EL MISTERIO, EN LOS CIELOS CACEREÑOS DE GREDOS

El Club Michaelus, listo para instalar el belén más alto de Extremadura

Este domingo, los senderistas subirán hasta el Monumento a los Montañeros, en el Puerto de Honduras, a 1.440 metros de altitud 

Imagen de una edición anterior. El nacimiento de este año será de cristal.

Imagen de una edición anterior. El nacimiento de este año será de cristal. / CEDIDA

Llevan veintidós años montando el nacimiento en el Puerto de Honduras, a 1.440 metros de altitud (con 800 metros de desnivel), y nunca fallan. El próximo domingo volverán al Monumento de los Montañeros para colocar un nuevo nacimiento, esta vez en homenaje a los cristaleros, realizado por el senderista y artista José Cordero Pajares. Así, el Club Michaelus cumplirá con la tradición y pondrá el nacimiento más alto de Extremadura, en la vertiente meridional de Gredos, entre los valles del Ambroz y del Jerte. Los bellos parajes norcacereños acunarán al niño otra Navidad.

Todavía quedan algunas plazas, aunque muy pocas, para participar en esta andadura a la que acuden entre 150 y 200 senderistas vinculados o no al club. Es posible apuntarse en el teléfono 667 772839. El precio de inscripción (20 euros) incluye el desplazamiento en autobús, que partirá a las 9.00 de la avenida Rodríguez de Ledesma (Cáceres) y a las 11.00 desde Gargantilla. Se subirá en este vehículo hasta la mitad del puerto, ya que el camino original se encuentra impracticable. Luego serán 14 kilómetros a pie de dificultad media-baja.

El nacimiento quedará ubicado en el Monumento a los Montañeros, donde se brindará con sidra y se comerán dulces y turrón. Al regreso, se degustará chocolate con churros en el pabellón de Gargantilla y se repartirán regalos.

El belén de Honduras luce cada año una temática. En 2022 estuvo dedicado a los trabajadores de los museos y esta vez se trata de una composición creada por José Cordero Pajares, profesional que lleva cuarenta años dedicado al oficio de la cristalería. Quiere rendir homenaje a su sector con un material frágil pero lleno de encanto, con piezas cortadas y pulidas a mano. Los senderistas lo llevarán sano y salvo hasta ese punto donde las tierras cacereñas se encuentran con el cielo. 

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