Opinión | EL APUNTE

Subus sigue 3 años más subido al autobús

La relación contractual con el ayuntamiento finaliza en junio, pero se activará la prórroga que permite la adjudicación de la concesión de 2014 para la gestión del servicio de transporte urbano

Junio de 2014, acto de presentación de los nuevos autobuses cuando Vectalia se hizo con la concesión del servicio.

Junio de 2014, acto de presentación de los nuevos autobuses cuando Vectalia se hizo con la concesión del servicio. / EL PERIÓDICO

Era de esperar. Subus seguirá con la gestión del servicio de autobuses urbanos, el ayuntamiento activará la prórroga del contrato que se tiene con la compañía levantina desde 2014, periodo que puede llegar a los tres años, lo que probablemente pasará, dado que antes tiene que convocarse el concurso de parques y jardines, que ya ha entrado en su último año de prórroga. Son el tercer (autobús urbano) y cuarto (parques y jardines) contrato de mayor importe que la entidad local tiene en concesión, en lo que es una gestión indirecta de un servicio público. El del transporte urbano tiene un coste que supera los seis millones anuales.  

Pero la vinculación que tiene el grupo Vectalia con la ciudad es anterior, desde el mes de febrero de 2011, cuando ‘salvo’ la prestación del servicio de autobuses al quedarse con el contrato que el ayuntamiento tenía con Autobuses Urbanos del Sur, la compañía de Gerardo Díaz Ferrán, el expresidente de la CEOE, que se encontraba en una situación insostenible para seguir con la concesión.

Subus (grupo Vectalia) ganó de calle el concurso que el ayuntamiento convocó en 2014 con una oferta que sujetaba el déficit del servicio de autobuses, su propuesta sacó 97 puntos de cien posibles. El contrato era por diez años con una prórroga de tres más. En los ejercicios anteriores, la cantidad anual que debía aportar el ayuntamiento para que las cuentas de los autobuses cuadrasen superaba de largo los tres millones, llegándose a puntas de más de cuatro millones en 2011 y 2012. Con su propuesta, la empresa se comprometía a un déficit inicial de 2,4 millones. Durante los primeros años se consiguió sujetar esa pérdida, propia en el servicio de autobuses porque para favorece el uso del transporte público no se pueden trasladar todos los costes al billete o bono que paga el usuario. Esa disciplina en el déficit se fue relajando poco a poco por los cambios en líneas hasta alcanzar los 3 millones, y se rompió definitivamente en el año de la pandemia, cuando ya superó los 4 millones, desde entonces muy poco se ha reducido. En el presupuesto de 2024 se hace una previsión de 2 millones, que ahora aumenta con 328.000 euros para respaldar la parte que aporta el ayuntamiento para sufragar la rebaja de un 50% de los bonos del autobús y la gratuidad del servicio para los menores de dieciséis años.

Pero esa previsión del déficit en 2 millones de euros es solo para el primer semestre, las liquidaciones del contrato de concesión con Subus van desde junio hasta mayo, no son años naturales, sino que empiezan a contar desde el mes que entró en vigor la concesión de 2014. Los servicios económicos del ayuntamiento lo advierten en su informe del presupuesto al detallar que no se ha contemplado crédito suficiente para atender la subvención del déficit y que se deberá habilitar una cantidad mayor una vez se conozca la liquidación del año 10 del contrato (de junio de 2023 a mayo de 2024, se sabrá a partir del próximo junio) para hacer frente a la liquidación resultante.

Si el déficit ha aumentado desde el inicio del contrato, el incremento de viajeros también lo ha hecho gracias a las rebajas en los bonos y a que los menores de 16 años no pagan. El pasado año se cerró con los mejores números desde que el contrato está en vigor, fueron 5,4 millones de viajes con la línea 8 como la estrella del servicio con 1,2.  

Subus seguirá y será en 2027 cuando se resolverá la nueva licitación, un concurso que, si no pasa lo ocurrido con la basura, atraerá a las principales empresas del sector y en el que Subus, que por su experiencia es la que mejor conoce el servicio, partirá como favorita. Salvo excepciones, como la ocurrida en 2023 con Conyser en el contrato de la basura o con Canal con la caótica licitación de 2010, la empresa que gestiona el servicio, repite.   

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