la primavera cacereña

La Virgen de la Montaña baja hoy a Cáceres implorando que acabe la sequía

Antes de la procesión los cofrades harán oración para pedir la lluvia. A Concejo llegará a las 19.30. Estará el presidente Vara y Caleros lucirá con flores de papel. Lleva la peana restaurada por Clara Hurtado

Un vecino coloca las flores de papel en Caleros.

Un vecino coloca las flores de papel en Caleros. / Carla Graw

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

La Virgen de la Montaña bajará hoy a Cáceres implorando que acabe la sequía; lo hará justo cuando se cumplen 382 años de esa procesión, un 3 de mayo de 1641, día en que la patrona bajó por primera vez del santuario ante las peticiones de los vecinos que imploraban lluvia en un tiempo de pertinaz sequía. 

En 1928 se aprobó que la Virgen procesionara cada cuatro años y en 1945 se oficializó el desfile anual; con él arrancaba el novenario que finaliza siempre el primer domingo de mayo coincidiendo con el Día de la Madre. Antes de esta fecha, la talla se trasladaba sólo a propuesta del ayuntamiento, del pueblo normalmente, y alguna vez por la junta directiva de la cofradía, sobre todo por alguna desgracia o una plaga.

Fue a principios del siglo XVII cuando un vecino de Casas de Millán, Francisco de Paniagua, recorría la provincia portando una imagen pequeñita de la Virgen y recogiendo limosnas para elevarle una capilla. A Cáceres llegó en 1621 y en la Sierra de Mosca alzó una cabaña y vivió como eremita. Luego, gracias a las aportaciones recibidas, fue construyendo la primitiva ermita, consagrada el 25 de marzo de 1626, y en ella celebró la primera misa Sancho de Figueroa, cura de Santa María y amigo de Paniagua. La bendición promovió sin dilación un fervor ilimitado de los cacereños, que desde entonces rinden tributo a la patrona, a ella se consagran y en ella confían en tiempos de adversidad.

Colocación de arcos en Caleros.

Colocación de arcos en Caleros.

Hoy, más de 50 localidades extremeñas están en situación de riesgo y emergencia ante un cambio climático que amenaza nuestros pantanos, pone en jaque a nuestro sistema agroganadero y al propio suministro humano. La cofradía no es ajena a esta situación y por eso la Procesión de Bajada centrará sus miradas en la Virgen y antes de partir hacia Santa María se rezará una oración en el santuario buscando a la patrona como benefactora.

Desde el lunes han sido días de trasiego, primero con el traslado de enseres hasta la concatedral: fundamentalmente ánforas, plataformas y estandartes. Ayer por la mañana se bajó la talla del camarín, ya dispuesta para iniciar el cortejo, considerado como el acto central de la primavera cacereña. 

La Procesión de Bajada estrenó su título de Fiesta de Interés Turístico Regional el 24 de abril de 2019. El desfile entraña un gran trabajo y es habitual que en el día de hoy los hermanos repongan fuerzas comiendo los tradicionales huevos fritos con patatas y chorizo, esta vez en el comedor de las monjas porque el restaurante del santuario está cerrado a la espera de su reforma.

Hermanos principales

Poco después, a las cinco, Isidro Ginés Morales Camacho (a sus 64 años es el hermano mayor más joven de la historia de la cofradía; tomó el cargo a los 59) organizará los turnos de carga con el reparto de planillos. Es él quien dispondrá los cuatro turnos de 30 hermanos que conforman los 120 que cargan a la Virgen (hay 125 pero los cinco de pico son directivos, todos menores de 65 años) y cada uno con sus jefes de paso. Tras la eliminación hace seis años del turno de los suplentes, en la cofradía existen tres escalafones (aspirante, activo y veterano). Para obtener la categoría de aspirantes deben enviar un escrito a la cofradía, tener 18 años y al menos uno de antigüedad en la hermandad. La directiva les remite luego una carta para que se tallen y poder asignarles un turno.

Chiqui González, de Flores Bouquet, ayer sobre las andas de la patrona.

Chiqui González, de Flores Bouquet, ayer sobre las andas de la patrona. / Carla Graw

Los aspirantes cargan siempre que hay sitio, es decir, en función de la falta de asistencia de los hermanos titulares de carga que se ausenten, pero lo cierto es que son muchos los titulares que ceden minutos a los aspirantes para que puedan cumplir el anhelado sueño de portar las andas de la Virgen, ya sea en la Procesión de Bajada o en la de Subida. Este año, además, hay tres nuevos hermanos que adquieren la condición de veteranos mayores de 65 años, que no cargan por diferentes motivos aunque la inmensa mayoría sigue haciéndolo. También se nombra a cinco hermanos de carga titulares. Además, y a tenor de lo que contempla el reglamento interno de la cofradía, se nombrarán tres hermanos principales; los exmayordomos Jesús María Larrazábal y Joaquín Floriano y el exárbitro de fútbol, Fide Valle Rico.

La procesión arrancará a las cinco de la tarde tras rezar la Salve dentro del santuario. Irá hasta el Amparo, donde se rendirá homenaje al exjefe de la policía local, César García González, y luego pasará por el puente de la ronda Este, cuyos bolardos se retirarán para facilitar el paso de la talla.

Encalando Caleros, una de las tradiciones que perdura.

Encalando Caleros, una de las tradiciones que perdura. / Carla Graw

La imagen, de estilo sevillano realizada en madera de nogal policromada por artista desconocido entre los años 1620 y 1626, saldrá a hombros del turno segundo. Lo hará bajo los sones del Himno de España y sobre sus andas de plata de 120 kilos de peso adquiridas en los años 60 en un taller sevillano y con la peana restaurada magistralmente por Clara Hurtado.

El año pasado se rompió otra tradición histórica que decía: ‘El que la mete, la saca’, y que establecía que el mismo turno que sacaba del santuario a la Montaña, la metía en Santa María. Ahora no es así. El objetivo es que todos los turnos tengan un papel relevante en cada una de las paradas de la imagen y que no recaiga siempre en los mismos hermanos las partes más duras del recorrido. La decisión se adoptó de común acuerdo entre el hermano mayor y Antonio Bazo, jefe de paso del número 2 (conocido como el de los balillas o calderillas).

José Félix Nevado, de Joyería Nevacam. Este año habrá un estand en Santa María vendiendo recuerdos de la patrona.

José Félix Nevado, de Joyería Nevacam. Este año habrá un estand en Santa María vendiendo recuerdos de la patrona.

La camarera, Julita Herrera, ayudada por su camarera auxiliar, Marisa Domínguez, la ha vestido primorosa con el manto que le regaló la ciudad para las bodas de plata de la coronación canónica en 1949, una prenda magnífica de estilo renacimiento, hecha de tisú de plata fina con oro fino de alto relieve. A su espalda, la imagen porta cuatro rosarios y no escapularios puesto que la Montaña nunca los luce. «Está preciosísima», dijo Herrera visiblemente emocionada. También lleva las medallas del ayuntamiento y de la Guardia Civil y el pectoral que Francisco Cerro, cardenal primado de España, regaló a la Montaña siendo obispo de Coria-Cáceres.

Vara y el estreno de Salaya

Encabezará el cortejo, a modo de cruz de guía, el estandarte que los cacereños regalaron a su patrona en 2006 con motivo del centenario de la declaración del patronazgo canónico de la Virgen sobre la ciudad. Obra de María Jesús Trejo, es blanco, ribeteado en bordados de oro, con una imagen de la talla en el centro sobre la que se lee su título de Madre de la Divina Gracia.

Le seguirán los niños (alrededor de 60, que igual que el resto de los hermanos vestirán con túnica azul cielo, capelina, guantes y cinturón blancos, y zapato negro), los trajes regionales, las cofradías de gloria, las patronales, la de Argeme de Coria y la Real Asociación de Caballeros y Damas de Guadalupe. Luego, la banda municipal, justo delante de la réplica del pendón de San Jorge, símbolo de la reconquista de Cáceres por las tropas de Alfonso IX de León, que irá encabezando a la corporación; y el estandarte de la cofradía, conocido como primigenio, de raso, con un medallón de plata en el centro que reproduce en oro la imagen de la Virgen. Compondrán igualmente el cortejo las instituciones hermanas de honor de la cofradía, que son el ayuntamiento, la diputación, el Cefot y la Guardia Civil. No faltarán las guiadoras. El paso será escoltado por la Guardia Civil, seguido de monseñor Jesús Pulido, el alcalde, Luis Salaya (el covid siempre le impidió estar físicamente en Concejo y hoy se estrena), la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, y el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

Operarios colocando arcos.

Operarios colocando arcos. / Carla Graw

La patrona lucirá espléndida. Sobre su sien, la corona de diario, circular de plata dorada, elaborada con las joyas que sobraron de la comunmente denominada ‘Corona buena’, fabricada en 1924 por el joyero madrileño Félix Granda, de cruces de rubíes, oro, brillantes, zafiros y esmeraldas, cuajada de diamantes, por la que se pagaron 150.000 pesetas. Esa corona fue fruto de las donaciones de miles de devotos anónimos con motivo de la coronación canónica de la patrona, privilegio concedido por su antigüedad, milagros y devoción popular. La joya original la portará durante todo el Novenario, llegará a las 12 de esta noche, custodiada por la policía local al ser una pieza única de gran valor económico y sentimental.

La corona circular de plata dorada, la copia de la buena, es la que desde hace años acompaña a la Montaña en la Procesión de Bajada. Echan de menos los cacereños que algún día se retome la costumbre de que baje con la corona de las campanitas, muy querida por la ciudad, pero existe un temor entre la cofradía y su mayordoma, por tratarse de una joya algo inestable. La circular, sin embargo, va sujeta a los hombros de la talla, con lo que queda prácticamente garantizado que no se mueve.

Llevará flores amarillas (claveles solidagos y liliums), que se han comprado en Bouquet y cuya responsable Chiqui González, se empleaba ayer a fondo junto a la camarera de ornato Pilar Campos, y el resto de sus colaboradoras, aunque cada vez va costando más trabajo encontrar gente joven que tome el relevo.

En Concejo la procesión adquirirá toda su oficialidad y allí cientos de personas verán cómo el alcalde Salaya le entregue el bastón de mando, como alcaldesa honoraria que es, condición que la patrona ostenta durante todo el novenario. Antonio Bazo lo colocará en las andas y la Virgen enfilará para Caleros, que este año estrena su decoración de 4.000 flores de papel azules y blancas confeccionadas por los vecinos (ayer ayudaron a su colocación el regidor municipal y el concejal Jorge Villar). No faltarán los arcos de flores y palmeras ni el baile de la talla al ritmo de El Redoble. El desfile seguirá hasta la ermita del Vaquero, donde el coro Alborada del padre Gianni le cantará Virgen Morenita. De ahí a la Cuesta del Marqués, con las canciones de las amas de casa. En Santiago, recibirá el homenaje de los Scouts Sant Yago y de las cofradías del Nazareno y de la Sagrada Cena.

Un repique de campanas llevará a la patrona a las Cuatro Esquinas, lugar donde le cantará la Tuna de Cáceres. Al entrar en la plaza le cantará Tamara Alegre y la Banda del Humilladero. Tras las palabras del obispo y del alcalde, la patrona enfilará hacia Santa María (donde por cierto habrá estos días un estand para vender recuerdos de la patrona), cargada por el turno tercero con los sones de la Banda Municipal y a cuya entrada el Coro Rociero le dedicará la Salve y comenzará el novenario. 

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