Mochilas y material reluciente, reencuentros con besos y abrazos a los compañeros y padres y madres agolpados en la puerta despidiendo a sus hijos. Era la imagen habitual de cada inicio de curso, pero que se había perdido por el coronavirus. Este año, por fin, ha regresado. Tras tres cursos en pandemia, esta vez la vuelta es más vuelta al ‘cole’ que nunca, de las de antes, de las de siempre. 134.500 alumnos de Educación Infantil, Primaria, Educación Especial y Educación Secundaria Obligatoria han comenzado este lunes el curso en Extremadura, ya sin normas covid y con absoluta normalidad. El resto (la región tiene 169.750 estudiantes en edad escolar) lo hará este martes. 

El colegio ha dejado atrás mascarillas (ya se retiraron en el último trimestre el año pasado), circuitos de entrada y salida, tomas de temperatura, geles hidroalcohólicos, distancias de seguridad y desdobles de aulas. De hecho, para muchos de los más pequeños ayer fue la primera vez que conocieron a su maestro sin la máscara, con su sonrisa de bienvenida. Y les pareció hasta raro.

Las clases se retoman en un momento de una baja incidencia del covid, con los ingresos en descenso y con el 77% de alumnado mayor de 5 años con la pauta completa de la vacuna. Eso, tranquiliza también a los padres, que reconocen que este inicio de curso, aunque estuvo por agua, era el más esperado. Y no solo porque en verano y septiembre, sin vacaciones y sin clase, la conciliación vuela por los aires, sino porque esta vez han podido dejar a sus hijos sin la incertidumbre de los contagios y confinamientos de aulas. Eso pasó a la historia. «Los niños tenían muchas ganas y nosotros estamos mucho más relajados», reconoció ayer por la mañana Silvia Arroyo, tras dejar a sus dos hijos en el colegio Licenciados Reunidos, uno en Primaria y otro en Infantil.

Los docentes también lo han vivido con más tranquilidad. «Ha sido un día muy tranquilo. En comparación con los tres años anteriores, todo el mundo ha venido mucho más relajado», comentó a este diario el jefe de estudios del instituto El Brocense de Cáceres, Juan José Amaya.

«Estamos más tranquilos que los años del covid. Ahora toca adaptar programaciones a la nueva ley»

Juan José Amaya - JEFE DE ESTUDIOS DEL IES EL BROCENSE

Pero no hay septiembre sin preocupaciones. Por un lado, la reducción de 300 docentes a consecuencia de la eliminación de las normas covid y de la caída de la natalidad (este curso hay 1.533 alumnos menos que el pasado). Y por otro, la subida de los precios del material escolar por la inflación. Los extremeños afrontan este año la vuelta más cara, con un incremento del 5,7% con respecto al año pasado.

«Hay una diferencia brutal entre el año pasado y este», afirmó Elisabeth Retortillo, que tiene hijos en edad escolar. Dice que este septiembre se ha gastado entre los dos unos 600 euros entre libros de texto y material escolar, sin contar con uniformes. Y Silvia Arroyo se quejó porque no se organice un banco de libros. «En muchas ciudades de la región los colegios se encargan de comprar los libros y van pasando de unos cursos a otros, es un ahorro muy importante», añadió.

«Los niños tenían muchas ganas y nosotros estamos mucho más relajados que el año pasado»

Silvia Arroyo - MADRE CON HIJOS EN INFANTIL Y PRIMARIA

Este año ni siquiera los podrán reutilizar entre hermanos, ya que los contenidos cambiarán debido a la entrada en vigor de los nuevos currículos, que han tenido que ser adaptados a la nueva ley de educación. Solo afectará a los cursos impares, el resto seguirá con la antigua legislación hasta el próximo año. Lo que ocurre es que los que se incorporan a la nueva norma han tenido que comenzar las clases sin libros, porque los currículos se publicaron hace escasos días y las editoriales no han tenido tiempo para rehacer los textos. Esta nueva ley cambiará también el proceso de evaluación y permitirá pasar de curso con varias asignaturas pendientes, también en Bachillerato. Será la primera vez que un alumno pueda presentarse a la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) sin tener todas las materias aprobadas.

Incidencias por obras

El primer día de curso transcurrió sin incidencias, salvo que los institutos Val de Xálima en Valverde del Fresno y Jálama en Moraleja tuvieron que retrasar el inicio del curso al próximo día 14, a consecuencia de las obras que se desarrollan en sus edificios. Tampoco pudieron abrir ayer el comedor del Centro Rural Agrupado Las Villuercas, en Navezuelas, ni las aulas de dos años de Alconchel y Burguillos del Cerro, donde los ayuntamientos de ofrecerán el servicio de ludoteca a las familias hasta que entren en funcionamiento. Además el colegio de la localidad pacense La Morera tuvo asimismo que trasladar sus aulas a dependencias municipales porque se encuentra inmerso en una mejora de sus instalaciones.

«La diferencia de precios de los libros y material entre el año pasado y este ha sido brutal»

Elisabeth Retortillo - MADRE CON HIJOS EN EDAD ESCOLAR

Este curso han estrenado colegio además los alumnos de Barbaño, una entidad local menor de la localidad pacense de Montijo. Y continúan las obras para levantar también nuevos centros escolares en Malpartida de Cáceres, Quintana de la Serena y en Cáceres. Este último es un centro de educación especial que lleva años demandando un cambio de ubicación. En total, en la región, según indicó ayer el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, se están ejecutando unas 200 actuaciones en centros educativos, muchas orientadas a mejorar la eficiencia energética de los mismos.

A estas incidencias se une la concentración que protagonizaron los padres del colegio Nuestra Señora de la Soledad en Badajoz, que reclaman otro maestro para sus hijos debido al «alto absentismo» del actual. Doce familias no llevaron a sus hijos a clase ayer, en señal de protesta.

Por otra parte, este curso los colegios estrenarán también la figura del coordinador de bienestar, que busca «prevenir la violencia entre los jóvenes y entre los niños y niñas», dijo el secretario general de Educación. Además los profesores de Secundaria recuperarán las 18 horas lectivas y será el primero en el que los docentes puedan solicitar un año sabático y disfrutar de cuatro días de asuntos propios.

Los partidos políticos también se refirieron ayer a la vuelta al cole. La presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, lamentó que el nuevo curso escolar haya comenzado con un «recorte sumamente importante» en el número de profesores y abogó por unas ratios adecuadas para lograr una educación «de calidad». El coordinador de Ciudadanos Extremadura, David Salazar, reclamó la gratuidad de los comedores escolares y de los libros de texto para todos los alumnos de la región. Y Podemos criticó la «falta de previsión y planificación» y que haya casi 300 docentes menos.