EL ACCESO A LA UNIVERSIDAD

70 alumnos extremeños de tres institutos ensayan la nueva selectividad de 2024

La prueba piloto se hace este martes en 50 centros del país para unificar criterios. A Extremadura le toca examinarse de dos materias: Latín y Lengua y Literatura

Aspirantes a la EBAU durante uno de los exámenes, el año pasado, en Cáceres.

Aspirantes a la EBAU durante uno de los exámenes, el año pasado, en Cáceres. / SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Cincuenta centros educativos del país realizan este martes una prueba piloto para ensayar la nueva selectividad que se pondrá en marcha a partir del próximo curso. Entre ellos hay tres institutos de Extremadura que participarán en este ensayo de lo que será la nueva Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Ebau), que comenzará a implantarse en junio del 2024. En concreto, en la región participan en este proyecto el IES Arroyo Harnina de Almendralejo, el IES Zurbarán de Navalmoral de la Mata y el IES Albarregas de Mérida con un muestra total de 70 alumnos del primer curso de Bachillerato, según los datos facilitados por la Consejería de Educación, que son los que se tendrán que enfrentar el próximo año a esta nueva selectividad enmarcada en la ley Celaá, que incluye nuevos currículos y un enfoque más competencial.

Esta prueba piloto servirá para armonizar las pruebas de acceso a la universidad entre todas las comunidades. Aunque no todas participan en este ensayo. Aunque fueron invitadas a participar, al final las que voluntariamente han decidido tomar parte son Extremadura, Cataluña, Asturias, Cantabria, La Rioja, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Canarias, Navarra, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Y en cada comunidad se harán dos exámenes de sendas asignatura, una de una materia común y otro de la materia obligatoria de una de las modalidades de bachillerato. A Extremadura, por ejemplo, le ha tocado examinarse de Latín y de Lengua Castellana y Literatura. 

Las pruebas irán acompañadas de unos cuestionarios y entrevistas personales, orientados a conocer la opinión del alumnado sobre su estructura, contenido y características técnicas. Con estos ejercicios se analizará el grado de adaptación de los estudiantes a este tipo de prueba competencial, el tiempo establecido para los ejercicios y la fiabilidad de la corrección, entre otras cosas. Su posterior análisis permitirá tomar decisiones basadas en evidencias en cuanto al modelo de prueba definitivo.

La corrección la llevará a cabo profesorado de ESO y universidad especialista en las materias evaluadas y que no han participado en su elaboración. No obstante, se trata de una prueba orientativa y en ningún caso los alumnos participantes serán evaluados, ni se elaborarán estadísticas por centros ni por comunidades. Con los resultados se elaborará un informe que se prevé esté listo en junio, un año antes de ponerse en marcha el nuevo sistema.