sanidad

Quejas por los fallos en la máquina de radioterapia del Universitario de Cáceres donada por Amancio Ortega

Afectados y familiares de enfermos denuncian que se han ido a casa sin recibir los tratamientos

La Junta habla de "problemas puntuales" y anuncia que está prevista la entrada en funcionamiento de un segundo acelerador durante el mes de febrero

Imagen de la máquina instalada en el Hospital Universitario de Cáceres.

Imagen de la máquina instalada en el Hospital Universitario de Cáceres. / EL PERIÓDICO

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

"Un día más la máquina se ha bloqueado y los pacientes se han ido para casa sin poder recibir los tratamientos. A mi padre, de cinco sesiones sólo le han dado dos. Tiene pendiente más de 30", lo cuenta Sara a propósito de los fallos de la máquina de radioterapia del Hospital Universitario de Cáceres.

"Sentimos mucha impotencia y miedo... La posible curación o control de la enfermedad se nos escapa cada día", asegura la afectada. Sara explica que su padre inició el tratamiento de radioterapia la semana pasada. Le dieron su primera sesión el martes; y el miércoles, la segunda. "Ese mismo día les comunicaron que el jueves no fuera porque la máquina tenía que pasar por una revisión y que fuera el viernes a la misma hora. Poco antes, ese mismo viernes, lo llamaron por teléfono para comunicarle que había otra avería y que no acudiera".

El padre de Sara ha sufrido una recaída de cáncer de próstata, un mal del que se le intervino hace cinco años. Entonces, por cierto, tuvieron que llevarlo a la privada ante la lista de espera que acumulaba la sanidad pública. Es imprescindible que el paciente reciba un tratamiento de rescate, que son 35 sesiones. Además, "iniciar el tratamiento nos ha costado en tiempo de espera", recalca Sara. "Mi padre tendría que llevar cinco sesiones y lleva dos", reitera. Además, relata que en la consulta comprobaron que otro enfermo llevaba tres semanas allí y que de las 15 sesiones sólo le habían dado seis, ni la mitad (es una sesión diaria de lunes a viernes)".

Sara insiste: "Quiero que a mi padre le den un tratamiento". Por eso no ha dudado en enviar un email a la presidenta de la Junta, Maria Guardiola, y a la consejera de Sanidad, Sara García Espada, para que medien cuanto antes y se solvente esta situación.

La afectada agradece la donación del equipo de radioterapia que realizó Amancio Ortega, el dueño de Zara. "Si él no lo hubiera donado no tendríamos ese tratamiento. No tenemos nada en contra de esa donación, al contrario". Y añade: "nos dicen que los enfermos no van a ser derivados y llevamos un desgaste brutal".

Sara no es la única afectada que ha acudido a este periódico. También lo ha ha hecho Julia, quien por su parte cuenta que "la radioterapia para enfermos oncológicos se daba en la clínica San Francisco, hoy hospital Parque. Estas sesiones eran tanto para enfermos de la Seguridad Social como de empresas privadas". Sin embargo, según relata, una vez que Amancio Ortega donó la maquinaria, el tratamiento se realiza en el Universitario para enfermos de la Seguridad Social y a los enfermos cacereños de las empresas privadas los mandan a Talavera de la Reina, a 180 kilómetros.

"Me parece asombroso que los traten de esa manera, ya que es una enfermedad dura y muy difícil. No sería lógico que las empresas privadas pagasen a la Seguridad Social para que sus enfermos no tuviesen que viajar. Cuando la Seguridad Social les pagaba a ellos, no se quejaban", concluye.

La respuesta de la Junta

Entretanto, el Servicio Extremeño de Salud ha reconocido que "desde hace unas semanas ha habido problemas puntuales en dicho servicio con paradas del acelerador lineal. Estas paradas han sido de poco tiempo, generalmente en turno de tarde, achacables al uso intensivo que se realiza de dicho acelerador".

Añade que "una tarde estuvo parado todo el turno para el arreglo de la camilla del acelerador" e insiste en que "existe un servicio de mantenimiento contratado por el SES que se ocupa de todos los aceleradores de la comunidad".

En una nota remitida a este diario, la Junta anuncia que "está previsto la entrada en funcionamiento del segundo acelerador durante el mes de febrero, con lo que disminuirá la carga del primero y los problemas que aparecen secundarios a su uso".

Aclara, además, que "no se han derivado pacientes a otras áreas porque los paros han sido puntuales manteniéndose el tratamiento completo dichos pacientes. Se mantiene el tratamiento que se realiza a pacientes del resto de áreas de salud de la provincia de Cáceres".

Igualmente, reitera que por parte del servicio de Oncología Radioterápica se valora de manera individual los pacientes que se anulan para evitar un perjuicio en su tratamiento y en la evolución de su enfermedad.

Los equipos de Amancio Ortega

El equipo se instaló en 2021 Fue adquirido gracias a un convenio firmado entre la Junta de Extremadura y la Fundación Amancio Ortega y costó 3,68 millones de euros. Es uno de los más punteros a nivel nacional y permitió ofrecer tratamientos de vanguardia a los enfermos de cáncer. Esto ha supuesto, además, que muchas técnicas que hasta ahora requerían la derivación a otros hospitales fuera de la comunidad pudieran ofrecerse en Cáceres. Además, al tratarse de un equipo mucho más preciso, permite que el enfermo pueda recibir menos dosis y que estas sean más efectivas. Las previsiones iniciales era llegar a unos 500 pacientes al año. 

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