Campaña de buzoneo para "alertar de los peligros" de la mina en Cáceres

La Plataforma Salvemos la Montaña ha iniciado una campaña informativa de buzoneo con pasquines para alertar de los peligros que a su juicio traería consigo el proyecto de mina de litio subterránea. El motivo es que el yacimiento, como se ha indicado desde que comenzara esta polémica hace cinco años, se encuentra a 2,8 kilómetros de la ciudad monumental y a tan solo 1,4 kilómetros del Hospital Universitario de Cáceres. Según la información que el colectivo distribuye en esos ‘flyers’, la «megamina» consumiría anualmente 1.412.611 metros cúbicos de agua, lo que equivale «al consumo de 32.250 cacereños al año». 

En materia de salud, el colectivo alerta de que la explotación minera supondría desde su punto de vista miles de toneladas anuales de ácido sulfúrico, sosa cáustica, sulfato de aluminio, arsénico y hidróxido de litio «durante 26 años», lo que «nos puede provocar cáncer, malformaciones en fetos, lesiones cutáneas, diabetes, neurotoxicidad, edema pulmonar y enfermedades cardiovasculares».

Y en materia de empleo, el colectivo asegura que «según crece la oposición ciudadana, aumenta la promesa de puestos de trabajo». Empleos que, según la plataforma, serían «precarios», ya que «dos de cada tres serían subcontratas» aseguan. Además, alegan que la explotación del yacimiento de litio «destruiría 130 empleos sostenibles en la zona» de la Montaña.

Por último, indican que el «megavertedero arrojaría 31 toneladas de residuos» según aseguran. Ocuparía casi un millón y medio de metros cuadrados, y lo equiparan a 384 edificios de Múltiples (como el que se ubica en la avenida Clara Campoamor) «en volumen de residuos durante 26 años».

Sentencia del Supremo

También ha aprovechado la plataforma la sentencia del Tribunal Supremo (TS), que ha ratificado la negativa a la instalación de macro plantas fotovoltaicas en la zona protegida de los Llanos de Cáceres, para asegurar que el fallo otorga «más jurisprudencia» lo que «genera seguridad jurídica sobre la actualmente protegida zona de la Montaña, y dificulta más la extracción de mineral en la zona del yacimiento». Por otro lado, insta a los partidos en la oposición a «plantear formas de que los responsables de estas cacicadas paguen por sus actos, que terminan repercutiendo en el bolsillo de todos nosotros. De hecho, las costas de este proceso saldrán de ahí». 

Permiso de exploración

Por otro lado, el Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado el permiso de exploración (otorgado por un plazo de un año prorrogable) para explotar el proyecto de mina de litio en Cáceres, al que la Junta se refiere como «un yacimiento (boro, zinc, estaño, wolframio, litio, oro y plomo) que afecta a los términos municipales de Cáceres, Sierra de Fuentes y Torreorgaz».

El Servicio de Ordenación Industrial, Energética y Minera de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad resolvió el pasado 28 de marzo conceder permiso denominado ‘Extremadura S.E’ y se otorga a una de la empresa Castilla Mining SLU, filial de la minera australiana Infinity Lithium, para una extensión de 315 cuadrículas mineras.

El DOE especifica que los recursos a investigar son varios, «especialmente litio», además de estaño, wolframio, boro, zinc, oro, plomo y tierras raras. El permiso de exploración, tal y como regula la Ley 22/1973, de 21 de julio, de Minas, habilita para llevar a cabo estudios y reconocimientos sobre recursos mineros metálicos, «siempre que la técnica utilizada no altere sustancialmente la configuración del terreno».

Con el otorgamiento de este permiso «la empresa promotora podrá realizar estudios en áreas de suelos rústicos mediante métodos rápidos de reconocimiento con el fin de seleccionar las zonas más interesantes», según expresan desde la Junta. 

En este sentido, el proyecto de exploración permitirá ampliar el conocimiento geológico estructural de la zona afectada a nivel superficial mediante la recogida manual de 100 muestras de escaso volumen y otros ensayos petrográficos y mineralógicos de 20 muestras. A ello se unirá una campaña gravimétrica.

Con este permiso, al contrario que con el de investigación, «no será necesario realizar actuaciones de restauración del espacio, dado que el permiso otorgado no produce afección ni se generan residuos mineros». No obstante, este permiso «no excluye la necesidad de obtener otras autorizaciones que sean necesarias con arreglo a las leyes vigentes».