Los menores extremeños que mezclan bebidas energéticas y alcohol: un porcentaje que asusta

Las bebidas energéticas representan un riesgo oculto en la sociedad que parece que nadie quiere asumir. También conocidas como bebidas hipertónicas o psicoactivas, contienen sustancias estimulantes (cafeína, carbohidratos, taurina...) y se consumen con el objetivo de reducir la sensación de fatiga y el agotamiento. Lo que muchos desconocen es el riesgo para la salud que supone beber estos líquidos, especialmente, en los más jóvenes.

Extremadura no pondrá coto a las bebidas energéticas

El pasado viernes falleció en Madrid un chico de 14 años por una intoxicación después de ingerir una lata de 'Red Bull' que contendría dos gramos de 'cocaína rosa' o 'tusi', una mezcla de sustancias como la ketamina o el éxtasis. El Mundo informa que aunque en una primera información se apuntó que el joven no era consciente de que tomaba la bebida con la droga, los amigos declararon que tomó cocaína de forma voluntaria. Una mezcla que le ha costado la vida.

El presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, Félix Notario explicó a este diario los efectos negativos que producen las bebidas energéticas en los jóvenes: "Por un lado está todo lo que afecta al sistema nervioso central: irritabilidad, ansiedad, insomnio, agitación... Imaginemos los efectos de un café a grandes dosis. Por otro lado, tiene efectos sobre el sistema cardiovascular y lo vemos cuando acuden a los servicios de urgencias con crisis de taquicardias, de hipertensión arterial..."

El consumo de estas sustancias también se mezcla con alcohol. "Cada vez está más de moda y se consumen a edades más tempranas, a partir de los 10 u 11 años. Y cada vez, además, han hecho un uso de ellas menos aconsejable, como es aumentar el número de bebidas consumidas al cabo del día o mezclarlas con alcohol para prolongar un poco más el efecto de este", señaló Notario.

El 19,5% de los estudiantes de 14 a 18 años ha mezclado bebidas energéticas con alcohol en el último mes, según la encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Estudes), elaborada por el Ministerio de Sanidad y publicada en 2023. En total, revela que el 47,7% han consumido bebidas energéticas en el último mes, siendo la prevalencia mayor entre los chicos que entre las chicas en 13,7 puntos porcentuales (54,4% vs. 40,7%).

En Extremadura, el porcentaje de menores que mezclan alcohol con bebidas energéticas está por debajo de la media española, aun así, es una cifra que preocupa. La prevalencia en la región se sitúa en el 18,3% de jóvenes entre 14 y 18 años. El podio de la clasificación lo lidera la juventud de las Islas Baleares, seguida por la de Asturias y la de Cataluña. En los tres casos casi uno de cada cuatro jóvenes, alrededor del 23 %, practican esta conducta de riesgo.

Para combatir el auge de su consumo, el pasado octubre, la Xunta de Galicia tomó la decisión de prohibir la venta de bebidas energéticas a menores de edad. Extremadura, por su parte, confirmó que no haría lo mismo. «A día de hoy, no hay ninguna acción prevista de la Consejería de Salud sobre la venta de bebidas energéticas a menores», señalaron desde la administración sanitaria extremeña. De momento, Galicia es la única comunidad autónoma que no permite la venta a menores.