Así fue la jornada

San Jorge hace historia con un desfile que hace estallar la primavera cacereña

El vencimiento del dragón de Cáceres, una representación única en la región. Participaron más de 2.500 personas en el trayecto y hubo 21 escupefuegos

Así fue el dragón de San Jorge que protagonizó el desfile de Cáceres.

Así fue el dragón de San Jorge que protagonizó el desfile de Cáceres. / LORENZO CORDERO

Se temía para el sábado la presencia de lluvias en Cáceres. Por fortuna, estas no aparecieron, y a partir de las 20.00 horas y ante una mezcla de emoción y cierto grado de fascinación, sus calles se inundaron de fiesta para celebrar un multitudianrio desfile y conmemorar a su patrón, que permitieron a los residentes y turistas disfrutar y aplaudir, la victoria de San Jorge frente al atroz dragón

El trayecto comenzó desde la avenida de la Hispanidad hasta la plaza Mayor, donde la lanza del valiente caballero pudo más que las garras, los dientes y las llamas del reptil. Este animal mitológico es grande tanto por su papel en la historia como por sus dimensiones reales (14 metros de largo), coronado por una espectacular cabeza a la que le acompaña un cuerpo hecho con hierro, papel y cartón. Siempre en posición de ataque y con una apariencia agresiva que da miedo.

Cáceres entera se volcó con su festividad grande.

Cáceres entera se volcó con su festividad grande. / LORENZO CORDERO

Niños, padres y participantes de todas las edades gozaron de un tradicional pasacalles muy vistoso en el que no faltó la animación al ritmo de la música y las coreografías, luces, fuego, la danza del vientre, caballos, gigantes y cabezudos, las tropas cristianas y moras, príncipes y princesas dieron, a su paso, un aire de dinamismo. La colorista comitiva contó con la presencia de unos 2.700 figurantes y una veintena de Ampas de colegios con sus respectivos escupefuegos, que mantuvieron en todo momento esa sensación de alegría compartida entre los componentes de la cabalgata y el abundante público asistente. Un espectáculo mágico que sirve del mismo modo como revulsivo para dar a conocer la leyenda más allá de la capital cacereña. 

No faltó el fuego.

No faltó el fuego. / LORENZO CORDERO

El eje sobre el que gira la fiesta es la representación artística entre el bien y el mal, encarnados por San Jorge y el dragón, respectivamente. Así como la reconquista de la ciudad por el ejército de Alfonso IX, en el año 1229. El acto central y máximo exponente de esta recreación sucedió a orillas de la parte antigua, donde tuvo lugar una llamativa puesta en escena de la princesa Mansaborá o el caíd. Atributos no le faltaron, tanto por su vistosidad, como por el número de personas que congregó y las que se movieron para su organización. Muchos padres cogieron a hombros a sus hijos, que esperaron muy ansiosos la llegada de la bestia más temible y su séquito de pequeñas fieras fantásticas.

Grandes y pequeños se sumaron a la fiesta.

Grandes y pequeños se sumaron a la fiesta. / LORENZO CORDERO

Al cierre de este periódico el dragón desfiló por el paseo de Cánovas al son de los tambores y trompetas (guiño a Juego de Tronos y Paquito El Chocolatero), dispuesto a entrar en la plaza Mayor. El final de la historia ya se sabe: San Jorge venció al monstruo, que acabó siendo pasto de las llamas. Después, los fuegos artificiales fueron el colofón a este desfile multitudinario e histórico. Cáceres entero se volcó en pro de una festividad que cada año va a más y con una participación de colegios digna del mayor de los elogios.

Los colegios destacaron por su gran implicación.

Los colegios destacaron por su gran implicación. / LORENZO CORDERO

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