Los comportamientos del mercado inmobiliario

Seis de cada diez compraventas de vivienda en Extremadura se hacen al contado

En tres años las operaciones sin usar financiación bancaria han aumentado en la región un 45%

La inversión en ladrillo o la progresiva escalada del euríbor contribuyeron a este incremento

Bloques de viviendas en Extremadura

Bloques de viviendas en Extremadura / El Periódico

Están los ahorradores que buscan dar a su dinero la rentabilidad que no obtienen en los bancos, pero también quienes pagan su nueva casa con el dinero que han ingresado vendiendo la anterior. Tampoco faltan los compradores a los que la liquidez les ha venido a través de una herencia o los que intentan evitar el pago de unas encarecidas hipotecas pidiendo en su lugar el dinero prestado a sus familiares.

Todos estos perfiles han contribuido en mayor o menor o medida al llamativo incremento que se ha experimentado en Extremadura en la cifra de compraventas de viviendas al contado. En los últimos tres años (entre 2020 y 2023), han aumentado un 45%, pese a que las operaciones totales solo lo han hecho la mitad (23%), de acuerdo a los datos facilitados por el Consejo General del Notariado. En este mismo periodo, las compraventas realizadas sin recurrir a créditos hipotecarios han pasado de suponer un 50,4% de las formalizadas a rozar la frontera del 60%.

El año pasado se registraron 11.644 compraventas de casas y 4.727 préstamos hipotecarios para la adquisición de esta clase de inmuebles. La cifra que se obtiene de restar el segundo valor del primero no es el exacto de las operaciones a tocateja, pero sí «un valor orientativo muy aproximado» de ellas, se precisa desde el órgano que representa al colectivo notarial.

Los datos aportados por los notarios «son plenamente coincidentes con los nuestros», confirma también Francisco Marroquín, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Cáceres. Este experto apunta a la bolsa de ahorro existente, parte de ella acumulada durante la pandemia, como uno de los factores que explican esta tendencia. «Ha habido liquidez, bastante dinero ahorrado», subraya. Con muchos meses en los que la inflación ha estado desbocada y con «la tremenda inseguridad que existe ahora mismo, el mercado lo que intenta es buscar valores seguros» a la hora de invertir. Y un clásico valor refugio es el ladrillo, que permite obtener un rédito al ahorro con bajo riesgo. «Actualmente, tanto en Cáceres como en Badajoz, toda vivienda que esté en torno a los 1.200-1.250 euros por metro cuadrado construido», y siempre que no haya que «meterle reformas», «se vende», asevera. De este tipo de operaciones, buen número se hicieron el año pasado al contado, apostilla.

«Con la tremenda inseguridad que existe ahora mismo, el mercado lo que intenta es buscar valores seguros»

Francisco Marroquín

— Presidente COAPI de Cáceres

«Ha aumentado bastante el pago al contado», coincide también Ángel Sotoca, gerente de la firma pacense Área 73 Servicios Inmobiliarios. De un lado, como consecuencia del mayor peso de la compraventa de viviendas con una finalidad de inversión, un perfil de cliente que «financia poco». De otro, señala que el progresivo endurecimiento de las condiciones de los préstamos en «los últimos meses», a medida que se iba «disparando el euríbor» ha hecho que se recurra más «a las aportaciones familiares» para sortear los pagos al banco. Compradores jóvenes que acceden a su primera vivienda y «que prefieren pedirle prestado el dinero a sus padres o algún otro familiar», detalla.

«En el caso de Extremadura», el hecho de tener unos «precios por debajo de la media nacional» hace que la compra de vivienda como inversión «sea muy atractiva» incluso para compradores de fuera de la región, apunta Lázaro Cubero, director de Análisis del Grupo Tecnocasa, lo que también impulsa las compras con dinero en mano.

«Este fenómeno ocurre sobre todo en viviendas con un rango de precios muy bajo, en un 61% en las de menos de 75.000 euros»

Lázaro Cubero

— Director de Análisis del Grupo Tecnocasa

Partiendo de las operaciones formalizadas por esta red de inmobiliarias el año pasado en Extremadura, Cubero aporta algunos elementos que diferencian las adquisiciones con efectivo del resto. Uno de ellos es que «este fenómeno ocurre sobre todo en viviendas con un rango de precios muy bajo», sobre todo (un 61% de los casos) en las de menos de 75.000 euros, lejos del precio medio, que se sitúa en casi 90.000 euros. En esta misma línea, añade, otra de las características de estas operaciones es que se hacen a menudo con «descuentos muy importantes respecto al precio de salida que se fija en un primer momento»

Y en cuanto a la finalidad con la que el cliente compra la casa, destaca el peso que tiene la de invertir, con más de un tercio del total. En concreto, es un 36%, en la mayor parte de las ocasiones con la vista puesta en alquilar posteriormente (un 29% del total, por un 4% que se plantea reformar para vender a continuación y un 3% que obedece a otras circunstancias).

Y por lo que respecta a las características del cliente, casi un 23% de los compradores al contado son pensionistas (que se corresponderían más al perfil de comprador que buscó el año pasado proteger sus ahorros de la inflación), y un 42% a autónomos (más al perfil inversor).

En 2023, las compraventas cayeron un 8,4% en Extremadura, según los datos del Consejo General del Notariado. No obstante, el director de Análisis del Grupo Tecnocasa aduce que, si bien esta «es una caída que puede parecer importante», se viene de un año, el 2022, que marcó «el pico máximo de operaciones de segunda mano en toda la serie». También recuerda que el mercado se mantuvo por encima de ejercicios como 2018 o 2019, «que ya en sí mismos fueron años buenos».

Suscríbete para seguir leyendo