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La historia que une a Cáceres con Irlanda: dos gaiteros tocarán en la procesión de los Estudiantes

En los años 30, diez músicos irlandeses se integraron en la sociedad cacereña y acompañaron con sus instrumentos actos de todo tipo. El gesto de este Viernes Santo rememorará aquellas vivencias

El Cristo de los Estudiantes, en su procesión de Viernes Santo.

El Cristo de los Estudiantes, en su procesión de Viernes Santo. / EL PERIÓDICO

La Semana Santa de Cáceres vivirá una imagen inédita el próximo Viernes Santo, una singularidad que pretende recordar los lazos que unen a la ciudad con Irlanda. Cuando la procesión de la Franciscana Cofradía Penitencial del Vía Crucis y del Santísimo Cristo del Calvario (Cristo de los Estudiantes) llegue a la plaza Mayor, dos gaiteros procedentes de Dublín (Irlanda), ataviados con sus trajes tradicionales y 'bagpipes' (gaitas), interpretarán 'The Flower of the forest', un tema tradicional irlandés/escocés que se toca en absoluto silencio y oración durante ceremonias íntimas, para honrar la memoria de los que ya no están.

De hecho, se trata de una pieza presente en funerales de príncipes y reyes, que numerosos músicos han incorporado a sus repertorios, caso de Mike Oldfield o Michael Nyman. Cacereños y turistas podrán escucharla cuanto el cortejo de los Estudiantes se aproxime a la ermita de la Paz. Si finalmente la procesión no saliera del templo a consecuencia de la lluvia, los gaiteros tocarán igualmente en el interior de la Iglesia de Santo Domingo a la hora prevista de inicio.

Este gesto, nunca escenificado en Cáceres hasta el momento, se suma a la Semana Santa de la ciudad como homenaje a los hermanos fallecidos de la cofradía de los Estudiantes, y como agradecimiento a la comunidad franciscana de la iglesia de Santo Domingo, que a finales de los años 30 acogió cada domingo, y en todas sus celebraciones religiosas, a un grupo de diez jóvenes músicos gaiteros procedentes de Irlanda. "Durante cinco meses se integraron en la sociedad cacereña y acompañaron con sus instrumentos actos institucionales, religiosos, culturales y tradicionales". Estos humildes músicos católicos participaron en eventos de relevancia, y con gran respeto compartieron su música para enriquecer la cultura y las tradiciones locales de aquellos tiempos. "Como consecuencia, el templo de Santo Domingo pasó a ser conocido durante mucho tiempo como la Iglesia de los irlandeses, explica Patricia Bravo, una de las organizadoras del recital.

Y es que esta acción forma parte de una investigación realizada por un equipo de profesionales procedente de España (Extremadura), Escocia e Irlanda, un trabajo que se ha llevado a cabo en diferentes países donde se encontraba recogida una historia tan poco conocida en Cáceres. "El objetivo es dignificar la figura de esta banda de músicos y recuperar las tradiciones que nos unen con Irlanda a través de la música", señala Patricia Bravo. De hecho, se trata de la primera iniciativa de un proyecto mucho más amplio que se presentará posteriormente para su desarrollo durante el año.