La lluvia registrada la semana pasada comienza a aliviar la sequía sufrida en la región desde antes del verano. Aunque el agua recogida en estos días no soluciona la escasez, sí da un respiro, sobre todo, en las localidades donde más carestía se producía.

Así, a día 25 de octubre de 2022, el agua embalsada en Extremadura se eleva a 4.354 hectómetros cúbicos, lo que supone un 30,12% y una variación con respecto a la semana anterior del 110 hectómetros cúbicos.

Valdecañas gana agua por las lluvias de la semana pasada. EL PERIÓDICO

Sin embargo, esta cantidad no resulta suficiente ya que la capacidad de los pantanos extremeños se eleva a 14.456 hectómetros cúbicos.

En 2021, los embalses no se encontraban en mejor estado, puesto se registró 4.991 hectómetros cúbicos, un 34,53%, siendo la media de los últimos diez años 7.408 hectómetros cúbicos (el 51,25%).

Estado de algunos embalses

En cuanto a los pantanos, el de Alange cuenta con 140 hectómetros cúbicos y no ha sufrido ninguna variación respecto a la semana anterior. El de Alcántara tiene 23 hectómetros cúbicos más y almacena 1.373 hectómetros cúbicos. Otro de los embalses que ha incrementado su capacidad es del de Gabriel y Galán, que ha recibido 23 hectómetros cúbicos y almacena 126. Sin embargo, el Gargaligas ha perdido un hectómetro cúbico. También han bajado un hectómetro cúbico Villalba de los Barros y Zujar.

Valdecañas ya almacena 544 hectómetros cúbicos y ha ganado esta semana 25.

Las lluvias de la semana beneficiaron a los pantanos y al campo, pero también se destacaron por los destrozos causados en las ciudades. Caídas de árboles, calles, avenidas y garajes inundados mantuvieron en la tarde del sábado en alerta a los servicios de urgencias de Extremadura. En Cáceres, Alzapiernas y avenida de Alemania eran un río. En Badajoz, la bandera de España de Sinforiano Madroñero se ha venido abajo, y en Montijo el reloj de la iglesia de San Pedro se ha caído de la torre.