TENIS | OPEN DE AUSTRALIA

El elefante en la habitación del tenis: Zverev, nuevo líder de los jugadores, sacude el Open de Australia por su juicio por maltrato

El alemán, recientemente elegido para representar a los tenistas en el Consejo de Jugadores, fue condenado por un tribunal alemán por un delito de lesiones físicas contra su exnovia y afrontará un juicio en mayo tras recurrir la sentencia

Mientras que en el circuito masculino reina el silencio, la número uno del femenino, la polaca Swiatek, ha alzado la voz: “No es bueno que un jugador que se enfrenta a cargos como ese sea ascendido”

Daniel Gómez Alonso

Hay un elefante en la habitación del tenis, y los intentos de los organismos que rodean al deporte por hacer como si nada pasara empiezan a resultar infructuosos. (Casi) todo el mundo trata de esquivar el asunto, como si no existiera, pero no hay nadie que no lo tenga presente. Cuatro años después de ser acusado por su exnovia Olga Sharypova de maltrato durante una discusión en Berlín en 2020, Alexander Zverev, número seis del mundo, sigue acudiendo con aparente normalidad a cada uno de los torneos del calendario, pero los últimos movimientos han vuelto a poner el foco en un caso que los protagonistas del circuito han eludido en los últimos tiempos.

El pasado octubre, el medio británico The Guardian informó de que Zverev, de 26 años, fue condenado por un tribunal de Alemania a pagar 450.000 euros en multas por lesiones corporales causadas a su exnovia. La multa fue decretada por medio de una orden de sanción, un concepto judicial contemplado en la legislación alemana para evitar ir a juicio en aquellos casos en los que interpreta que las evidencias de la comisión del delito son suficientes, aunque el posterior recurso de los abogados del tenista obligará a acudir a ambas partes a los juzgados el 31 de mayo, en pleno Roland Garros (podrá declarar por videoconferencia).

La sanción a Zverev no impidió, sin embargo, que sus compañeros le eligieran junto a otros tres tenistas como su representante en el Consejo de Jugadores, el órgano que se encarga de velar por los intereses de los jugadores del circuito ATP. Una decisión que fue anunciada el pasado 8 de enero, apenas unos días antes de darse a conocer la fecha del juicio, y que ha llevado su onda expansiva hasta el primer Grand Slam del año, el Open de Australia.

Desde que se supo la fecha, las ruedas de prensa de Zverev se han convertido en monotemáticas, generando incómodos intercambios y momentos de tensión entre la prensa y el jugador, que ha defendido en todo momento su capacidad para ejercer el cargo a pesar de la condena. "¿Por qué no iba a ser así?", ha contestado en todo momento a las preguntas de los periodistas desplazados, a los que la cerrazón del alemán no les ha resultado suficiente.

"¿Cree que tiene la confianza de sus compañeros para seguir en ese rol?". han insistido. "Sí, eso creo. Nadie me ha dicho nada. No tengo ninguna razón para no creer eso (...). Algunos periodistas están más interesados en obtener clics con sus noticias sobre esto que en obtener la verdad", declaró el pasado martes, visiblemente molesto por las preguntas de los presentes en Australia.

El silencio de sus compañeros

Los compañeros del alemán, sus actuales representados, también han sido abordados y cuestionados sobre el caso, pero ninguno hasta ahora ha decidido salirse del carril que ha marcado el propio Zverev. Del “soy bueno jugando al tenis pero no con las decisiones políticas” del local de Minaur al “trato de no leer mucha prensa, no conozco bien lo que ha pasado” de Dimitrov, pasando por el “no diré nada, no estoy familiarizado con la situación” de Tsitsipas o el "no he tenido mucho tiempo para pensar en ello” de Ruud, todos los tenistas masculinos han optado por el mismo tipo de respuesta para esquivar la polémica.

Solo Iga Swiatek, número uno del circuito femenino, se ha atrevido a ir un paso más allá. Después de hacer una pausa para considerar su respuesta, y tras asegurar primero no saber "cuál será el resultado de la investigación", la polaca admitió públicamente que "no es bueno que un jugador que enfrenta cargos como ese sea ascendido".

Críticas a Netflix

El Open de Australia, por su parte, ha decidido limitar al máximo la exposición de Zverev en sus redes sociales y sus canales, informando únicamente del resultado de sus partidos y evitando subir cualquier tipo de vídeo con sus mejores puntos como si hace con el resto de jugadores.Una línea distinta a la empleada por Netflix, que a pesar del caso elegió a Zverev como uno de los protagonistas en la segunda temporada de su documental Break Point, en la que se muestra a los tenistas en su día a día detrás de las cámaras.

El gigante del streaming dedicó un episodio completo al alemán que se centró en el proceso de recuperación tras lesionarse gravemente el tobillo durante la semifinal de Roland Garros contra Rafa Nadal, y en el que en ningún momento se mencionó la acusación penal ni ninguna de las denuncias de violencia machista formuladas en su contra.

"Está claro que su gran regreso tras la grave lesión es una gran historia, pero da la sensación de que solo buscan agrandar la figura de la persona a la que dedican cada capítulo, mostrando únicamente lo bueno" reconoció hace unos días Taylor Fritz, protagonista en la primera temporada de la serie, sin querer aludir directamente al caso de maltrato.