medalla de la ciudad para el equipo de baloncesto que logró una hazaña histórica

Los héroes de la ACB: “Cáceres siempre será especial para nosotros”

Inolvidables como Jiri Okac y Jordi Freixanet son recibidos en el ayuntamiento en un acto que preside Luis Salaya y al que se suman directivos del club y el excalde del 92, Carlos Sánchez Polo

Los héroes de la ACB saludando a los aficionados desde el balcón del consistorio cacereño.

Los héroes de la ACB saludando a los aficionados desde el balcón del consistorio cacereño. / CarlaGraw

Los héroes que llevaron al baloncesto cacereño a su máxima categoría, fue en mayo de 1992, han protagonizado a mediodía de hoy su primer reconocimiento público durante el recibimiento al equipo y a los directivos que lograron la mayor gesta de la historia deportiva de la capital. Ha sido en el salón de plenos del Ayuntamiento durante una recepción que ha presidido el alcalde, Luis Salaya, y a la que tampoco ha faltado el exalcalde de aquel célebre año, Carlos Sánchez Polo, y el que fuera presidente del club, José María Bermejo.

Decenas de aficionados han vitoreado a las figuras que lograron la mejor canasta para la ciudad cuando éstos han salido a saludar al balcón del consistorio. Además, los protagonistas han firmado en el Libro de Honores y Distinciones. La sencilla y emotiva ceremonia ha sido el preámbulo de lo que se vivirá esta tarde en el pabellón de la Ciudad Deportiva, donde se les hará entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad al cumplirse el 30 aniversario del acontecimiento deportivo.

A las 18.00 horas, Javier Ortiz, periodista de este periódico, presentará en las citadas instalaciones su obra ‘Cáceres ACB. Los años dorados del baloncesto cacereño (1991-2003)’, que servirá como actividad previa a la imposición del galardón, prevista a las 20.00 de la tarde. Será en el escenario donde se produjo el milagro que tanta gente disfrutó y rememora con nostalgia, en un evento abierto al público.

"Vivimos una gran etapa", ha recordado Jordi Freixanet. "Hubo momentos maravillosos que estoy seguro que ninguno de nosotros olvidará nunca. Cáceres siempre será especial, desde luego. Tanto en lo personal como en la cancha", ha explicado el jugador satisfecho.

Un momento del acto en el salón de plenos del ayuntamiento.

Un momento del acto en el salón de plenos del ayuntamiento. / CarlaGraw

Otro de los jugadores y gran culpable de que el baloncesto extremeño estuviera en la élite, Jiri Okac, mantiene una especial añoranza por aquella época y se permite el lujo de comparar y piensa que esa plantilla a día de hoy en la Liga LEB ORO "sufriría muchísimo".

"El baloncesto ha cambiado, todo ha cambiado, y ahora mismo sería muy complicado aquellas fechas en Cáceres, aunque quién sabe (risas). Yo me quedo con el cariño de la gente, cómo estaban las personas en el momento del ascenso y cómo lo vivió la ciudad. La gente se enganchó. Fue algo espectacular ya que la afición se involucró bastante y se formó algo muy importante en la sociedad cacereña con el baloncesto que creo que aún perdura. Jugábamos muy bien porque había una química excelente, inolvidable", ha indicado.

Okac y Freixanet viven momentos de gratos recuerdos (anécdotas, abrazos, fotos con la gente...) junto al resto de compañeros: Ángel de Pablos (el único que vive en la ciudad), Toni Romero, Álvaro Rodríguez, Juan Méndez, Roberto Gómez, Quique Silván, Alberto Frías, Santi García, Pepe Benedé, Víctor Ruiz, Gabi Abrines, y Felipe García (no ha podido asistir) fueron los nombres protagonistas de un equipo que entrenaba Martín Fariñas y cuyo cuerpo técnico completaban Ñete Bohigas (segundo técnico), Jesús Luis Blanco (secretario técnico), Lázaro García (preparador físico), Jesús Pérez Caro (médico), Juanjo Rubio (fisioterapeuta) y Juan Luis Morán (delegado).