Fútbol. Segunda Federación

Un punto de dos caras entre Badajoz y Villanovense

Ambos equipos firman un empate que condena a los primeros y da alivio a los serones

Los jugadores del Badajoz se lamentan de una ocasión fallada mientras que los del VIllanovense conversan entre ellos.

Los jugadores del Badajoz se lamentan de una ocasión fallada mientras que los del VIllanovense conversan entre ellos. / Andrés Rodríguez

Luis Rollano

Luis Rollano

0 - Badajoz: Miguel Narváez; Fran Grima, Liza, Carlos Cordero, Dani Cordero; Toni Jou, Sandro Toscano (Min 70 Jurgi), Castri (Min 70 Bah), Adri Carrasco; Álex Alegría y Urain (Min 57 Manchón).

0- Villanovense: Lázaro; Samu Hurtado, Javi Sánchez (Min 78 Guille Campos) Carlos Cano, Manolillo; Relu, Mario (Min 87 Pajuelo), Fuentes, Bermu (Min 66 Benji), Isra Cano (Min 66 Aday); Adi (Min 45 David Agudo).

Árbitro: Abraham Hernández Maestre (Comité Andaluz). Mostró amarilla a Adri Carrasco, Toni Jou, Saidou Bah y a Fran Grima en el Badajoz y a Relu, Javi Sánchez y David Agudo en el Villanovense

Incidencias: Nuevo Vivero. 8415 espectadores.

En el Nuevo Vivero no hubo goles en el derbi entre Badajoz y Villanovense, aunque no faltaron las emociones a flor de piel entre los dos contendientes. Cualquiera de los dos pudo marcar, pero ninguno lo hizo. Cualquiera de los dos pudo ganar, pero ninguno tuvo esa chispa en los últimos metros que se traduce en vencer en duelos trascendentales. Al final, la incapacidad ofensiva mostrada por los dos conjuntos extremeños se traduce en un punto que es un punto que sí que tiene un sabor diferente para cada uno de los equipos que lo suma. Para los blanquinegros es un nuevo drama que complica, aún más si cabe, las opciones de salvación. Para el equipo verde, por su parte, resulta un alivio después de no ser capaz de obtener un punto en las dos jornadas pretéritas. Este empate sitúa en una zona tranquila al equipo de Gus, que aún tiene opciones de mirar arriba y de sufrir en función de cómo se le den las últimas siete jornadas de competición.

En el Nuevo Vivero se recuperó un ambiente que se vivía hace no mucho tiempo y que parecía que se había perdido. Según los datos oficiales del club, la afluencia de público de este derbi (8.415 espectadores) triplicó a la del partido disuputado hace dos semanas ante el Navalcarnero (2.629). La prueba está en que podían observarse colas de coches en las inmediaciones de los aparcamientos y en los aledaños del estadio sí que se podía ver más trasiego de personas vistiendo la blanquinegra con algún que otro aficionado visitante portando también la verde del cuadro serón.

Con respecto a los onces, en ambos casos fue prácticamente lo esperado. En el bando local, Liza formó en el eje de la zaga y Dani Cordero en flanco izquierdo de la defensa y con Sandro Toscano en la medular. Gus, por su parte, también ofreció pocas novedades en una formación inicial en la que destacaron la vuelta de Manolillo al lateral y de Relu al centro del campo.

El comienzo del choque fue entretenido con un Badajoz que mordía cerca del área rival y un Villanovense que movía la pelota y trataba de buscar las flaquezas de la zaga blanquinegra. Las ocasiones más claras fueron del equipo local y ambas de Ewan Urain. Pocos minutos habían pasado cuando el ariete vasco-escocés busco asegurar con el interior al palo largo pero se topó con un inspirado Álex Lázaro que intervino con una manopla salvadora. El delantero lo volvió a intentar poco después con un disparo seco desde la frontal que se quedó muy cerca de ver puerta.

Un Badajoz muy atascado solo suma un punto que supone un paso atrás en su lucha por la permanencia

En la recta final del primer tiempo, fue el Villanovense el que llamó a la puerta del gol con mayor insistencia. Primero con una falta directa de Mario que se topó con una felina estirada de Miguel Narváez. Casi a renglón seguido, Isra Cano se adentró en el área tras recoger un pase filtrado y volvió a encontrarse con los reflejos del meta blanquinegro, que se hizo grande para cerrarle la puerta del gol al rival. Pese a las buenas oportunidades de ambos equipos, el choque permaneció con el resultado inicial al descanso.

Segunda mitad

El paso por vestuarios trajo cambios a corto plazo en el Badajoz y de efecto inmediato en el Villanovense. Agudo entró al campo en detrimento de Adi en los visitantes, mientras que Manchón hizo lo propio en los blanquinegros. La imprecisión era la nota dominante entre dos conjuntos que no eran capaces de encontrar la fluidez necesaria para sorprender al rival.

Con el paso de los minutos, las oportunidades claras no terminaban de llegar. Por ello, el carrusel de cambios continuó en ambos conjuntos: Aday y Benji ocuparon el sitio de Isra Cano y Bermu en el Villanovense , mientras que Saidou Bah y Jurgi hicieron lo propio en el Badajoz reemplazando a Toscano y a Castri.

Aunque la contienda se mantenía pareja, era el equipo de Luis Oliver Sierra el que parecía más cerca de romper la igualada que su rival. A falta de un cuarto de hora, Adri Carrasco remató en el corazón del área un buen servicio desde la derecha de Bah con el que no logró encontrar portería.

El Villanovense, que tuvo la ocasión más clara, logra sumar tras dos semanas sin hacerlo

A falta de diez minutos para el final, el Villanovense vio el primer tanto del partido más cerca que nunca. Una contra perfecta del conjunto serón acabó en las botas de un Aday que golpeó bajo y seco para volver a chocar con el pie de Narváez y aliarse con el larguero. El rechace le cayó en boca de gol a un David Agudo, que de forma incomprensible, no fue capaz de traducir en gol estando bajo palos.

Finalmente, ni un equipo ni otro fue capaz de ganar, pese a los intentos desesperados del Badajoz en los últimos lances del encuentro, producto de la impotencia. El reparto de puntos fue justo, pues ambos la tuvieron, aunque ninguno de ellos lo consiguió.

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