EL ENSAYO CLÍNICO SE HA REALIZADO DURANTE TRES AÑOS EN 47 HOSPITALES De españa y 20 países del mundo

Luz para el cáncer de mama

Dos hospitales extremeños participan en un estudio internacional que acaba de demostrar que, con una combinación de fármacos, se reduce un 25% el riesgo de recaída y, por tanto, de metástasis de pacientes con tumores de pecho. «Es un granito de arena más en la lucha contra el cáncer», afirma Santiago González, uno de los oncólogos del ensayo clínico

El equipo de Cáceres: El oncólogo Santiago González (segundo por la izquierda) junto al resto de profesionales que tratan el cáncer en el Hospital Universitario San Pedro de Alcántara de Cáceres.

El equipo de Cáceres: El oncólogo Santiago González (segundo por la izquierda) junto al resto de profesionales que tratan el cáncer en el Hospital Universitario San Pedro de Alcántara de Cáceres. / Carla Graw

Dos hospitales extremeños, el Universitario San Pedro de Alcántara de Cáceres y el Universitario de Badajoz, han dado un pasito más en la lucha contra el cáncer de mama y han abierto una nueva ventana de luz y optimismo para las pacientes que sufren esta enfermedad. Junto a otros 45 centros hospitalarios del país (y otros tantos en 20 países del mundo) han participado en un estudio internacional que ha obtenido unos resultados esperanzadores para reducir el riesgo de recaídas en el cáncer de mama. 

Eso es precisamente lo que se ha demostrado con el ensayo clínico realizado durante tres años en el que han participado 5.101 pacientes en todo el mundo, 761 en España (el segundo país con más participantes solo por detrás de Estados Unidos) y 32 pacientes en Extremadura (12 en Cáceres y 20 en Badajoz). Todas las pacientes tenían el tipo de cáncer más frecuente, llamado luminal, que depende de las hormonas femeninas para crecer, y en fases iniciales, es decir, que no habían desarrollado metástasis. 

Durante esos tres años de estudio la mitad de estas pacientes, tras ser operadas y recibir quimioterapia, iniciaron el tratamiento estándar antihormonal oral con, un inhibidor de aromatasa que se emplea durante 5 o 10 años para evitar recurrencias. La otra mitad de las pacientes del estudio fueron tratadas con una combinación de fármacos que no se habían conjugado hasta ahora en este escenario de la enfermedad precoz: esa pastilla de inhibidor de aromatasa junto a otra llamada ‘ribociclib’, un inhibidor CDK4/6 aprobado desde hace varios años, pero usado hasta ahora solo en el cáncer metastásico.

Y los resultados han sido claros: «Después de un seguimiento de casi tres años se ha demostrado que en el grupo de pacientes que se ha tratado con la pastilla convencional han recaído hasta un 13%, mientras que en el grupo que se ha tratado con esa combinación de fármacos lo han hecho solo un 10% de las pacientes», explica Santiago González, oncólogo del Hospital Universitario San Pedro de Alcántara de Cáceres y uno de los profesionales del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, el cual coordina en España este ensayo internacional, que está promovido por Novartis. 

En números absolutos, significa que hasta ahora en el primer grupo han vuelto a presentar la enfermedad unas 325 pacientes, mientras en el otro solo han recaído aproximadamente 250, es decir 75 menos. «Esto es lo que se llama una reducción del riesgo de recaída del 25%», específica. Son muchas pacientes a las que se podría evitar el sufrimiento que tiene una recaída de la enfermedad que podría ser fatal. Y es que, según señala el oncólogo, actualmente las pacientes con cáncer de mama en un estadio III tienen un riesgo de recurrencia que ronda el 50%, en un estadio II la posibilidad de que la enfermedad vuelva es de aproximadamente un 30% y baja aún más en un estadio I, que es el que tiene mejor pronóstico. 

¿Disponible en 2025?

Los primeros resultados de este estudio internacional, llamado ‘Natalee’, se presentaron la semana pasada en Chicago, en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, por la que pasan todos los tratamientos de relevancia que se acaban suministrando. Y ese es el objetivo ahora, que esa combinación de fármacos pueda aprobarse como un tratamiento habitual. Para eso el estudio se presentará ahora a la Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (la FDA, por sus siglas en inglés). «Allí decidirán si este resultado es suficientemente convincente para establecer este tratamiento como nuevo estándar», explica González. Primero suele hacerse en Estados Unidos y luego en Europa, a través de la Agencia Europea del Medicamento, «antes de la llegada a cada país para negociar los precios y sentar los detalles de la indicación. Es un proceso que suele ser largo y en el mejor de los casos podríamos estar hablando de que se podrá disponer de este tratamiento para 2025». 

Mientras se lleva a cabo ese procedimiento formal, los más de 5.000 pacientes del ensayo clínico seguirán bajo la lupa de los profesionales durante al menos dos años más. «Quizás puede que aumente ese beneficio, pero en cualquier caso lo que se ha demostrado ya es que es un resultado positivo y esperanzador porque consigue que menos pacientes recaigan, se hagan metastásicas y, por tanto, tengan más probabilidad de una curación definitiva». Y eso es, en palabras de González, otro granito más de arena en la lucha contra el cáncer de mama.

Reunión del comité que analiza los tumores ginecológicos y de mama en las áreas de Cáceres, Nalvamoral y Coria, reunido el pasado jueves.

Reunión del comité que analiza los tumores ginecológicos y de mama en las áreas de Cáceres, Nalvamoral y Coria, el pasado jueves. / Carla Graw

Un comité que frenó el impacto de la pandemia

Oncólogos, radiólogos, patólogos, ginecólogos, cirujanos generales, cirujanos plásticos, especialistas de medicina nuclear... Todos estos profesionales se reúnen cada semana en un comité que analiza cada uno de los casos de cáncer de mama y tumores ginecológicos que están tratando en los dos hospitales de Cáceres y en las áreas de salud de Coria y Navalmoral de la Mata, sin tenerse que desplazar de su hospital, por videoconferencia. Es un comité que lleva años funcionando y que ha permitido minimizar el impacto de situaciones tan complicadas como la pandemia de covid. «Este comité multidisciplinar y multicéntrico nos permite agilizar los tiempos en el diagnóstico y en el tratamiento de las pacientes. Son muchos ojos los que están pendiente de cada paciente y es una suerte que tenemos en estas áreas de salud», cuenta González.

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