del robo en la bodega a la detención de los acusados

Los cuatro capítulos del caso Atrio

El robo más mediático de la historia ha protagonizado titulares desde hace tres años. El fallo del Supremo pone fin al periplo en los tribunales aunque las botellas siguen sin aparecer

La abogada de los acusados, Sylvia Córdoba, responde a los medios tras una sesión del juicio.

La abogada de los acusados, Sylvia Córdoba, responde a los medios tras una sesión del juicio. / CARLA GRAW

Gema Guerra Benito

Gema Guerra Benito

Si hay un caso que ha centrado la atención mediática en Cáceres en los últimos años ha sido el robo millonario de Atrio. El suceso ha protagonizado titulares de la prensa mundial desde que tuvo lugar una mañana de octubre en 2021 hasta su recorrido en los tribunales en una insólita instrucción por su agilidad. Con los principales acusados, ya condenados en tercera instancia, en la cárcel, la causa vislumbra este mes de enero su fin, al menos en los juzgados tras el contundente fallo del Tribunal Supremo, que ratifica la condena para Priscila Lara Guevara y Constantin Dumitru. Si se analiza el periplo de la causa, con un guion que daría para película, la serie estaría dividida en cuatro capítulos clave. 

El robo de las 45 botellas de lujo en la bodega

El primer capítulo, el que desencadenó todo, ocurrió la madrugada del 27 de octubre de 2021.No fue hasta la mañana del 28 cuando los dueños del hotel de lujo denunciaron los hechos tras reparar en que en la bodega faltaban 45 botellas, entre ellas, la joya de la corona, el codiciado Chateau d’Yquem de 1806 valorado en 310.000 euros que los propietarios adquirieron en una subasta en Londres años antes y que contaba, además, con una particular historia porque se rompió en el traslado y tuvo que ser reembotellada. Desde un primer momento, la hipótesis que mantuvieron los dueños y que se siguió más adelante fue que los autores del robo eran dos personas que la noche anterior se habían alojado en el hotel y lo habían abandonado apresuradamente a primera hora de la mañana. «Uno de ellos reservó la habitación, cenó con otra persona que llegó más tarde y de madrugada ordenaron a la cocina algo para comer». Estas fueron las bases sobre las que se sustentó la investigación. Las botellas desaparecieron sin provocar ningún altercado porque los ladrones aprovecharon la circunstancia de la tranquilidad del turno de noche. 

La detención en Croacia de los dos acusados

Desde que se produjo el robo, la Policía Judicial inició una investigación, primero para esclarecer lo ocurrido y buscar a los autores, y e gundo, para conocer el paradero de las 45 botellas de lujo, la mayor incógnita hasta ahora. La primera de las circunstancias si llevó a la detención de dos personas, Constantin Dumitru y Lara Priscila Guevara, medio año después, es decir en julio de 2022. Ambos fueron interceptados en una operación conjunta de la Interpol cuando cruzaban la frontera a Croacia en coche. Fuentes policiales que les detuvieron tras seguir sus movimientos durante seis meses porque eran los principales sospechosos. Dumitru, de hecho, fue imputado por el robo de una botella de whisky en una tienda gourmet de Madrid y contaba con antecedentes. Priscila, no.

Solo con un pasado mediático dedicado a los certámenes de belleza. Ambos fueron trasladados a España. Primero, a Madrid. Y luego, a petición de la jueza, a Cáceres, para interrogarles. Fue en agosto de ese año, cuando prestaron declaración en la sede del palacio de Justicia de la ciudad. Tras declarar, la magistrada decretó su ingreso en prisión porque consideraba que el riesgo de fuga era alto. Ya la declaración suscitó gran interés de la prensa por lo elevado del valor de las botellas y por lo insólito del robo en un hotel de lujo. También generó interés mediático que ambos contrataran para su defensa a la abogada Sylvia Córdoba, una reconocida letrada penalista de Madrid. Ese verano desfilaron para ser interrogados en calidad de testigos los propios dueños --Toño Pérez finalmente no declaró alegando que estaba en una feria-- y todos los trabajadores del hotel, incluso los que se encontraban en el turno la noche del suceso. 

El juicio más mediático en la Audiencia

Si hay algo que ha llamado la atención del caso ha sido la agilidad con la que se ha desarrollado la instrucción dada su envergadura. Desde la detención de Dumitru y Priscila hasta el juicio tan solo transcurrieron siete meses. En ese intervalo, su abogada intentó sin éxito que salieran de prisión pero todas las peticiones fueron rechazadas por el juzgado. Finalmente, en marzo de 2023 y ante una expectación desmedida que obligó a habilitar una sala exclusivamente par ala prensa, tuvo lugar el juicio en Cáceres. La vista se prolongó durante varios días en los que fueron interrogados acusados, testigos y peritos. Los acusados se declararon inocentes y su abogada mantuvo en todo momento que no había pruebas contundentes contra sus defendidos y que su acusación se basaba en especulaciones. Alegó que estaban de vacaciones y que recorrían Europa. Los testigos y peritos, por el contrario, sí les situaban en el lugar del robo. Finalmente, la Audiencia Provincial de Cáceres les condenó a cuatro años y medio de prisión por robo. En enero ambos cumplen un año y medio de la condena en la cárcel. 

Del recurso del TSJEx al fallo final del Supremo

Su defensa recurrió el fallo en primera instancia, ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que ratificó la sentencia de la Audiencia. De nuevo, alegó en casación ante el Tribunal Supremo, que se ha pronunciado en los últimos días y de nuevo, ha dado la razón a los juzgados. El fallo del alto tribunal confirma que ambos se hospedaron en el hotel, que cenaron allí y por la noche pidieron algo para comer. Así, aprovechando la distracción en cocina, Dumitru entró en la bodega y se llevó las botellas. Ya, ante un escenario que vislumbra su final, al menos en los tribunales, sigue sobre la mesa el gran interrogante del mediático caso: ¿Dónde están las botellas?. Esa pregunta queda, por el momento, sin respuesta. 

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