La trastienda

Extremadura sube a primera

La llegada de la gigafactoría de Envision a Extremadura va a suponer un espaldarazo a nuestro desarrollo industrial sin parangón

Firma de los protocolos de entendimiento entre Envision y las distintas administraciones en Navalmoral de la Mata en julio del 2022.

Firma de los protocolos de entendimiento entre Envision y las distintas administraciones en Navalmoral de la Mata en julio del 2022. / El Periódico

Antonio Cid de Rivera

Antonio Cid de Rivera

Creo sinceramente que aún no somos muy conscientes de la trascendencia que supone que el Ministerio de Industria haya concedido a la multinacional china Envision la subvención de 300 millones de euros que había solicitado del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado II. Se trata del espaldarazo necesario y también el requisito indispensable que solicitaba la industria para instalar en Extremadura, en concreto en Navalmoral de la Mata, una gigafactoría de fabricación de baterías de primer nivel, la cual va a llevar aparejado una inversión inicial financiable de 1.312 millones de euros (ampliable hasta los 2.500 millones de euros), y la creación de un millar de puestos de trabajo también ampliable hasta los 2.500 0 3.000 empleos directos en las sucesivas fases de desarrollo.

Eso quiere decir que la capital de Campo Arañuelo, en la actualidad una localidad de 17.000 habitantes, va a cambiar su fisonomía urbana, prácticamente duplicando su población y convirtiéndose en referente industrial a nivel europeo. Se tendrán que construir nuevas viviendas y también nuevos barrios y dotaciones en los próximos años como ya se está gestionando hace tiempo, dado que la llegada de este gigante asiático no solo va a alterar el tejido productivo y social de un municipio y de la comarca sino de Extremadura entera.

No peco de exagerado, créanme. En Extremadura, y un servidor particularmente, estamos hartos de anuncios grandilocuentes y de proyectos de cuento de la lechera que con el paso de los años quedan en agua de borrajas. No es el caso. La estrategia de automoción en Europa de los próximos cincuenta años pasa por el coche eléctrico y el abandono de los motores de combustión y para ello es necesario contar con baterías. Hay que suministrar componentes a todas las marcas de coches y ahí es donde Envision quiere competir en Europa cerrando el ciclo del litio en Extremadura.

Esta primera línea del Perte VEC II, dirigida a incentivar la inversión en capacidad de producción industrial de baterías destinadas al vehículo eléctrico, sus componentes esenciales y la producción o recuperación de materias primas fundamentales necesarias, cuenta con un presupuesto de 837 millones -550 millones en forma de subvención y 287 millones como préstamo-. Hasta ahora, el Gobierno ha repartido 322 millones de la línea de baterías, repartidos entre Ford (37,6 millones), Basquevolt (14,7), Gestamp (12,6 millones en dos proyectos), Renault (3,4 millones en dos proyectos), Global Laser Araba (4), Beeclycle Reuse & Recycling (1,6), Envision (300) y Seat (47,7). Se trata de una apuesta seria que no tiene vuelta atrás. En resumen que no es un cuento.

Me pregunto por qué la capacidad de construir no se pone por delante de la lucha de guerrillas

Extremadura siempre ha pecado de una escasa industralización. Las industrias de la región se cuentan con los dedos de la mano. De ahí que, en muchos casos, estemos a la cola en casi todo, con una economía basada en el sector primario y de servicios, la cual no genera las mismas rentas ni el mismo beneficio. Un espaldarazo de esta naturaleza -no olvidemos que somos la España vaciada o la España rural- supone de repente subir a primera división. Y eso merece un reconocimiento al Gobierno de España por acceder a ello y también al de la Junta de Extremadura por promoverlo y alcanzarlo. Llegado este día recuerdo las palabras de Guillermo Fernández Vara cuando Envision manifestó su firme voluntad de instalarse en Extremadura que dijo que el mérito no era solo suyo sino de su gobierno y también del PP, de la oposición y en ese momento de su líder, José Antonio Monago, por su actitud constructiva habiéndole acompañado a distintas citas y entrevistas para constatar ante los inversores que Extremadura gozaba de paz social.

Me pregunto por qué no siempre es así, por qué la capacidad de construir no se pone por delante de la lucha de guerrillas en la que muchas veces se convierte la política.  

Hemos logrado un hito. Alegrémonos y demos el mérito, en justicia, a quien corresponda. Unos por acción y otros por acompañamiento. Es la única manera de crecer.

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