La oferta para escolarizar a los niños de un año en este curso académico se quedará finalmente en 54 plazas distribuidas en tres aulas para toda la región. Aún no se sabe dónde se ubicarán, pero el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, ha confirmado este jueves que la previsión con la que trabaja la consejería es que puedan abrir «a finales de enero». La matricula se regulará en una orden extraordinaria que se publicará más adelante puesto que la admisión para el curso 2021/2022 ya ha concluido. 

La escolarización de niños de un año es un programa piloto que pondrá en marcha la Junta siguiendo una estrategia del Gobierno central para impulsar la educación de cero a tres años en España. En el caso de Extremadura, la previsión es crear 2.100 nuevas plazas gratuitas para esta franja de edad hasta 2024, y para ello la región contará con una inversión de 21 millones de euros. 

De esas 2.100 nuevas plazas que se pretenden poner en marcha, 630 se crearán en este curso académico distribuidas en un total de 35 aulas, 15 en la provincia de Cáceres y 20 en Badajoz. Serán tres aulas para niños de un año; 26 para niños de dos años y seis mixtas para niños de 2-3 años. Cada una de ellas, explica la Consejería de Educación, con una ratio de 18 alumnos. 

De momento, de las 630 nuevas plazas previstas para este curso solo están funcionando 54 para niños de dos años en el nuevo colegio de Cerro Gordo en Badajoz, que se unen a otras 180 que ya tienen 10 colegios de la capital pacense, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito, Villanueva de la Serena y Navalmoral de la Mata. El resto de plazas (576), indica la consejería, comenzarán a funcionar «a finales de enero», una vez que la región reciba la inversión prevista para ello del Gobierno central.

Como ya explicó la consejera de Educación, Esther Gutiérrez, el objetivo es concienciar a la población sobre la importancia de matricular a los niños a edades tempranas en el sistema educativo, pues "ello favorece el desarrollo integral de los pequeños y la igualdad de oportunidades".

La idea inicial es que las aulas de un año empezaran a funcionar en octubre, pero el retraso de los fondos ha pospuesto a enero la puesta en marcha del programa experimental. En algunos de los colegios seleccionados ya se han ejecutado las obras para acondicionar los espacios y la Junta dispone incluso de una bolsa con más de 4.300 técnicos de Educación Infantil inscritos para trabajar en estas nuevas aulas, que finalmente solo serán tres en este curso.

Próximamente se darán a conocer las sedes y los plazos de matriculación, pero el retraso es llamativo teniendo en cuenta la premura con la que la Junta ha actuado pese a las críticas y el gran malestar que este programa ha generado entre algunos sindicatos docentes y especialmente, el sector de las guarderías privadas.

Según Educación, este nuevo esquema constituye «una innovación» tanto pedagógica como organizativa que justifica en tres razones fundamentales: facilitar la conciliación de las familias; un «mejor aprovechamiento» de los colegios en el contexto actual de caída de la natalidad, y «hacer efectivo el derecho a una educación temprana» para corregir las desigualdades y luchar contra el fracaso y abandono escolar.