El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, apostó ayer por un nuevo edificio para el centro sociosanitario de Mérida, «un edificio que cumpla con el Plan Integral de Salud Mental de Extremadura». «Eso es lo que queremos incluir en los presupuestos», afirmó en rueda de prensa a preguntas de los medios tras las quejas reiteradas de familias y pacientes por la situación en la que se encuentra el centro y la falta de psiquiatras, informa Europa Press.
Según el consejero, «aquello es imposible de rehabilitar», y además considera que «es bueno que no se rehabilite, aunque solo sea por la imagen», pues a su juicio hay que desterrar el concepto de psiquiátricos. Vergeles explicó que el Plan Integral de Salud Mental de Extremadura tiene claro hacia donde quiere ir la región con los centros sociosanitarios y una vez que se conozcan los fondos europeos que se podrán invertir, se darán las «soluciones oportunas» para el centro Adolfo Díaz Ambrona, que tiene «carencias estructurales».
Reforma integral
«No es que se haya deteriorado en esta legislatura, es que ya lo recibimos deteriorado. Es un edificio con muchísimos años en los que hemos tenido que ir invirtiendo y poniendo parches. Pero evidentemente la solución está en una reforma muchísimo más integral, que es la que teníamos proyectada hace tiempo», señaló.
El consejero se pronunció así después de que en las últimas semanas, los trabajadores y familiares de pacientes se hayan quejado de forma reiterada por la situación en la que se encuentra el centro y también la falta de psiquiatras permanentes, una cuestión sobre la que Vergeles rechazó volverse a pronunciar.
En un comunicado remitido el pasado 4 de agosto, la portavoz de los trabajadores y auxiliar de enfermería, Izaskun Moral, reiteró que desde finales de 2021 la atención de especialistas médicos es «absolutamente deficiente», pues se ha contado con psiquiatra 36 días de febrero a junio de este año. A ello se añade el estado «semirruinoso» del centro, con unidades sin calefacción ni aire acondicionado, frecuentes averías en agua caliente y en la lavandería o el uso de material informático «vergonzosamente obsoleto».
