El Periódico Extremadura

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EL PERIÓDICO ACOMPAÑA A LOS CINCO PRIMEROS AFORTUNADOS EN LA ENTRADA Y SALIDA A LA CAVIDAD PREHISTÓRICA

“Maltravieso es mucho más de lo que esperábamos ver”

«Emocionados», «maravillados»... El primer grupo que accede a la cueva se queda sin adjetivos

En la entrada, el grupo ya listo para recorrer el interior, ayer viernes. CARLA GRAW

Las caras al salir de cueva lo decían todo. Las palabras se quedaban cortas. «No hay manera de explicar lo que acabamos de ver, sobre todo las sensaciones que tienes ahí abajo», declaraba Inés Benito, unas de las cinco personas afortunadas en el sorteo para realizar la primera visita a Maltravieso (Cáceres). «Hemos estado en el origen de la expresión artística», comentaba Elisa Navarro. «No tiene nada que ver con otras cuevas que he visto», destacaba Belén Mirasierra. «Es sencillamente espectacular», resumía Carlos Sánchez. Ellos cuatro (un quinto ciudadano llegó a ponerse el mono protector pero se marchó antes de entrar), tuvieron la suerte de estrenar las visitas semanales que ha programado la Consejería de Cultura durante 6 meses, en grupos de cinco personas.

El millar de usuarios que se han inscrito en pocos días han colapsado el sistema informático. De hecho, ayer se presentó una pareja que había recibido confirmación automática de su reserva y no ocultó su malestar al conocer que no podría entrar. «Hemos anulado un viaje a Toledo», recriminaron. Esto retrasó unos minutos la expedición, pero a las 11.25, Inés Benito, jubilada y ahora ama de casa; Elisa Navarro, también profesora jubilada de Historia del Arte en el instituto Loustau Valverde de Valencia de Alcántara; Belén Mirasierra, profesora de Ciencias en el Colegio Licenciados Reunidos; y Carlos Sánchez, auditor, estaban traspasando la verja rumbo al Paleolítico.

Iban guiados por Hipólito Collado, jefe de Arqueología de la Consejería de Cultura, encantado de tener un público tan interesado en su mayor pasión. Antes de acceder les mostró las réplicas de algunos cráneos de época neolítica y de la Edad del Bronce (uno de ellos trepanado) que se hallaron en 1951 en una cantera que estaba abriendo en la zona Telesforo Pérez. A raíz de esos movimientos del terreno, el entonces conservador del Museo de Cáceres, Carlos Callejo, guiado por dos hijos del cantero con lámparas de acetileno, descubrió las pinturas rupestres en 1956. «Le costó años convencer a la comunidad científica de su valor», explicó Collado.

El jefe de Arqueología de la Consejería de Cultura explica el descubrimiento de la cueva cacereña en el centro de interpretación, antes de acceder a la gruta. CARLA GRAW

Una gran historia para un gran preámbulo. Y así, el grupo se dispuso a entrar en Maltravieso, que alberga las primeras expresiones de arte rupestre de la historia de la humanidad, tal y como reveló n 2018 la datación de una mano pintada en negativo, que fijó su origen 66.700 años atrás. Esto significa además que la hizo el hombre de Neandertal, toda una revolución en la Prehistoria. Asimismo, la cueva alberga un total de 59 improntas de manos, pinturas puntiformes y elementos lineales o zoomorfos como cérvidos, cápridos y un bóvido.

Un privilegio

De ahí los rostros de la primera expedición a la salida. Belén Mirasierra confesó sentirse privilegiada: «Ha sido mucho más de lo que esperaba. No creía que fuera a impresionarme tanto después de haber visto otras cuevas, pero no tiene nada que ver, Maltravieso es muy virgen. Te traslada completamente a otra época, estás en el germen de la creación artística. Resulta increíble que el hombre haya podido dar un salto tan grande».

Junto a ella, Inés Benito estaba visiblemente emocionada. «Salgo encantada, es muy sorprendente, impresionante, porque no te esperas lo que vas a ver. Además la explicación ha sido estupenda, Hipólito nos ha detallado todo y nos lo ha hecho vivir dentro. No tengo palabras, simplemente magistral».

Asimismo, Carlos Sánchez, que nunca esperaba lograr una plaza entre mil personas, lo calificó de espectacular: «No sabemos lo que tenemos aquí, es una pena que no se pueda ampliar a más ciudadanos. Espero que el proyecto de la neocueva se construya rápido y animo a todo el mundo a que venga a verlo». Elisa Navarro seguía entusiasmada en el exterior: «Maltravieso es más de lo que esperaba ver. He estado en Altamira pero esta cueva tiene aún mayor encanto, impresiona bastante. Ha sido una vivencia única estar en el lugar donde comenzó el arte, hemos aprendido mucho».

Hipólito Collado explicó que las personas que acudan durante estos seis meses formarán parte de una investigación para evaluar el impacto de la presencia humana en la cueva, y decidir si las visitas pueden ampliarse o no. «Es genial explicar el interior, es una forma de revertir a la sociedad la inversión en ciencia», subraya. Los interesados en acceder a la cavidad deben estar atentos desde el lunes, ya que la consejería pondrá en marcha otra web y podrían cambiar las condiciones. 

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