El Rey Felipe VI destacó en la mañana del jueves durante su visita a Las Hurdes -la tercera de la monarquía en el último siglo- el gran potencial de la comarca cacereña. En un encuentro con alcaldes y empresarios en Pinofranqueado subrayó la alegría que para él y la Reina ha supuesto venir a esta tierra recordando esa histórica visita del rey Alfonso XIII cien años atrás. Al mismo tiempo, apoyó todos los esfuerzos «para atender las necesidades de la España rural, así como apreciar y conocer -dijo- sus tradiciones y valores que son parte importante de la vitalidad e identidad de nuestro país».
Los monarcas mostraron su gratitud por el cariño con el que el pueblo les recibió. Felipe VI remarcó el potencial económico y turístico de Las Hurdes y la Reina, que se interesó por el área educativa, confesó que «este ratito se queda corto». No en vano, el primer Borbón recorrió durante cuatro días la comarca, Don Juan Carlos y Doña Sofía estuvieron dos, y los Reyes se ciñeron a cuatro horas circunscritas solo a Pinofranqueado, la población de mayor número de habitantes de la zona, de modo que es normal que a Su Majestad se le pasara en un suspiro.
El viaje, desde el punto visto institucional, dio para otras reflexiones, como las del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que ensalzó que Las Hurdes hayan pasado del blanco y negro al color, y confió en una próxima visita con las infantas Leonor y Sofía.
Los alcaldes apuntaron el impulso económico, la existencia de cuatro farmacias en el conjunto del territorio y animaron a seguir trabajando para que los jóvenes no emigren, mejorando las comunicaciones y adoptando medidas que acaben, especialmente en los pueblos del norte, con la despoblación y la exclusión financiera.
La visita exprés de los monarcas comenzó en el ayuntamiento, donde estuvieron acompañados por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, y la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, entre otras autoridades. Los monarcas fueron aclamados y firmaron en el libro de honor. Fue allí donde mantuvieron una recepción privada con los padres de Jordi Oñoro Tomé, el legionario de 30 años, natural de Pinofranqueado y perteneciente al Grupo de Caballería Ligero Acorazado Reyes Católicos II de La Legión con base en Ronda, fallecido el pasado 26 de abril en un accidente con un vehículo militar en un campo de maniobras de la base Álvarez de Sotomayor de Viator (Almería). Los Reyes quisieron mostrarle sus condolencias y arropar a sus padres en los duros momentos que están atravesando.
La agenda siguió en el Centro de Documentación de Las Hurdes, donde los Reyes llegaron a pie tras recorrer la calle Obispo Jardín. Nuevamente fueron vitoreados, entre otros por el Grupo del Paleo, del colegio Los Ángeles de Caminomorisco.
Los chavales, guiados por su profesora de baile, Pepi Gómez, les había enseñado una danza pastoril que se había perdido: la misma que se bailó a Alfonso XIII y luego a Don Juan Carlos. Se realiza con palos de madroñera y es de gran belleza. Una de las niñas del grupo, Carmen, se dirigió a Sus Majestades y les dijo esto: «Señores, como soy la moza quinta también quiero saludarles. Vivan por siempre Las Hurdes, con sus montes y riscales, sus brezos y sus chagüarzos, sus bosques y sus jarales. Qué vivan los Reyes de España y ‘tos’ sus acompañantes».
Residencias
Ya a las puertas del centro estuvieron con los residentes de Mensajeros de la Paz y de la Casa de la Misericordia. En ese momento, la reina Letizia literalmente corrió hacia donde se encontraban los mayores, a los que saludó afectuosamente. Allí, Luis Azabal y Epifanio Sánchez (que conoció a Juan Carlos y Sofía en el viaje de 1998) les comentaron que en Las Hurdes tienen su casa. «Nos gusta mucho esta tierra», respondieron los Reyes. Don Felipe saludó igualmente a Evaristo Hermoso, quien sin separarse de su mascarilla exclamó: «Esto viene muy bien ‘pa’ Las Hurdes».
Entre el público no faltó el personal del centro de salud; también emocionados por el viaje. Ya en el interior del centro de documentación los monarcas visitaron la exposición dedicada al viaje de Alfonso XIII y al de don Juan Carlos, y se proyectó un vídeo. José Pedro Domínguez, director desde su creación de esta institución que conserva documentos y fotografías del entronque de la monarquía con Las Hurdes, consideró que esa leyenda negra ya no es una losa negativa sino una leyenda a todo color.
El recorrido concluyó en el paseo fluvial del río Los Ángeles, que simboliza el avance y la modernidad de este paraíso que se muestra al mundo como un lugar avanzado y de progreso donde es fácil ser feliz. Allí hay un camino al que los hurdanos llaman irónicamente la avenida de Cospedal en recuerdo al fatal momento en el que durante un mitin la exministra del PP dijo que estaba encantada con su visita a este pueblo de Andalucía.
Fue en ese río donde Alfonso XIII protagonizó junto al doctor Marañón una fotografía histórica con el rey desnudo y el médico en calzoncillos refrescándose dentro del agua tras el duro periplo por la que entonces era una de las zonas más deprimidas de España.
Ahora este lugar es un magnífico espacio en el que, por cierto, Laura Vázquez y Lara Martin, alumnas del instituto Gregorio Marañón, de Nuñomoral, no quisieron perderse ese mágico momento de poder compartir en Instagram que ellas también conocieron a Felipe y Letizia.
Justo a las dos de la tarde y tras posar a la orilla del Río, los Reyes han subido al Mercedes azul metalizado de la Casa Real rumbo a Madrid, no sin antes devolver el bastón de mando al alcalde de Pinofranqueado, José Luis Azabal, y de asegurar en un breve encuentro con la prensa que: "Las Hurdes es una tierra de futuro, una maravilla".
Entretanto, Pinofranqueado siguió la fiesta en las terrazas, donde un grupo de vecinos hicieron un 'chin chin' por Sus Majestades en espera de una nueva visita de unos Reyes que sirven de palanca de promoción para una tierra tan bella que parece estar tocada por los dioses.
"La mano ya no me la lavo", afirma Puri Vázquez, la sobrina del ahijado de Alfonso XIII vitorea a los reyes
A las puertas del Centro de Documentación de las Hurdes lleva horas esperando Puri Vázquez, sobrina del primer niño nacido por cesárea en 1925 en Pinofranqueado y que apadrinó Alfonso XIII. Puri no tiene sangre azul, pero sí sangre real porque se confiesa monárquica, tanto que a gritos llamó a los reyes, que se acercaron hasta la barrera de seguridad y la saludaron. "Que dio les dé mucha salud", les dijo la hurdana, quien tras protagonizar la anécdota confesó: "La mano ya no me la lavo" después de haber abrazado a los monarcas.
