un repaso a la hemeroteca musical

El año en el que The Pogues tocaron en Cáceres

La muerte del icónico Shane McGowan reaviva el recuerdo del día en el que su banda actuó en un Womad recién nacido y de una época en la que la ciudad era epicentro de las grandes bandas internacionales

The Pogues, durante su actuación en Womad de 92.

The Pogues, durante su actuación en Womad de 92. / J. CALDERA

Gema Guerra Benito

Gema Guerra Benito

En la última la figura de Shane MacGowan ha vuelto a copar los titulares de la prensa musical por un motivo que no es precisamente el más agradable. Su fallecimiento a los 65 años aquejado de problemas de salud ha revuelto las hemerotecas y ha sacado a relucir las crónicas de sus conciertos con una de las bandas de su vida, The Pogues. 

El grupo, con el cantante al frente, se convirtió en leyenda del rock irlandés. La particular mezcla de la vanguardia y la tradición y la influencia del punk de la época con los Sex Pistols los convirtieron en un atractivo para los festivales. También se convirtió en mito MacGowan, al menos por hacer alarde de un carácter genuino que ha mantenido incluso tras su muerte. Si se hizo viral el vídeo de su funeral más bien convertido en un recital post mortem, lo ha hecho también la noticia de que dejó pagados 12.000 euros a la cuenta del velatorio. 

Lo cierto es que la hemeroteca de Cáceres es más extensa de lo que puede llegar a parecer. Hubo una época en la que la ciudad se convirtió en epicentro para grandes bandas internacionales. Estrellas visitaban la capital para ofrecer conciertos que se recuerdan. En esa lista, por supuesto, también estuvieron The Pogues. La banda formó parte del cartel de un Womad recién nacido en 92 en el que compartieron escena con Siniestro Total, Salif Keita o los Inmaculate Fools. 

Se da la circunstancia de que Shane, el fundador de la banda en el 82, había abandonado el grupo a principios de los 90 y fue sustituido por el mismísimo Joe Strummer, vocalista de los míticos The Clash. Mientras tanto, Shane fundó The Popes, y ya a principios de los 2000 la banda primigenia volvió a reunirse. Las crónicas publicadas sobre aquel concierto en Womad de Cáceres, precisamente, se hacen eco de su ausencia. «Se echó de menos la voz carrasposa de MacGowan en temas como Dirty old town, pero la estética de la botella en la mano ha sido sustituida con una especie de retorno a lo que pudieron ser los inicios de la era del punk, curiosamente aderezados con los matices folclóricos que siempre les han sido propios», relataba la periodista Blanca Oria en este diario. Cerraron el concierto con un tema con Los lobos, otra de las bandas de la jornada. 

Aquella noche del 10 de mayo de 1992 el Hípico reunió a 5.000 personas. Cuatro meses después, en verano, los Dire Straits llenaron el Príncipe Felipe para 30.000 personas y un año antes, Mecano había congregado a otros 15.000 en el ferial. Cáceres, también eufórica por el ascenso del equipo de baloncesto a la ACB, fue epicentro aquellos años para las bandas internacionales, muchas de ellas bajo el amparo de Womad. De aquella explosión noventera ha sobrevivido la memoria y el propio festival, todo un logro en los tiempos que corren.

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