Balance del sector oleícola hasta finales de enero

La producción extremeña de aceite sobrepasa las 67.600 toneladas

El sector vuelve a cifras normales tras el desplome registrado el año pasado 

En el conjunto del país, sube el volumen, pero aún se sigue muy lejos del promedio

Recepción de aceitunas para elaboración de aceite en una cooperativa de la provincia de Badajoz.

Recepción de aceitunas para elaboración de aceite en una cooperativa de la provincia de Badajoz. / Carlos Gil

Hasta el pasado 31 de enero se habían producido 67.651,6 toneladas de aceite de oliva en las almazaras extremeñas correspondientes a la campaña 2023/ 2024, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura. Aunque estadísticamente la cifra todavía seguirá abierta hasta el mes de mayo, las cantidades que puedan irse añadiendo en los próximos meses serán ya volúmenes poco significativos, por lo que se trata de un volumen que se aproxima mucho al balance final. De este total, 59.485,9 toneladas corresponden a los molinos ubicados en la provincia de Badajoz, por 8.165,7 toneladas a los situados en la de Cáceres.

La cantidad de aceite de oliva producida este año sobrepasará así la media extremeña de los últimos ejercicios (entre 2019 y 2023 ha sido de 62.091 toneladas) y será prácticamente el doble que la obtenida en la campaña pasada. No obstante, hay que tener en cuenta que esta última fue nefasta para el sector oleícola. A una cosecha récord en la región (en la 2021-2022 se superaron las 104.000 toneladas de aceite), le siguió un desplome. En apenas unos meses las altas temperaturas y el estrés hídrico dejaron la elaboración de esta grasa vegetal en poco más de una tercera parte (36.600 toneladas). «Fue el peor año productivo del olivar en Extremadura», apunta Alfonso Montaño, responsable del Departamento de Tecnología de los Alimentos del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario (Ctaex) y oleólogo. Porque si en la campaña 2014-2015, por ejemplo, la producción se movió en cifras igualmente bajas, entonces era con bastante menos superficie de olivar en la comunidad, sobre todo intensiva y superintensiva, «mientras que ahora mismo se están rozando las 300.000 hectáreas de olivar, con unas 66.000 o 67.000 de regadío».

Si los datos del ministerio, aún provisionales, se acaban por confirmar, la obtención de aceite de oliva quedará este año algo por debajo de los cálculos que el departamento que dirige Luis Planas publicó en octubre pasado, que avanzaban unas 73.000 toneladas para la región. Un desajuste que, aclara Montaño, podría deberse a dos causas. Una de ellas es que finalmente las salidas de aceituna extremeña con destino a Andalucía «hayan sido un poquito mayores» de las que se habían calculado. La otra, que el rendimiento industrial de la aceituna (cuántos kilos de fruto hacen falta para elaborar un litro de aceite) haya sido asimismo algo peor de lo que se esperaba, en especial por las condiciones climatológicas: por la falta de agua en un primer momento y luego, por lo contrario, cuando las lluvias de octubre y noviembre complicaron el proceso de extracción del aceite en los molinos.  

En cualquier caso, con estas cifras de producción en la mano y con unos precios que esta vez sí han acompañado, puede decirse que «ha sido un buen año para el sector olivarero», resume Montaño. Un positivo balance que no se repite cuando se analizan los datos en el resto España. Al finalizar el primer mes de 2024, se habían contabilizado algo más de 775.300 toneladas de aceite de oliva elaboradas en todo el país. Es más que la de la campaña pasada (665.800), pero aún sigue siendo una producción muy corta, una vez que la media entre 2019 y 2023 en todo el país ronda los 1,2 millones de toneladas. La mala situación en Andalucía, la principal potencia productora de aceite de oliva (es origen de en torno a un 80% del agregado nacional), justifica estas cifras. 

En la comunidad andaluza, además, el olivar, muy castigado por la prolongada falta de agua, «va a tardar uno o dos años en recuperarse», incluso aunque en los próximos meses el régimen hídrico sea «normal», puntualiza Montaño, que para Extremadura, en cambio, considera probable que la tendencia positiva tenga continuidad la campaña próxima.

Aceituna de mesa

En cuanto a la aceituna de mesa, las entradas de fruto crudo en las almazaras extremeñas ascienden a 31 de enero a 116.106,3 toneladas. En este caso, es la provincia de Cáceres la que realiza una mayor aportación, con 80.682,9 toneladas, frente a las 35.423,4 de la de Badajoz, donde se ha desviado en mayor medida la cosecha de verdeo a molino en búsqueda de buenos precios. No obstante, y en parte precisamente por ello, «ahora mismo no hay aceituna de mesa en el mercado y se está liquidando también a unos precios muy buenos», detalla Montaño.

138 almazaras en Extremadura

En el informe del Ministerio de Agricultura aparecen contabilizadas 138 almazaras en la comunidad autónoma que han notificado su producción al menos una vez en la campaña. 89 están situadas en la provincia de Badajoz y las 49 restantes en la de Cáceres. Son mayor número las industriales frente a las cooperativas (77 y 61, respectivamente), si bien en términos de producción es muy superior la que se realiza en estas últimas, con 41.346,3 toneladas, por 26.305,3 de las almazaras industriales.

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