ATRACTIVO TURÍSTICO

La «envidia sana» de Las Hurdes con La Alberca

El colectivo Hurdes Altas cree que la denominación de La Alberca como ‘pueblo Ferrero Rocher’ supondrá un impulso al turismo, que beneficiará también a esta zona de la Alta Extremadura

Critican la falta de apoyo para mantener la popular arquitectura negra hurdana

Estampa de La Alberca. Las Hurdes piden el mismo nivel de conservación del que disfruta el pueblo salmantino.

Estampa de La Alberca. Las Hurdes piden el mismo nivel de conservación del que disfruta el pueblo salmantino. / CEDIDA

La icónica iniciativa ‘Juntos brillamos más’ de Ferrero Rocher ya cuenta con una nueva denominación para el pueblo salmantino de La Alberca, que ha sido la localidad vencedora de la X edición de este certamen, en el que cada año los municipios participantes aspiran a «conseguir el icónico alumbrado navideño de la marca». Denominación que consiguió hace unos años Guadalupe.

Implicación

Esta distinción ha provocado que el colectivo Hurdes Altas se haya implicado en la votación de La Alberca, puesto que considera que el flujo de turismo que se va a generar les beneficiará, dado que está parte de la Alta Extremadura colinda con la provincia salmantina.

«Apoyemos a nuestro pueblo vecino de La Alberca, se merece sin duda alguna ser elegido este año pueblo Ferrero Rocher y, además, el desarrollo turístico de Las Hurdes depende en gran medida de este maravilloso pueblo de Salamanca. Entre todos lo coseguiremos», promulgaban desde el colectivo antes de la elección.

Toda vez conseguida esa distinción, «ahora, nos resta invitar a todos los ‘jurdanos’ y extremeños en general a visitar este precioso pueblo y su espectacular iluminación navideña. No olvidéis en vuestro paso por Las Hurdes disfrutar de nuestros magníficos establecimientos hoteleros, nuestros restaurantes, nuestros bares y tiendas de productos típicos de este maravilloso paraíso». Además, el colectivo asegura sentir una «tremenda envidia sana por lo bien que han sabido conservar» el municipio salmantino. En contraposición a las ayudas que recibe esta comarca, donde luce la tradicional arquitectura negra.

Sin rehabilitación

Atesora uno de los mejores ejemplos de la arquitectura negra hurdana, con sus sencillas y humildes casas hechas de pizarras, sin usar ni cemento ni argamasa. Lo que convierte esta estampa en una de las más singulares del turismo extremeño. Nos referimos a la alquería de Riomalo de Arriba en Las Hurdes, que apenas alberga a un par de habitantes, y que no consiguió pasar el corte de la Administración para dar luz verde al plan de convertir en destino turístico sostenible Ladrillar (municipio del que depende este núcleo rural) y de rehabilitar el conjunto histórico de esta pequeña alquería. De hecho, no obtuvo el visto bueno por parte del Comité Consultivo: compuesto por la Secretaría de Estado de Turismo, la Junta de Extremadura y la FEMPEx. Algo que desde el colectivo 'jurdano' lamentan profundamente, ya que conseguiría impulsar esta olvidada zona de la Al