro es notable».

Falta de recursos

Sin embargo, los padres de Mario remarcan que su denuncia no es contra la cuidadora por sus ausencias, ya que «tiene derecho como cualquier trabajador a ponerse mala», sino con la falta de recursos para que alguien la sustituya cuando esto sea necesario. «En Guadiana lo que hay es un aula TEA simulada. Este año sí han abierto una en Talavera, lo que pasa es que en los pueblos pequeños no quieren invertir en recursos. La solución no es estar pendientes de si viene la cuidadora o no, sino poner una más», subraya Rodríguez.

La pareja ha creado un grupo en Facebook, DEPERCONDIS, para denunciar la situación y servir de refugio para otras familias con problemas similares. «Es triste pero la política está por encima de la ley, la justicia está tristemente comprada y solo nos queda la unión», asegura Rodríguez. «Dicen que hay una gran atención a la diversidad pero es mentira. Hay una discriminación para las personas con discapacidad. Hay un derecho en la Constitución que es el derecho a tener una educación digna y yo soy la que se lo está dando a mi hijo porque la Administración no se lo da», sentencia Delgado.