La política se cuela en un Womad que abre con una estrella ‘Grammy’

El jueves de Womad es el día favorito para los cacereños. Los locales acostumbran a aprovechar la jornada más calmada de la cita para evitar las multitudes y disfrutar de los conciertos. Quizá haya tenido que ver que el festival cumple este 2023 sus treinta ediciones --cumplió treinta años en la ciudad en 2022 pero solo 29 ediciones-- en Cáceres o tal vez haya sido fruto del azar, lo cierto es que por primera vez en su historia, el jueves abre con un cartel de ‘día grande’. Susana Baca, la artista que encabeza un festival que ha renegado siempre de cabezas de cartel protagoniza el interés de la jornada más política de lo habitual y por partida doble. 

El Womad llena la plaza Mayor de Cáceres

En primer lugar, porque la estrella con tres ‘Grammy Latinos’ ha aprovechado su presencia para reivindicar sobre las injusticias cometidas en su país, Perú, y expresar su compromiso con la lucha social y las nuevas generaciones que salen a la calle para reivindicar un futuro justo. En segundo lugar, porque mientras estaba previsto que se presentara este discurso al público, arrancaba uno de los momentos clave de las elecciones, la pegada de carteles que da inicio a la campaña electoral. Sobre este asunto había bromeado incluso el propio alcalde horas antes. «Empieza la campaña electoral el mismo día que empieza Womad, algo que para un alcalde es una pesadilla porque es una tormenta perfecta de trabajo en poco tiempo». Especial simbolismo para un festival que defiende desde sus inicios la tolerancia, la diversidad y la justicia social que la lectura de la jornada inaugural fuera que hay que defender la democracia. 

Con este contundente discurso arranca un Womad que ya se anticipa como el más multitudinario que se recuerda. Para ello, tendrá que superar la meteórica cifra de los 150.000 espectadores de la pasada edición. Esa estampa de lleno absoluto quedó más que inmortalizada y viralizada en una captura con dron que más tarde tuvo consecuencias legales. También dejó constancia que el sábado del pasado año se cerrara la plaza cuando había más de 30.000 personas en el recinto. El plan de evacuación contempla este año un máximo de 27.000 personas.

Salvada ha quedado también hoy aunque fuera a última hora la polémica de las barras de los bares, que finalmente pueden dispensar bebidas sin necesidad de entrar en sus locales. Del mismo modo, fiel a su formato primigenio, los asistentes pueden acceder con bebidas del exterior siempre que no lleven cristal. 

Así, con una logística que se mantiene sin cambios año tras año, también el escenario y la empresa de sonido, dio comienzo ante un goteo de público la primera de las cuatro jornadas de conciertos del festival internacional gratuito. Los locales Sanké inauguraron la tanda de conciertos, este jueves en un único escenario de la plaza Mayor. Las bandas extremeñas abren el telón cada jornada aunque lo hacen con menos tiempo que el resto de artistas, media hora. Más sonoro de lo habitual fue la ovación que se llevaron los extremeños, esto en gran parte fue así porque desde primera hora la plaza ya lucía un ambiente impropio de la jornada inaugural. Una hilera de jóvenes con bolsas, familias y curiosos peregrinaba hacia el epicentro.

Para poder acceder al recinto tenían que superar previamente el control de acceso vigilado por la Policía Local y una vez dentro, bajo la mirada de los agentes de seguridad que controlaban que la pasarela de evacuación estuviera vacía de público. Esta última tarea se complícó conforme la plaza fue llenando su aforo.

Una hora más tarde, subieron al escenario unos esperados Yin Yin, conocedores del público de Womad ya que en la edición anterior se subieron a la pista del festival en Las Palmas. Confiaron en la energía del público, y no defraudó. La encargada de cerrar el turno esta noche es Susana Baca, culmen de un elenco que prevé lograr uno de los llenos más inesperados en una jornada que habitualmente se alimenta de público local. 

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