Extremadura solo cuenta actualmente con dos parques eólicos en trámite

La energía eólica fue el año pasado la segunda fuente de generación eléctrica en España, con un 22,1% del total. Y en 2021, esta tecnología logró incluso un hito mayor, ser la que más aportó al ‘mix’ de producción nacional, por encima de los ciclos combinados o la nuclear. Pero de los cerca de 30.400 megavatios de potencia eólica instalada que se distribuyen por toda la geografía española, menos de 40 se encuentran en Extremadura. Mientras que en la fotovoltaica, la otra tecnología renovable que ha experimentado un mayor desarrollo en los últimos años, la comunidad extremeña es líder nacional, la eólica apenas si ha tenido recorrido en la región. Solo Cantabria, Baleares y Madrid disponen de una menor capacidad. 

A diferencia de lo que ocurre con el sol, el viento no es un recurso demasiado abundante en Extremadura, y las zonas donde sopla con más fuerza a menudo coinciden con espacios sensibles medioambientalmente. A esto se unen otros factores que han contribuido a que la implantación de esta tecnología sea escasa, como los concursos administrativos fallidos que se produjeron justo cuando los aerogeneradores comenzaban a multiplicarse en otros puntos de España o el rechazo social con el que en ocasiones se ha respondido a la intención de construir estas instalaciones.

En estos momentos, solo hay una planta eólica en funcionamiento en Extremadura. Es el parque Merengue, inaugurado a inicios de 2019, con 15 aerogeneradores y una potencia de algo más de 39 MW. Está en Plasencia y lo ha promovido Naturgy Renovables, igual que Merengue II, que ya cuenta con la autorización administrativa de explotación por parte de la Junta de Extremadura y que estará produciendo en muy poco tiempo. Una vez que se obtengan los últimos permisos por parte de Red Eléctrica de España y se realicen las pruebas de ‘energización’, se realizará la conexión a red para verter ya electricidad en ella de forma regular. Es algo que se espera que tenga lugar «en las próximas semanas», según confirman fuentes de Naturgy. Este nuevo parque tendrá 11 molinillos y 49,5 MW de potencia. Pero, aparte de estas dos instalaciones, solo hay otros dos tramitándose en la Administración autonómica. 

Iberdrola es la compañía que más potencia eólica tiene instalada en España por encima de Acciona Energía, Enel Green Power (Endesa), EDPR y Naturgy. Esta multinacional cuenta con cerca de 6.500 megavatios en funcionamiento, pero ninguno de ellos está en territorio extremeño, una situación que contrasta con la fuerte apuesta que esta firma sí ha realizado por la energía solar en la comunidad autónoma, donde suma 2.200 MW repartidos entre 15 plantas.

No obstante, en el pasado esta energética ha tenido en cartera varias iniciativas eólicas en Extremadura. Así, inició el desarrollo de tres proyectos en el entorno de la localidad cacereña de Trujillo, pero tras un proceso «de escucha social» y una vez que, tras años de medición y estudios» se comprobó «el escaso recurso eólico» que existía, se optó por desestimarlos, apuntan fuentes de Iberdrola. 

Por otro lado, recuerdan, «en estos momentos la capacidad de acceso está pendiente de los concursos de capacidad en determinados nudos de red eléctrica». Un procedimiento que hace necesario contar con «emplazamientos de elevado recurso eólico, con escasos valores ambientales o sin oposición social», además de la cercanía a los mencionados nudos.

El desistimiento de estos proyectos, que se habían previsto en Conquista de la Sierra, Garciaz y Madroñera, se conoció a inicios del año pasado. A esas alturas todavía quedaban seis iniciativas eólicas vivas más en la región. De ellas solo dos han continuado adelante, la citada Merengue II y la instalación que desarrolla Proyectos Energéticos de Extremadura entre Plasencia y Malpartida de Plasencia. Esta última tiene ya la autorización administrativa y contempla tres aerogeneradores que le proporcionarán 10 MW de potencia.

Los que han caído

Los otros cuatro que ya no aparecen en la lista facilitada por la Junta de los proyectos que actualmente están activos estaban todos a cargo de un mismo promotor, Instituto de Energías Renovables SL que quería situarlos en el entorno de Montánchez. Son los de Montánchez I, con 44 MW de potencia; Montánchez II (20 MW); Astorgano, en Ibahernando y Robledillo de Trujillo (6 MW); y Alijares, en Robledillo de Trujillo y Zarza de Montánchez (40 MW). Uno a uno, fueron tumbados por la Administración regional entre marzo y octubre pasados, al emitir declaraciones de impacto ambiental (DIA) negativas. Las resoluciones alegaban su afección negativa sobre especies catalogadas en peligro de extinción, sobre hábitats de interés comunitario o el paisaje, entre otras cuestiones, sin considerarse que las medidas compensatorias previstas por la promotora fuesen una garantía suficiente.

Por contra, el único nuevo proyecto eólico que aparece respecto a los que había hace año y medio es el denominado Collada de Sirocco SPV2, que se distribuye entre los términos de Don Benito, Valle de la Serena y Quintana de la Serena. Con 34 MW de potencia está en tramitación administrativa.

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