El hostelero de Moret plantea poner la terraza en hilera para salvar el negocio

El empresario hostelero Jorge Gómez, dueño de la franquicia Lizarrán en Cáceres, ya ha enviado una propuesta al ayuntamiento para obtener el permiso necesario que le permita seguir explotando la terraza de su negocio, después de que el consistorio ordenara retirarla a finales de enero, debido a que unos cascotes del inmueble colindante al cafe-bar (entre las calles Pintores y Moret) se habían caído a la calzada, justo donde ubicaba la terraza. El consistorio notificó a los propietarios que deberán tomar medidas para garantizar la seguridad. Entre medias el hostelero clama por una solución, aunque, de ser aprobada, solo le permitiría el 60% de su terraza anterior. 

Reubicación

La propuesta pasa por reubicarla en la zona donde estaba el Springfield (actualmente, también es un local vacío de Pintores), pero esa propuesta debe pasar los preceptivos informes técnicos. «La terraza es el 60% de mi negocio; tengo 8 empleados y sin terraza no hay quien mantenga esto», recalca el empresario.

Por su parte, el edil de Urbanismo, José Ramón Bello, expresa que «nos enviaron la propuesta y ahora la tiene la Policía Local y el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, al tratarse de una zona que se incluye dentro del Plan Especial. Ellos deben hacer informes y nosotros los trasladaremos para que se pueda aprobar o no la nueva ubicación».

Riesgo de derrumbe

En cuanto al edificio en cuestión, el Ayuntamiento de Cáceres informaba el pasado 3 de febrero que ha dado un plazo de 10 días a la propiedad del inmueble para que presente el informe necesario que solucione las deficiencias de este inmueble, ahora blindado y acordonado por el riesgo de derrumbe.  «Se trata de un problema de seguridad y ornato», ha recordado el concejal, que ha apuntado que en el plazo de esos días, la propiedad tiene que contratar a unos técnicos y presentar un informe para eliminar las deficiencias y evitar «la caída del placado a la zona donde estaba la terraza, en la vía pública». 

«Me han jodido el negocio, y hay ocho puestos de trabajo»