2 millones para adquirir otras 43.000 vacunas contra el papiloma humano en Extremadura

Salud invertirá 1,9 millones de euros en la adquisición de 42.712 vacunas más contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Servirán para garantizar la protección de los menores durante los próximos dos años. Son dos dosis y el calendario vacunal la incluye a los 12 años, en la revisión pediátrica de esa edad y en la que también se les pone la de la meningitis A, C, W e Y. Hasta ahora Extremadura la restringía únicamente a las niñas, pero desde este pasado mes de enero ha incorporado también este pinchazo en el calendario vacunal de los varones. Lo ha hecho siguiendo las recomendaciones de la Comisión de Salud Pública, que decidió proteger a los niños al haber evidencias científicas de que este virus, además de estar vinculado al desarrollo de tumores de cuello de útero (el más frecuente), de vulva y de vagina, también puede desembocar en cáncer de ano, pene y orofaríngeo (el que se produce en la boca, la lengua, la faringe y la laringe).

Extremadura iniciará en enero la vacunación de los varones frente al VPH

No obstante, hasta este 2023, aunque la vacuna no estuviera financiada para los varones, sí que existía la recomendación de ponerla; pero debían ser los padres los que la compraran en las farmacias, previa prescripción médica. No obstante, nunca tuvo buena aceptación. Los pediatras lo han achacado a dos razones: la primera, que la sociedad aún no tiene asumido que esta vacuna se recomienda también a los niños; y la segunda, su elevado precio. Cada dosis ronda los 150 euros y se necesitan dos para menores de 15 años y tres para los mayores de esa edad.

Esta poca aceptación podría ser la causa de que este año, primero que se financia a los varones, sea la primera vez que la cobertura no haya alcanzado el 90%, como solía ser habitual. Según los datos facilitados por la Consejería de Salud y Servicios Sociales, de los 10.874 niños y niñas nacidos en el 2011 y que en este 2023 han cumplido los 12 años, solo han acudido a vacunarse 8.053; es decir, solo se ha protegido el 74% de la población diana. No obstante, el Ejecutivo regional recuerda que se espera que suba esa cifra durante las vacaciones de Navidad: «Tradicionalmente la cobertura de esta vacunación supera el 90%. Aún no ha terminado el año y muchos padres/madres aprovechan las vacaciones escolares para poner al día el estado vacunal de los niños. Esperamos llegar a coberturas de más del 90%», apunta la Junta. En 2022, cuando solo se ponían este pinchazo las niñas, se protegió el 87%.

19.356 menores hasta 2025

Es precisamente sobre esa habitual alta cobertura sobre la que se ha realizado la previsión de esta última adquisición de vacunas, pues se han comprado con el objetivo de inmunizar al 100% de los niños y niñas que cumplan los 12 años entre 2024 y 2025 (los nacidos en 2012 y en 2013, respectivamente). Según estos cálculos, el año que viene deberían recibirla 10.078 menores, a los que se suman otros 9.278 del 2025.

El VPH puede producir cáncer de útero (el más común), vulva, vagina, ano, pene y orofaríngeo

De otro lado, se han comprado además otras 4.000 dosis adicionales por año destinadas a la vacunación de personas con patologías de riesgo -síndrome WHIM (inmunodeficiencia primaria), infección por Virus Inmunodeficiencia Humana (VIH) hasta los 26 años, hombres que realizan prácticas sexuales de riesgo con hombres hasta los 26 años, personas en situación de prostitución hasta los 26 años, mujeres con trasplante de órgano sólido o de progenitores hematopoyéticos hasta los 26 años y mujeres con cualquier tratamiento de lesión intraepitelial de alto grado en cérvix de cualquier edad-. Para estas personas de riesgo la pauta completa es de tres dosis.

Además de prevenir el desarrollo de un cáncer, la vacuna protege de contraer una infección de transmisión sexual. El VPH es un virus común que se transmite con mucha facilidad: se calcula que a nivel mundial entre el 50% y el 60% de las personas se contagian durante los dos primeros años de actividad sexual. La mayoría lo cursa de forma leve o asintomática, pero en algunos casos el virus persiste en el cuerpo y puede acabar desembocando en un tumor. 

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