Desde primera hora de la mañana Vega Núñez y Natalia Pérez (18 años) no podían controlar sus nervios. Son dos de los 5.269 alumnos que se enfrentan desde este martes en Extremadura a la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Llevan meses preparándose y llegaron minutos antes de las 9.00, hora a la que estaban citados, desde Trujillo (estudian en el IES Turgalium). Lo hicieron junto al resto de sus compañeros porque habían quedado la noche anterior para trasladarse hasta Cáceres en grupo, repartidos en diferentes vehículos conducidos por sus padres. Se examinaron en la facultad de Filosofía y Letras. 

Vega Muñoz y Natalia Pérez, bailan 'El limbo', de Daddy Yankee. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Sin quererlo, estas dos trujillanas pusieron la nota de color en mitad de tanto agobio. A todo volumen, activaron en sus móviles la canción ‘El limbo’ de Daddy Yankee y en el césped que corona el acceso a la facultad la bailaron, tan concentradas que olvidaron hasta dónde estaban. Nadie les quitaba ojo pero ellas consiguieron su objetivo: tranquilizarse antes de comenzar el examen de Lengua castellana y literatura. «Es una canción muy especial para nosotras, es nuestra canción. Antes de bailar solo tenía ganas de llorar», confesó Vega Núñez. La prueba les pareció hasta fácil, así que optaron por repetir la jugada antes del segundo examen, el de Inglés, pero esta vez dentro de la facultad.

Estuvieron acompañadas por la directora y profesora de Economía del instituto, Olga Hoyos, quien reconoció que, por lo general, todos habían salido contentos. «No es que haya sido fácil, sino que vienen bien preparados y han estudiado», dijo a este diario. Este año los alumnos solo pudieron acceder al interior de las sedes junto a sus docentes, los familiares tuvieron que esperarles fuera a petición de la Uex, para evitar masificaciones por el coronavirus.

Así ha arrancado la primera jornada de la EBAU en Cáceres, en una de las 15 sedes de este año. La prueba se alargará hasta el próximo jueves. Este martes, además de la asignatura de Lengua, se han examinado de Inglés (ambas por la mañana) y de Física y de Historia de la Filosofía (estas dos por la tarde). De los tres, el más complicado fue, según los estudiantes, el de Filosofía. El miércoles tendrán Historia de España, Matemáticas, Latín y Fundamentos del arte por la mañana y Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, Geología, Griego, Diseño, Portugués y Francés, por la tarde. El jueves se examinarán de Biología, Geografía, Artes escénicas, Química, Economía de la empresa y Cultura audiovisual por la mañana y Dibujo técnico e Historia del arte, por la tarde. Las notas se publicarán el 17 de junio, día en el que comenzarán también las preinscripciones a la universidad.

La primera jornada se desarrolló con «normalidad», en palabras de la vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Movilidad, Rocío Yuste. Es la tercera EBAU en pandemia, pero la primera sin restricciones sanitarias. Pese a ello, los coordinadores habían recomendado utilizar las mascarillas en el interior de las aulas y en las zonas comunes de las sedes para prevenir posibles contagios. Sin embargo fueron los menos los que se protegieron con las máscaras. La mayoría confesó resultarles más cómodo desarrollar los exámenes sin ella.

Sí era obligatoria, no obstante, para los estudiantes contagiados. Y es que, por primera vez en los tres años de pandemia, se permitió a los positivos realizar los exámenes de forma presencial (la normativa ya no obliga a aislarse a los infectados ni a guardar cuarentenas). Para ellos la Uex había habilitado un aula covid en cada una de las 15 sedes para que pudieran utilizarla si querían aislarse del resto (no era obligatoria). Este martes solo hizo uso de una de ellas una estudiante en toda la región, según confirmó la vicerrectora de Estudiantes.

De nuevo este año los alumnos podían presentarse a la selectividad con una asignatura de Bachillerato suspensa. Y se han mantenido las facilidades que se impusieron en 2020, en plena pandemia del coronavirus, con exámenes con más opciones de preguntas a elegir. Esto ayudó bastante. Al menos en el de Lengua: «Ha sido más fácil en comparación con el instituto, se nota el modo EBAU flexible, tienes más posibilidades de descartar cosas», afirmó Pablo Ruiz (18 años), del IES Sierra de Montánchez.

Mejorar las reclamaciones

Por otro lado, la Uex ha modificado en esta edición las pautas de corrección y evaluación, para facilitar las revisiones de exámenes, en el caso de que se soliciten. Según explicó ayer Rocío Yuste se trata de la inclusión en los cuadernillos (a los alumnos se les entregan varios folios en blanco para que respondan ahí las preguntas) de unas tablas, en las que los vocales correctores tienen que poner las calificaciones de cada pregunta. La finalidad de esta medida, especificó el presidente del tribunal de la EBAU, José Antonio Pariente, es presentar de una manera más «aseada» las notas a los alumnos y facilitar la labor del segundo corrector en el caso de que se solicite una reclamación. Esto ha permitido además, que los jóvenes tengan una hoja más para realizar los exámenes.

En la EBAU la Uex moviliza a más de 400 personas. Solo en el proceso de evaluación participan más de 300. El grupo mayoritario es el del tribunal calificador, con 272 personas entre correctores y vigilantes; más otras 40 de administración y servicios, que ayudan y dan soporte y apoyo. Por su parte, la comisión coordinadora está formada por una docena de personas. A todos ellos se les suma el personal de limpieza, que se encarga de dejar las aulas listas para el día siguiente. Hoy regresarán los nervios a la Uex. En las aulas les espera Historia de España. 

Ismael Rodríguez, de Aceuchal. EL PERIÓDICO

«No son nervios, sino la responsabilidad»

Ismael Rodríguez Álvarez tiene 17 años y pertenece al Instituto Tierra de Barros de Aceuchal. Se ha tenido que desplazar ocho kilómetros hasta Almendralejo y es uno de los 335 estudiantes que afrontan las pruebas EBAU en el Palacio del Vino y la Aceituna. Reconoce que «es un momento importante para nosotros porque llevamos mucho tiempo esperando el día, pero no es una cuestión de nervios, sino de responsabilidad». Asegura que está «motivado» y confiesa que es Latín la asignatura que mejor se ha preparado. Este joven, que quiere hacer estudios ingleses en Cáceres, está seguro de poder sacar más de un seis para hacer lo estudios que desea. AUTOR: RODRIGO MORÁN 

Vega Muñoz, de Trujillo. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

«Cuando he llegado solo tenía ganas de llorar»

Vega Muñoz (18 años) llegó a Cáceres como un flan. Solo tenía ganas de llorar. Había salido de Trujillo a primera hora de la mañana, junto a sus compañeros del IES Turgalium, y los nervios le jugaron al principio una mala pasada. Así que decidió utilizar la música para luchar contra el agobio y bailó junto a una amiga para tranquilizarse. Surtió efecto porque el examen de Lengua le salió bastante bien, «mejor de lo que esperaba», afirmó. Quiere estudiar Educación Social y lleva un 9 de nota media en Bachillerato. Asegura no tener miedo al resto de los exámenes, aunque reconoce que se pone nerviosa. «Tengo mucha confianza en mí porque lo llevo bien preparado», aseguró a este diario. AUTOR: SIRA RUMBO

Miguel Roldán, de Navalvillar de Pela. EL PERIÓDICO

«Aún no tengo del todo claro qué estudiaré» 

Miguel Roldán, de 17 años, es uno de los cientos de alumnos que ayer se examinó en Don Benito. A él le toca hacerlo en el IES José Manzano, y lo hace sin tener del todo claro lo que va a estudiar una vez pase la EBAU. «Dependerá de la nota que saque, pero me gustaría hacer algo relacionado con economía», cuenta este alumno del IES_Lacimurga, de la localidad peleña. Ha hecho el bachillerato de ciencias sociales y afronta los exámenes finales con «tranquilidad y confianza», aunque es consciente de que se trata de un momento muy importante en su etapa académica. «Los nervios se pasan en cuanto te pones a hacer el primer examen», dice este joven estudiante AUTOR: SAMUEL SÁNCHEZ

Santiago Mariscal, de Trujillo. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

«Da impresión venir por primera vez a la Uex»

Tuvo que pasar media hora de examen hasta que a Santiago Mariscal (18 años) se le quitaron los nervios. Una vez que los profesores de la Uex explicaron el modelo de la prueba de Lengua se dio cuenta de que la EBAU es «como una clase cualquiera del instituto». Y se relajó. Aunque reconoce tener presión porque necesita un 10,4 para poder estudiar Magisterio por Primaria en Sevilla (lleva un 9 de nota media en Bachillerato). Ayer fue su primer contacto con la universidad y se dio cuenta, de repente, de que ha terminado una etapa de su vida y comienza otra más importante: «Da mucha impresión venir a la Uex, es como reconocer que empieza la vida adulta», dijo. AUTOR: SIRA RUMBO

Carmen Zafra, de Villanueva del Fresno. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

«He repasado antes y estaba muy nerviosa»

Carmen Zafra viajó desde la localidad de Alconchel a Badajoz con sus compañeros del IES Francisco Vera para afrontar para afrontar los exámenes con mucho nerviosismo haciendo algo que le dijeron que no era bueno justo antes de entrar, repasar. Aún así se mostró satisfecha del trabajo previo. «La preparación ha sido relajada hasta la última semana, que es cuando más he apretado. La joven de 17 años aseguró que su meta es obtener la máxima puntuación posible a pesar de que el grado en el que quiere entrar, Derecho, tenía una nota de corte el pasado año de siete. Una carrera que espera poder hacer en la UEx, aunque no le importaría salir de la región. AUTOR: ROBERTO LÓPEZ

José Briegas, de San Vicente de Alcántara. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

«Quiero estudiar el doble grado ADE/Economía»

A sus 18 años, José Briegas tiene claro que necesita sacar unas buenas calificaciones para poder acceder al doble de grado de Administración y Dirección de Empresas y Economía. Calcula que con un diez sobre 14 le llega pero manifestó que se va a esforzar todo lo posible y luchará contra los nervios que le entran a última hora. «He estudiado y he trabajado bastante pero siempre antes de un examen aparecen estas sensaciones». El estudiante del colegio Diocesano San Atón de Badajoz sabe que en asignaturas como lengua e historia tendrá que machacar los codos y en otras como matemáticas y economía hay que cogerle el truco a los ejercicios. AUTOR: ROBERTO LÓPEZ