El parque del Príncipe ha podido reabrir a primera hora de la tarde de este miércoles después de que se consiguiera abatir con flechas dos de los jabalíes que se colaron el martes por la mañana en su interior. El recinto ha permanecido cerrado un día y medio, hasta que los técnicos comprobaron que no existía ningún ejemplar más en el interior. En total fueron avistados en el parque 11 jabalíes (cuatro adultos, cuatro jóvenes y tres rayones), por lo que se decidió cerrar esta zona verde por seguridad.
Fueron dos de los jardineros los que se los encontraron, en una zona cercana al paseo principal del canal, mientras realizaban labores de desbroce. Era primera hora de la mañana y los animales estaban durmiendo pero, al escuchar el movimiento de los jardineros, se asustaron y huyeron. Dieron aviso a la policía, que tomó la decisión de desalojar el parque y clausurarlo. Fue después, en una inspección más exhaustiva, cuando se detectó que era una piara al completo. Merodearon por todo el recinto, aunque no han realizado destrozos importantes, más allá de escarbar los jardines.
Fue en ese momento cuando el ayuntamiento puso en marcha, con carácter de urgencia, un plan de choque para cazar a estos ungulados y a otros que visitan, ya casi a diario, otras zonas urbanas de la ciudad. El plan tiene por objetivo controlar la población de estos animales con arqueros profesionales, que se encargarán de abatir los ejemplares con flechas.
Se abatieron dos grandes hembras, una más vieja y otra de unos 60 kilos
Se ha comenzado por el parque del Príncipe. Era urgente porque se trata de una zona muy transitada en estas fechas y había que sacar a los jabalíes de allí. Así, la noche del martes, profesionales accedieron al recinto para intentar localizar a los animales. Una vez que se contó con todas las autorizaciones por parte de la Consejería de Agricultura un arquero del servicio de control con arco de la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) procedió a abatir dos de los ejemplares, dos grandes hembras, una más vieja y la otra de 60 kilos. Costó varias horas.
El resto, según creen los técnicos, ha huido hacia la zona de la Sierrilla. Y no volverá. Al menos esa piara. «Se ha recorrido todo el recinto por si había algún animal más, pero podemos asegurar que no hay ningún jabalí en el recinto. El parque es seguro. La ciudadanía puede estar tranquila y venir a disfrutar», aseguró el concejal de Servicios Públicos, Andrés Licerán.
No obstante, por seguridad, se ha decidido instalar una jaula en un lugar estratégico por si en algún momento regresara algún otro ejemplar, poder capturarlo. Solo se activará cuando cierre el recinto y no haya usuarios en su interior para evitar cualquier tipo de peligro. Del mismo modo, se están reforzando los cerramientos del parque, para proteger de la entrada de estos animales.
En los próximos días
La misma actuación se llevará a cabo en los próximos días en otras zonas urbanas de Cáceres donde es habitual ver a jabalíes: la rotonda de la Universidad Laboral, la residencia Asistida, la prisión y el entorno del Paseo Alto. Son los espacios que ha recomendado la empresa Tragsatec, que fue contratada por la Junta de Extremadura para controlar las poblaciones de estos animales a través de cámaras.
«Con estas cuestiones hay que ser prudente. Intentábamos descartar acciones más drásticas pero cuando hay un problema de seguridad directa para la ciudadanía, lógicamente hay que acometer estas decisiones»
«Quiero pedir calma a la gente, entiendo que puede ser atractivo o curioso poder acceder (cuando se van a abatir los jabalíes) pero hay que actuar con medidas de seguridad y si hay gente en el entorno no vamos a poder actuar en ningún momento», advirtió Licerán. No existe calendario definido para estas otras intervenciones, dependerá de la urgencia (si aparecen los animales) y de la disponibilidad de los arqueros, que son cacereños.
También se actuará en la Montaña, donde más ejemplares hay. Aquí la intervención será continuada en el tiempo. Previamente se definirán los puestos a los que debe acudir el arquero e irá acompañado por la Policía Local.
La federación de caza ya había propuesto al ayuntamiento utilizar arqueros para controlar la sobrepoblación, pero hasta ahora siempre se había negado. «Con estas cuestiones hay que ser prudente. Intentábamos descartar acciones más drásticas pero cuando hay un problema de seguridad directa para la ciudadanía, lógicamente hay que acometer estas decisiones», aclaró el edil.
Los jabalíes abatidos serán incinerados, pero con los que se cacen en las otras zonas de la ciudad se pretende aprovechar la carne para fines sociales. Para ello se contratará una empresa que analice la salud del animal. Esta vez no ha sido posible, aseguró Licerán.
Por otro lado, ayer el portavoz del PP en el ayuntamiento, Rafa Mateos, lamentó que «después de casi un año ni Salaya ni el PSOE hayan hecho nada al respecto para solucionar la presencia de jabalíes». Y criticó que se hayan tardado ocho meses en autorizar a la empresa Tragsatec las labores de control poblacional, que van a costar casi 100.000 euros «cuando existen soluciones a coste cero».
