El Extremadura se lleva su trofeo ante un CD Badajoz con mucho por mejorar

El CD Extremadura se llevó el Trofeo 'Almendralejo Ciudad de la Cordialidad' tras ganar en la tanda de penaltis al CD Badajoz, después de un partido que finalizó con empate a cero y que se disputó en horario matinal en el estadio Francisco de la Hera por las fiestas de la Piedad. Fue un test más de pretemporada donde se notó que el Extremadura tenía ganas de agradar a su afición en el primer partido en casa de esta nueva campaña, mientras al Badajoz se le notó falto de rodaje y, sobre todo, de fichajes. Presenciaron atentamente en la grada el encuentro el director deportivo, Gudi, junto a Guzmán Casaseca. Y, desde luego, seguro que se llevaron la misma impresión de que el equipo de Tenorio precisa refuerzos.

El Extremadura le plantó cara y tuteó en todo momento al Badajoz, pese a estar dos categorías por debajo. Tras un primer cuarto de hora con dominio del balón del cuadro pacense, liderado en el centro del campo por Sandro Toscano y con Adri Carrasco en la izquierda como principal baluarte ofensivo, fue el Extremadura el que se hizo dominador del segundo tramo de la primera parte y generó algunas ocasiones para adelantarse en el marcador. Tuvo una muy clara Pablo Cidoncha de cabeza y un mano a mano de Leandro que desbarató bien Olmedo.

Si un hubo un jugador que brilló por encima del resto ese fue Marco Manchón, el hermano pequeño de Samu Manchón, que ahora precisamente está en el Badajoz y se enfrentó a él. Marco Manchón es el fichaje estrella del Extremadura. Y encima, de casa. Después de curtirse un año en Segunda Federación con el Villanovense (impropio no haberle visto con más minutos sobre el campo), el almendralejense decidió bajarse dos categorías y apostar por el club de su tierra para crecer con él. Desde luego, la puesta de largo fue tremenda. En regates, arrancadas, desequilibrio y liderazgo con el balón en los pies. Se llevó una ovación tremenda al ser retirado del terreno de juego.

Fue un partido con más control que oportunidades. En la segunda parte, Moi Ortega tuvo un par de buenas intervenciones para evitar el gol del Badajoz. Y también un error capital que a punto estuvo Anibal de convertir en gol. Lo hizo, pero ayudado con la mano en el control. El Extremadura pudo marcar por medio de Manchón, tras una gran maniobra de Enrique. Y con un remate de Cidoncha que se marchó fuera tras asistencia de Manchón.

El trofeo se decidió en penaltis, 8-7. Sólo falló el juvenil Izquierdo, hijo del mítico Agustín Izquierdo, y que hace sus pinitos en el CD Badajoz. El Extremadura arrancó ilusión a su grada de cara a su segundo año. El Badajoz, incertidumbre. Queda verano.

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