UNA VIDA DEDICADA A LA COCINA

Adiós a la 'Gran capitana' de Plasencia

Soledad Alonso, cocinera del establecimiento Bocatas desde hace 33 años, se ha jubilado y su jefe y compañeros le han organizado un homenaje por «comprometida y buena compañera»

Soledad, entre Marcial, gerente de Bocatas y su hija Beatriz, la encargada.

Soledad, entre Marcial, gerente de Bocatas y su hija Beatriz, la encargada. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Si hay un bocadillo estrella en la bocatería Bocatas de Plasencia es el Gran Capitán (pollo y alioli) y si hay alguien que sabe lo que es prepararlo es Soledad Alonso Izquierdo, que ha trabajado como cocinera en el establecimiento durante 33 años. Este miércoles ha sido su último día y su jefe y compañeros no han dudado en hacerle un homenaje esta semana.

Marcial González, gerente de Bocatas, tiene muy claros los motivos y se deshace en elogios hacia Sole: «Es lo mejor que puede tener una empresa, buena compañera, comprometida, se ha volcado con nosotros muchísimo, es una persona querida por todos, tiene toda mi admiración», afirma.

Soledad destaca que ha estado tantos años en Bocatas porque «se trabaja muy bien, hemos tenido equipos muy buenos».

Eso a pesar de tener turnos de tarde/noche, que incluyen los fines de semana. «Te acostumbras, haces tu vida de otra manera, es cuestión de planificarte de otra forma», explica.

A Bocatas llegó en 1990 por casualidad, ya que, según recuerda, «mi hermana limpiaba en bares y necesitaban a una mujer para la limpieza, pero ella no podía cogerlo y me lo dijo a mí». Entró en enero y, tres meses después, el 1 de abril, pasó a la cocina.

"Todo lo que cocinamos es natural, utilizamos productos frescos y las salsas las hacemos nosotros"

Soledad Alonso

— Cocinera en Bocatas

Antes, había trabajado también como cocinera en un restaurante en Benidorm. A través de un conocido, logró el trabajo durante un verano. «Mi marido y yo nos fuimos y la experiencia fue muy buena, me trataron superbien», pero al tener dos hijas pequeñas, decidieron regresar a Plasencia, donde lleva viviendo «toda la vida», aunque nació en El Torno.

Soledad, cocinera en Bocatas, en la comida de homenaje que le regalaron sus compañeros.

Soledad, cocinera en Bocatas, en la comida de homenaje que le regalaron sus compañeros. / EL PERIÓDICO

A sus 64 años, ha decidido jubilarse porque «tengo una edad y quiero dejar de trabajar, prefiero cobrar menos y disfrutar». No tiene claro aún qué hará: «Me lo tendré que plantear, si ir al gimnasio, hacer algún curso...»

De lo que no tiene dudas es de por qué Bocatas es un referente en el sector en Plasencia. «Todo lo que cocinamos es natural, utilizamos productos frescos, la carne de un carnicero y el pan de panadero. Además, las salsas las hacemos nosotros».

Otro de sus puntos fuertes es que «la cocina es abierta y la gente puede ver cómo preparamos los bocadillos». Por una vez, en su homenaje, han cocinado para ella y sus compañeros la han despedido con regalos: «Se han portado maravillosamente bien».

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