Formación de Gobierno

Sánchez se compromete a "pasar página" en Cataluña para superar "definitivamente" la "fractura" de 2017

El líder del PSOE confirma que se presentará a la investidura "tan pronto como se consuma este tiempo de espera inútil con el que, por desgracia, el señor Feijóo ha decidido entretener a la sociedad española"

Sánchez acusa a Feijóo de convertir su "frustración personal en un bloqueo colectivo e institucional"

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

Juan Ruiz Sierra / Marisol Hernández

Pedro Sánchez llevó a cabo este lunes, en la inauguración del curso político, un inequívoco alegato en favor de la “convivencia” entre Cataluña y el resto de España, pronunciándose de forma más clara que nunca desde las elecciones del 23 de julio a favor de las medidas "audaces". Mientras ERC y Junts per Catalunya reclaman la amnistía sobre el ‘procés’ para dar su apoyo a la investidura, el presidente del Gobierno en funciones se comprometió a “pasar página” de lo ocurrido hace seis años 

“No podemos repetir los errores del pasado. Es el momento de la política, de pasar página. El momento de volver a la vía que nunca se debió abandonar. Es el momento de ser coherentes y seguir avanzando en la convivencia”, señaló el líder socialista en un discurso pronunciado en el Ateneo de Madrid. El objetivo, explicó, consiste en “dejar atrás definitivamente la fractura de 2017”. 

Sánchez quiere intentar su reelección lo antes posible. Los socialistas continúan negociando con las formaciones catalanas y vascas mientras Alberto Núñez Feijóo, designado por el Rey primer candidato a la investidura tras haber sido el más votado en las elecciones generales del pasado 23 de julio, se dirige inexorablemente al fracaso ante la falta de apoyos. Solo tiene 172 votos a favor (los del PP, Vox, Coalición Canaria y UPN) frente a 178 en contra.

Cuando el líder de los conservadores compruebe que no tiene la confianza del Congreso de los Diputados, los próximos 26 y 27 de septiembre, el líder del PSOE pedirá intentarlo. “Lo haré sin dilación, tan pronto como se consuma este tiempo de espera inútil con el que, por desgracia, el señor Feijóo ha decidido entretener a la sociedad española aprovechándose además de un mecanismo constitucional que él mismo ha criticado”, dijo. 

Frente a todas las voces que auguran una profunda inestabilidad si finalmente logra ser investido, Sánchez se mostró convencido de que la próxima legislatura será de “cuatro años” y estará basada en “el progreso y la convivencia”, encarando el futuro "sin temor, con ambición y con audacia".

El líder del PSOE no se detuvo en la reunión que este lunes mantendrán en Bruselas la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, con el ‘expresident’ de la Generalitat y líder ‘de facto’ de Junts, Carles Puigdemont. Pero sus colaboradores dejaron claro que no se sentían en absoluto responsables de esa cita. Díaz, según esta versión, no consultó a los socialistas la iniciativa. “Nos lo dijo anoche, después de las diez. Política de hechos consumados. No tiene nada que ver con nosotros. Lo hace como dirigente de Sumar.”, insistieron en el entorno del jefe del Ejecutivo en funciones.  

Las "trincheras y barricadas"

Sánchez defendió la necesidad de “dejar atrás un pasado de trincheras y barricadas”, en referencia al referéndum independentista y la respuesta judicial posterior. “Eso es lo que hemos hecho estos años, tomar medidas valientes para avanzar en la solución de la grave fractura que heredamos en Catalunya. Apostar por el diálogo y la concordia como la mejor solución a esta crisis. Una solución plenamente coherente con la Constitución Española. Y que ha funcionado, porque Catalunya está infinitamente mejor que hace un lustro. Es el momento de ser coherentes y seguir avanzando en la convivencia. La próxima legislatura debe ser la que deje atrás definitivamente la fractura que vivimos en 2017”, argumentó el líder socialista.  

Casi a la misma hora de la intervención de Sánchez, el presidente de Castilla-la Mancha, el socialista Emiliano García-Page, cargaba contra la posibilidad de que el Gobierno acabe concediendo una amnistía o aprobando una iniciativa con efectos similares pero distinto nombre, algo que la dirección del PSOE ya está explorando desde hace semanas. Una medida de este tipo, dijo en Onda Cero, carece de “base moral”, es inconstitucional y vulnera el principio de igualdad ante la ley. 

Los colaboradores del presidente en funciones no se inmutaron al oír estas críticas. No es la primera vez que García-Page ataca la política del Ejecutivo frente a la crisis territorial. Ya tuvo palabras parecidas sobre los indultos y la rebaja de la malversación. Antes, sin embargo, había otros barones socialistas que compartían sus posiciones, como el aragonés Javier Lambán, pero tras los malos resultados en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo solo queda García-Page entre los críticos con Sánchez. Y en cualquier caso, en el entorno del secretario general del PSOE subrayan que la despenalización del ‘procés’, así como el resto de guiños al independentismo, ya fue avalado por las urnas el 23J. 

“El nuestro es un proyecto que respalda sin fisuras la Constitución democrática y que aboga inequívocamente por una comunidad de ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes que acuerdan convivir bajo las mismas normas -se defendió Sánchez-. Un proyecto común que se basa en el respeto, el sentimiento y el afecto. Que defiende la unión de todos los españoles como un proyecto común. Y que asume la diversidad territorial de España, su pluralidad lingüística y cultural con orgullo, como parte de su fuerza. Esa es nuestra idea de España”.

Seguridad en la investidura

El discurso del presidente en funciones muestra que da prácticamente por hecho que sellará un pacto con Junts, la formación menos proclive a dar un paso de este tipo, y seguirá en el Gobierno. El acuerdo con los partidos catalanes y vascos, dijo, "se puede, se debe y se va a alcanzar". Se mostró tan seguro que incluso enumeró las prioridades de la próxima legislatura, con la solución del conflicto catalán como uno de los principales asuntos, junto a la "modernización" de la economía, la lucha contra el cambio climático, el fortalecimiento de los servicios públicos y la igualdad, tanto de oportunidades como entre hombres y mujeres. 

Con el debate político girando aún sobre el pleno de investidura de Feijóo, Sánchez reiteró sus críticas al candidato popular por "someter al país a un tiempo estéril de parálisis e inacción por intereses puramente partidistas", atribuyendo este comportamiento a la "frustración personal" del líder del PP. 

Y aunque sacó de que el 23J los españoles hayan frenado un "avance reaccionario" que parecía "imparable", en referencia a la posibilidad de un pacto entre el PP y Vox, que convirtiera a Santiago Abascal en el vicepresidente de Feijóo, no fue la única causa que, a su juicio, explica que la derecha y la ultraderecha no hayan conquistado la Moncloa. La sociedad española, concluyó el líder socialista, mostró que "la simple destrucción de una labor de gobierno no puede constituir por sí un proyecto político".