La situación de la enfermedad en Extremadura

Eva Frontera, directora de Sanidad Animal: «Antes el virus del Nilo venía solo con las aves migratorias, pero ya lo tenemos aquí»

Eva Frontera, directora del departamento de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la UEx, asegura que actuar contra la enfermedad pasará por actuar sobre los mosquitos y reducir "al mínimo" sus poblaciones en las zonas donde más se acumulan, en las Vegas del Guadiana

Eva Frontera, directora del departamento de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria, en su laboratorio.

Eva Frontera, directora del departamento de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria, en su laboratorio. / CEDIDA

«Cuando se han producido dos muertes, no quiero imaginar la cantidad de infectados que habrá». La aseveración es rotunda y la pronuncia la directora del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la UEx, Eva Frontera Carrión. Ha estudiado durante años la presencia del virus del Nilo en Extremadura y por eso sus palabras ponen de relieve el escenario actual en a región con la enfermedad, que suma casos en las cabañas ganaderas y cuatro posibles infecciones en humanos, con dos fallecidos ente los casos a estudio. De momento solo se ha confirmado el positivo de una paciente que permanece ingresada en Badajoz

Tras la primera afirmación, la experta se explica: «Solo uno de dada 150 infectados desarrolla los síntomas más graves, que son los neurológicos; y de esa pequeña parte, mueren alrededor del 10% de las personas». De ahí que su deducción es que dos muertes deben suponer la punta del iceberg de las infecciones en humanos, aunque la mayoría estén transcurriendo sin síntomas evidentes o con síntomas leves, que se dan en el 20% de los caso, «como una gripe de verano». «El resto, ni eso. No se enteran».

«Extremadura tiene el ecosistema perfecto para mantener a los principales actores en la propagación del virus, que son las aves y el mosquito que transmite la enfermedad», incide entrando en el porqué de la presencia de ese virus en la región. «Siempre ha estado de paso con las migratorias» que lo traían de África con cada vuelta a norte para pasar la primavera y el verano. El mosquito y las aves «han mantenido conjuntamente un ciclo en la naturaleza», con las condiciones climáticas y ecológicas idóneas en Extremadura y Andalucía, especialmente en las zonas húmedas. Las aves actúan como reservorio del virus y el mosquito se infecta al picar a esas aves y lo transmite picando a determinado animales como los caballos, pero también a humanos, como debe haber sucedido en el caso que se ha confirmado en Extremadura y en los otros tres a estudio, entre ellos dos fallecidos. «Lo normal es que ese ciclo no salga de la naturaleza, pero lo ha hecho porque algunos de esos mosquitos han picado a humanos», incide.

«Si se han producido dos muertes, no quiero imaginar la cantidad de infectados que hay»

Eva Frontera

— Directora del departamento de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria (UEx)

¿Qué nos dice eso? «Que mientras el virus antes estaba de paso ahora ya está asentado en Extremadura», razona. «Se queda hibernando entre los meses de noviembre a abril y se activa a partir de ese momento», apunta. Lo corroboraron en su departamento de la Facultad de Veterinaria con el estudio que llevaron a cabo en los años 2018 y 2019. El estudio se centró en la zona en la que se ha acreditado que se concentran estos mosquitos, en las Vegas del Guadiana. «Son grandes campos de arrozales con agua estancada que sirven de caldo de cultivo de los mosquitos» y cohabitan allí con las aves. «El 80% de las infecciones en Extremadura proceden de allí. La gente que vive en esa zona y los que trabajan allí son los primeros que se infectan», apunta la experta. Y en las muestras que tomaron entonces en aves y en caballos detectaron «que en el 20% de los casos habían estado en contacto con el virus del Nilo», explica. 

Acabar con el mosquito

«En los caballos hay vacuna y no hay problema, pero el control en las aves es imposible porque son animales silvestres; y para los humanos no hay un tratamiento más allá de actuar sobre los síntomas que provoque. Hay que intentar reducir al mínimo los niveles del mosquito en las zonas de riesgo», apunta sobre la fórmula para acotar la propagación de la enfermedad. 

Más allá de la vacuna en los équidos, el resto de acciones preventivas pasan por evitar todo lo que puedan suponer un caldo de cultivo del mosquito («retirar agua de los maceteros, mantener las piscinas cloradas, evitar los bebederos de los perros y de los gatos o de los animales de granja en el campo...») y actuar sobre ellos, eliminando las larvas que se pueden encontrar en los arrozales en el mes de mayo. «La mejor forma de evitar que el mosquito propague la enfermedad es evitando que el mosquito se desarrolle y para eso hay que acabar con él cuando está aún en estado larvario», razona.

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