Los convocantes del 21-E reclaman más apoyo institucional en defensa del tren Ruta de la Plata

En poco más de diez días, el oeste peninsular vuelve a estar llamado a unirse para exigir la reapertura del corredor ferroviario Ruta de la Plata. Será el próximo 21 de enero, a las 12.00 horas, con cuatro citas en la región: Plasencia, Cáceres, Zafra y Mérida. Las concentraciones las convoca el Movimiento por el Tren Ruta de la Plata; Corredor Oeste Ruta de la Plata; y la Plataforma Extremeña por un Tren que Vertebre el Territorio y Enfríe el Planeta, y también las habrá en Gijón, Astorga, Zamora, Salamanca, Sevilla, Cádiz y Huelva.

Lo que se reclamará en ellas es que se adelante la ejecución de esta infraestructura, como poco, a 2040, una vez que el acuerdo sobre las redes transeuropeas de transporte (reglamento TEN-T) volvió a situar en diciembre pasado la recuperación de esta conexión ferroviaria, completamente interrumpida en el tramo que discurre entre Plasencia y Astorga, hasta 2050.

«En Castilla y León el 21-E está teniendo un eco muy fuerte, pero en Extremadura la verdad es que vemos la cosa muy fría»

Marcelo Muriel

A semana y media vista, desde los convocantes se hace hincapié en la contribución que las instituciones, y muy en particular los ayuntamientos, pueden jugar a la hora de movilizar a sus ciudadanos. Una contribución, que por ahora, está siendo bastante tímida en la región. «Estamos preocupados porque lo del día 21 en Castilla y León está teniendo un eco muy fuerte y en Extremadura la verdad es que vemos la cosa muy fría, quitando el pequeño grupo que formamos quienes promovemos esta reivindicación», esgrime Marcelo Muriel, uno de los integrantes de Corredor Oeste. «Estamos a diez días de la fecha y no hay ningún tipo de movimiento» ni por parte de las administraciones «ni a nivel empresarial o sindical», agrega.

«No puede ser que en Extremadura estemos todo el día quejándonos de las infraestructuras que tenemos, pero luego a la hora de la verdad no salgamos a la calle. Los despachos nos los han cerrado y la única manera que nos queda de conseguir algo es que el Gobierno vea que la sociedad está empujando. Y Extremadura, por lo que vemos, no ha dado hasta el momento un paso adelante en esta convocatoria», coincide José María Alonso Rodríguez portavoz de Corredor Oeste, que resalta que en Castilla y León, por contra, «se están volcando de una manera tremenda». 

«Nosotros, como sociedad civil, convocamos y movemos hasta donde podemos», pero a partir de ahí son otras instituciones las que tienen que tomar relevo, razona Alonso, que pone de ejemplo cómo se están haciendo las cosas en Salamanca o Astorga, donde se prevén concentraciones «masivas». En estas ciudades «están las alcaldías detrás y todas las instituciones: universidad, sindicatos, cámaras, asociaciones empresariales, diputaciones...», destaca. 

«No puede ser que nos quejemos de las infraestructuras que tenemos, pero luego a la hora de la verdad no salgamos a la calle»

José María Alonso

Si en el llamamiento que este movimiento hizo para el 4 de noviembre pasado el objetivo era «unir» a todo el oeste peninsular en torno a esta reivindicación, ahora se trata de «llenar las plazas», apostilla.

 El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, justificó hace varias semanas la exclusión de este eje de la red básica ampliada, la que tiene el límite de ejecución en 2040, en que «la vía de la Plata completa, seamos realistas, está en pañales. No hay las bases suficientes para hablar de ese proyecto en un horizonte temporal razonable o, al menos, que yo me pueda comprometer».

Revivir este eje es, sin embargo, «vital para Extremadura», rebate Muriel, para quien «hay que conseguir que lo antes posible se abra el tramo» que va de Plasencia a Salamanca porque, en su opinión, desde el punto de vista de las mercancías es incluso «mucho más importante que la línea a Madrid».

Considera que «el Gobierno español» tiene que ver que hay «una petición unánime y sentida del oeste en su conjunto» para reclamar la puesta en marcha de este corredor. «El problema que tenemos», precisa, es que solo hay tiempo hasta abril, «que es el momento en el que en Europa se van a dar por definitivos los mapas que se han propuesto en las reuniones del mes de diciembre y en el cual la Ruta de la Plata está olvidada hasta 2050». No obstante, puntualiza, «si hay voluntad política, habría tiempo todavía».

Suscríbete para seguir leyendo