La celebración islámica también se celebra en Extremadura

Más de 21.500 musulmanes extremeños inician el Ramadán: "Es nuestro mes más especial"

Unos 13.000 viven en la norte de Cáceres y el resto, en Badajoz. Ayer comenzó la fiesta más importante del Islam , marcada por el ayuno y la espiritualidad y con la vista puesta en Gaza. «Es una fiesta para sentir a los demás»

Más de 21.500 musulmanes extremeños inician el Ramadán

Santiago García Villegas

Lo más conocido es el ayuno, pero el Ramadán, que comenzó ayer en el mundo islámico y se prolongará hasta el 9 de abril, es mucho más que eso. «El objetivo principal de nuestro mes más especial es mejorar la conducta del musulmán, porque el ayuno no es simplemente la abstinencia de comida y bebida, es también la abstinencia de todo tipo de conducta violenta, de actos negativos, de mentiras, de falsedad... También es un mes solidario para ayudar a la gente más necesitada y a la que sufre, como lo hace ahora mismo la población de Gaza que no tiene alimentos ni agua, es una forma de solidarizarnos también con ellos porque el Ramadán consiste en sentir a los demás», explica Adel Najjar, imán de la mezquita de Badajoz y presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura.

Acaba de comenzar la fiesta más importante del Islam, que están celebrando en España alrededor de 2,4 millones de musulmanes, de los que más de 21.500 musulmanes viven en la Extremadura (más de 13.000 en la provincia de Cáceres y el resto, en la de Badajoz). La mayoría de ellos, en torno al 60%, son españoles bien porque han nacido aquí o porque han obtenido la nacionalidad. En la región existen además 25 comunidades religiosas musulmanas (mezquitas o lugares de culto), que estos días se convierten en auténticos lugares de fiesta y celebración.

Musulmanes en la Mezquita de Badajoz, tras romper el primer ayuno del Ramadán.

Musulmanes en la Mezquita de Badajoz, tras romper el primer ayuno del Ramadán. / Santiago García Villegas

Porque el Ramadán también es un periodo de reunión, de convivencia y de espiritualidad. Durante este mes se celebran cinco oraciones diarias, empezando por el rezo que coincide con el alba de la mañana (Fajr), pasando por la oración de puesta de sol (Maghrib), en la que se toman dátiles y leche para romper el ayuno, hasta la oración de la noche (Isha). «En un país musulmán es un mes de fiesta en las calles. Aquí seguimos con la vida normal, pero intentamos a nivel familiar y de la mezquita ofrecer ese ambiente de festejo y organizamos rupturas de ayunos conjuntos. Tenemos la suerte de ser muy plurales, porque en Badajoz hay gente de Marruecos, de Pakistán, de Oriente Medio... y contamos con mucha diversidad de platos típicos que disfrutamos todos», explica Najjar. 

La población musulmana ha ido creciendo progresivamente en Extremadura en los últimos años, especialmente en los últimos años. «Noto que ahora llegan a la mezquita mucha migración de Gambia, de Senegal, de Mali... Nosotros intentamos ayudarles, ofrecerles diariamente la ruptura del ayuno y hacerles sentir que están entre familia, porque el Ramadán además es un periodo para ser más solidario con los que más lo necesitan», explica Najjar. A su juicio, la comunidad islámica que se asienta principalmente en el norte de Extremadura, entre los municipios de Navalmoral y Talayuela, siempre se ha sentido respetada en Extremadura. «Llevo aquí casi 40 años y me siento uno más. Extremadura siempre nos ha acogido bien, los extremeños son solidarios, respetuosos y sociables», destaca.

El ayuno, que ahora comienza es uno de los cinco pilares fundamentales en los que se sustentan el Islam, implica incluso beber agua, aunque hay excepciones para las personas enfermas, de edad avanzada o los niños y también para las embarazadas o las mujeres con la menstruación. Durante este periodo los fieles deben abstenerse también de fumar y de mantener relaciones sexuales durante el día.

¿Qué es y cuándo se celebra?

El Ramadán, noveno mes del calendario islámico, es una época en la que los musulmanes evitan todos aquellos comportamientos impuros o inmorales, se centran en estudiar y recitar el Corán y llevan a cabo acciones positivas y humildes hacia el prójimo. Esta fiesta la marca el calendario lunar, concretamente el noveno mes, y comienza con la aparición de la luna en fase creciente el último día de Sha’ban (octavo mes del calendario islámico). La festividad se extiende durante 29 o 30 días en función del ciclo lunar, que oscila en torno a los diez días cada año. Por ello, las fechas cambian en función de las variaciones de la traslación de la Luna en torno a la Tierra.

Suscríbete para seguir leyendo