Cáceres, entre las provincias que más días supera las temperaturas de alto riesgo

Extremadura está a las puertas de la primera gran ola de calor que vivirá este verano, que ya ha dejado temperaturas altas en otras dos olas anteriores pero no han llegado a los niveles que se esperan la próxima semana. Desde el Ministerio de Sanidad avisan del alto riesgo que tiene para la salud el aumento de las temperaturas y fija cada año, según sus propios criterios, los umbrales de temperatura de cada provincia del país a partir de los cuales se incrementan los peligros para la salud y se eleva la mortalidad. 

Llega a Extremadura la primera gran ola de calor del verano: hasta 45 grados

En Cáceres son 37 grados, mientras en Badajoz el umbral de referencia está en 41 grados. Son cuatro grados de diferencia de una provincia a otra que son determinantes, además, al analizar otro de los datos que aporta el informe del Ministerio de Sanidad: los días durante el verano que los termómetros superan esos límites y que por lo tanto hay más riesgo para la salud de población.

Y Cáceres está entre las provincias españolas que más veces supera el umbral de referencia establecido por Sanidad. En concreto, está en el ‘top ten’ nacional, ocupando la décima posición de las 52 provincias del país. Según los datos que recoge el último ‘Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud’, que el ministerio edita cada año desde 2004 para reducir los efectos potenciales asociados a las altas temperaturas, en la provincia cacereña el límite de 37 grados se supera durante el 13,9% de los días del verano (julio, agosto y septiembre). Lidera ese ranking la provincia gallega de Pontevedra donde se supera el 18,1% de las jornadas estivales el umbral fijado allí en 28,5 grados centígrados, seguido de Palencia (18%), Granada (16,7%) y Asturias (16,6%).

Por contra, en la provincia pacense solo se rebaja el umbral fijado en esta zona el 2% de los días del verano. La clave de esta diferencia está en el valor inicialmente establecido, ya que al ser más elevado en Badajoz es menos frecuente que pueda ser rebasado. 

Notables diferencias en el país

Según explica el propio documento del ministerio, los umbrales de riesgo son diferentes en cada una de las 52 provincias de España porque no afecta a la población de la misma manera que se alcancen 40 grados en Sevilla que 30 en Pontevedra, por ejemplo. 

Ese límite se establece teniendo en cuenta, por un lado, las temperaturas medias alcanzadas de cada zona a lo largo de la serie histórica, y por otro lado, los datos de mortalidad diaria registrados por Sanidad. Lo que entiende así el ministerio es que la población gallega o también la del norte de Cáceres, menos acostumbrada a temperaturas excesivamente altas, puede ser así más sensible y más vulnerable al exceso de calor que la de Sevilla o la del sur de Badajoz. De ahí la variabilidad de umbrales fijados en el país. Desde el máximo establecido en Córdoba en 41,5 grados centígrados, la única que supera a los 41 grados de Badajoz, al límite más bajo que impuesto en Asturias (26 grados centígrados), Cantabria (26,5) y A Coruña (27,5).

Los umbrales de la Aemet son distintos

No obstante, hay que destacar que estos umbrales fijados por Sanidad son diferentes a los que fija la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para decretar los avisos por altas temperaturas. Así, por ejemplo, en Extremadura se activa la alerta amarilla a partir de los 38 grados en la mayoría de la región, aunque en el norte de Cáceres y las Villuercas el aviso se da a los 36 grados. El naranja entre los 39 y 40 y el rojo entre los 42 en esas dos zonas cacereñas y los 44 en el resto de la comunidad. Estos niveles de la Aemet están fijados dentro del plan de protección civil a nivel europeo.  

En lo que no hay discrepancias es en los efectos que el exceso de calor tiene sobre la salud de la población. El Instituto de Salud Carlos III señala que el riesgo de mortalidad atribuible a las altas temperaturas crece entre un 9,1% y un 10,7% por cada grado que los termómetros ascienden por encima del umbral fijado por Sanidad de impacto sobre la salud. Y las consecuencias pueden llegar a ser fatales: el verano pasado fallecieron en la región 278 personas por causas atribuibles a las temperaturas, según los datos del sistema MoMo del Instituto Carlos III. 

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