El futuro de la alta velocidad en Extremadura: Radiografía del comienzo

Cinco meses de tren rápido: averías, retrasos y cierta mejora

Desde el primer momento el servicio estuvo salpicado de demoras de una hora o más y de fallos técnicos; el arranque no fue el esperado. Si no hay incidencias, el ahorro en los tiempos de viaje de Badajoz a Madrid es evidente; pero los contratiempos no han desaparecido

Primera salida del Alvia de la estación de Cáceres.

Primera salida del Alvia de la estación de Cáceres. / SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Rocío Sánchez Rodríguez

Rocío Sánchez Rodríguez

Y, de nuevo, las palabras vergüenza y desvergüenza salieron a borbotones. Fueron pronunciadas por numerosos políticos extremeños, de todos los signos, para mostrar su indignación con el último capítulo del serial de contratiempos del tren en la región. Fue el pasado 1 de noviembre, en pleno puente de Todos los Santos: el maquinista no se presentó, el sustituto no tenía permiso para conducir el Alvia y el servicio Madrid-Badajoz terminó acumulando 40 minutos de retraso. Además, los pasajeros tuvieron que ser trasladados a un convoy regional, con menos asientos, de manera que a algunos les tocó ir de pie en el pasillo.

Después de este incidente el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, pidió que alguien asumiera responsabilidades. Renfe reaccionó con el cese de dos técnicos: el responsable de Servicio Público (Media Distancia) y el de Servicios Comerciales (Alvia e Intercity). La operadora ferroviaria hizo lo mismo, esto es, suspender a personal técnico, cuando, al segundo día de inaugurar el esperado tren rápido, los pasajeros vivieron un retraso de una hora.

Justo hoy se cumplen cinco meses de esa puesta en servicio de la nueva plataforma Badajoz-Plasencia y el estreno del Alvia, el cual ha acaparado titulares desde el primer momento. Fue el 19 de julio la fecha en que, tras décadas de promesas incumplidas, arrancaba una etapa esperanzadora. Desde el Ministerio de Transportes se afirmó que era el primer paso para la llegada, por fin, de la alta velocidad a Extremadura.

Pero lo cierto es que desde el primer momento el nuevo servicio ha estado torcido.

Para empezar, con la invitación que se envió para el acto de protocolo de las autoridades, donde se hablaba de «inauguración de la alta velocidad extremeña». La polémica que se generó obligó a tener que modificar esa invitación. Habría que recordar que aún no hay un solo kilómetro de vía electrificada en la comunidad, de manera que no se puede hablar de servicio de alta velocidad.

Monfragüe y no Plasencia

Otro asunto polémico fue que justo antes de estrenar la plataforma Badajoz-Plasencia se conoció que el tren no llegaría hasta la estación de la capital del Jerte, sino al apeadero de Monfragüe (situado a 11 kilómetros) para ahorrar tiempo. Lo cierto es que en el viaje de prueba previo que realizó la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, para probar la citada plataforma, una de las estaciones donde se convocó a la prensa fue en la de Plasencia; ese día no se informó de que el Alvia pararía en Monfragüe. 

Y cuando por fin el tren arrancó para los viajeros, llegaron los retrasos, las averías y, de nuevo, la indignación. El primer día la demora fue de apenas 15 minutos (la jornada en que lo probaron los autoridades sí llegó puntual), pero después hubo varios días seguidos con retrasos de una hora o más, lo que evidenciaba que, en la práctica, la situación del tren no había mejorado. Los continuos contratiempos obligaron a los responsables de Renfe y Adif a viajar a Extremadura a dar explicaciones, pero estas no fueron nada convincentes. Sobre todo porque la solución que se ofreció consistió en asumir que no se podían cumplir los horarios hasta nuevo aviso.

El presente

Ahora mismo sigue habiendo demoras y fallos, no han desaparecido; el último más grave el del maquinista. 

No obstante, si el servicio no sufre avería, el progreso es evidente. Como ejemplo, ahora el tiempo medio de viaje entre Badajoz y Madrid es de cinco horas (si no se producen incidencias); antes superaba las seis horas.

Y la promesa es que antes del próximo verano llegue la electrificación en el tramo Badajoz-Plasencia, de manera que en ese trayecto ya sí se podrá hablar de alta velocidad extremeña.

Pero aún falta por avanzar en el recorrido entre la capital del Jerte y el límite con la provincia de Toledo, con tramos que llevan meses en obras pero no se aprecian adelantos; y la parte desde Toledo hasta Atocha, en fase aún de estudio de la redacción del proyecto. Significa que el AVE Badajoz-Madrid aún queda lejos y que serán necesarios trenes híbridos (que funcionan con gasóil y electricidad) para completar el recorrido.

De momento, los primeros cinco meses de la nueva plataforma ferroviaria han estado salpicados de averías y retrasos.

CRONOLOGÍA

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El primer día circuló por la vía antigua en un tramo por error

El día de su estreno, el 19 de julio, el servicio del Alvia Badajoz-Madrid fue completo en sus 268 plazas tanto en el viaje de ida como en el de vuelta. Los pasajeros se mostraron satisfechos por las mejoras pero con quejas por el aire acondicionado y la conexión a internet. Y, como no podía ser de otra manera, ese primer día hubo incidencia: un retraso de 15 minutos porque el tren circuló por un «error humano» por la antigua vía en un tramo de Badajoz a Mérida. Habría que recordar que un día antes fue la inauguración ‘VIP’ de este mismo servicio por parte de las autoridades, con el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, incluidos. Ese día el tren sí llegó puntual.

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El segundo día, una hora de retraso en la ida y la vuelta

El segundo día de circulación del tren rápido tanto el Alvia como el Intercity se retrasaron una hora. A consecuencia de ello Renfe cesó a su gerente de Producción de la línea Madrid-Extremadura. Las demoras fueron ocasionadas por averías mecánicas y técnicas y provocaron la indignación de los pasajeros, de la plataforma Milana Bonita, de la Junta de Extremadura y del alcalde de Cáceres, Luis Salaya, entre otros. Pidieron explicaciones a los responsable del operador ferroviario; la respuesta fue el cese de un técnico.

Aún así, desde Renfe defendieron que esos desajustes eran «normales» cuando se ponía en marcha un nuevo servicio de tren.

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El tercer día, más demoras y más indignación

Los problemas continuaron. Por tercer día consecutivo hubo averías y retrasos, esta vez de más de una hora de demora en el Alvia Madrid-Badajoz. Los presidentes de Adif y Renfe anunciaron que vendrían a Extremadura a dar explicaciones y desde la Junta exigieron «soluciones». «Si había dudas, no se debería haber puesto en servicio», manifestó la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias. Y con esas declaraciones puso el foco en la posibilidad de que el tren rápido se había inaugurado de manera precipitada, sin estar realmente listo para empezar a funcionar, con el propósito de no incumplir más los plazos comprometidos por el Gobierno. 

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El cuarto día Renfe reconoce no poder cumplir el horario

El cuarto día de ‘tren rápido’ los responsables de Renfe y Adif viajaron a la región para decir que el Alvia Badajoz-Madrid presentaba «anomalías» que provocaban que se redujera la velocidad en algunos tramos con pendiente y que se trabajaba «con el fabricante para solucionar este problema». Del mismo modo aseguraron que no podían cumplir con los horarios del tren rápido, de manera que la solución era cambiarlos. Lo resumieron así: «Se ajustarán los tiempos de viaje para que la gente no tenga la sensación de que el tren llega tarde». Estas palabras causaron un gran revuelo y una gran indignación. Ese mismo día el Alvia volvió a llegar con un retraso de hora y media.

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Tres días después se anuncia un refuerzo del mantenimiento

Tres días después Renfe anunció que iba a reforzar el mantenimiento del tren para reducir las incidencias. De este modo, la idea era colocar un Talgo VI en la estación de Cáceres para ser activado en caso de que fuera necesario. También una locomotora de reserva en Badajoz, además de seis brigadas extras y más personal a bordo. Ese día el Alvia sí fue puntual, de manera que se comprobó que se podían cumplir los horarios. 

La situación hizo que el PP exigiera dimisiones y que el PSOE pidiera a los demás partidos políticos que volvieran al Pacto por el Ferrocaril, el foro común para luchar por un tren digno en Extremadura del que se salieron todas las formaciones de la oposición.

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Dos días después se admite que faltó personal

«Era una puesta en servicio muy complicada y se deberían haber reforzado las brigadas de mantenimiento». Fueron las palabras de la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, algo más de una semana después de la puesta en servicio del tren rápido. Se expresó así tras reunirse en Mérida con la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias.

Del mismo modo Pardo de Vera aseguró que los técnicos habían descartado que las pendientes del trazado extremeño o el calor como dijeron previamente los presidentes de Renfe y Adif estuvieran detrás del cúmulo de incidencias de los primeros días del nuevo servicio.