nuevas infraestructuras en la capital autonómica

200.000 carpetas para la historia de Extremadura

El Archivo Regional de Extremadura abre sus puertas en Mérida tras ocho años de espera. Avanzará en la digitalización para poner los documentos de la Junta a disposición de investigadores, estudiantes y todos los interesados

Altos cargos y autoridades en la inauguración del Archivo Regional de Extremadura.

Altos cargos y autoridades en la inauguración del Archivo Regional de Extremadura. / EL PERIÓDICO

Ocho años después, al fin el Archivo Regional de Extremadura abre sus puertas. La consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Nuria Flores, ha inaugurado este lunes las instalaciones ubicadas en El Prado, un edificio proyectado en 2009 y terminado en 2015 pero que no ha podido entrar en servicio hasta ahora por defectos en su infraestructura. La inversión ha sido de 14,5 millones de euros y entre los objetivos de su nueva plantilla, compuesta por 14 técnicos, está avanzar en la digitalización para que los documentos de la historia de Extremadura puedan estar a disposición de investigadores, estudiantes y «todos los interesados». 

La directora general del Archivo Regional, Laura Moreno, explicó en el acto de inauguración que entre los documentos más valiosos que podrán encontrarse inicialmente en el Archivo habrá algunos relacionados con la preautonomía y la constitución de la autonomía, así como otros relativos a la organización y gestión de las consejerías de la Junta que irán ganando importancia a nivel histórico en el futuro, informa Efe. 

Entre los documentos más valiosos podrán encontrarse algunos de la etapa preautonómica y la constitución de la autonomía

En total el edificio albergará 200.000 cajas de documentación que ocuparán más de 40 kilómetros lineales de estanterías distribuidas en sus seis plantas. Cuenta con siete depósitos destinados íntegramente al almacenaje y según Moreno, ya están listos para recibir las primeras 100.000 cajas que serán transferidas desde el Archivo Central, que está también en Mérida.

El Archivo General funcionará como cabecera del sistema archivístico de Extremadura, coordinará a todos los archivos y centros integrantes del mismo y establecerá pautas comunes de organización y clasificación de documentos. Asimismo, custodiará la documentación administrativa del Ejecutivo autonómico y desarrollará también su papel como archivo histórico regional. 

Según explicó Moreno, las instalaciones están destinadas a salvaguardar y digitalizar los documentos administrativos de la Junta de Extremadura desde los comienzos de la autonomía. Estos documentos dejarán de lado el papel en la búsqueda de la «ansiada» digitalización, lo que permitirá que estén a disposición de investigadores, estudiantes y todo el mundo interesado. 

Algunos de los documentos expuestos en el Archivo Regional de Extremadura.

Algunos de los documentos expuestos en el Archivo Regional de Extremadura. / EL PERIÓDICO

Ese es el reto para los 14 profesionales que compondrán la plantilla de trabajadores, entre los que se encuentran especialistas en gestión documental, diplomados, licenciados y auxiliares. Además, según la Consejería de Cultura, este centro también podrá ser un fondo destinado a la custodia de archivos históricos provinciales que puedan ser donados para su gestión documental.

14,5 millones de inversión

La Junta ha destinado 14,5 millones para la puesta en marcha de las instalaciones, de los que 11,8 se destinaron a la obra de construcción y urbanización de los terrenos y los 2,6 restantes al equipamiento y la dotación de personal. La infraestructura consta de dos edificios unidos por un gran patio con zonas ajardinadas. El primer edificio está destinado a usos administrativos y cuenta con una sala de conferencias para impartir seminarios, congresos, jornadas, cursos y encuentros profesionales.

El segundo edifico, distribuido en seis plantas, es el destinado al uso archivístico. Cuatro plantas están dedicadas a las zonas de depósitos documentales con una capacidad de 40.300 metros lineales de estanterías compactas que optimizan la custodia y la gestión del espacio.

La planta semisótano está dedicada a las zonas de recepción de la documentación donde se realiza el trabajo de tratamiento documental, es decir, la recepción de documentación, organización de fondos y clasificación. Esta planta cuenta con salas de informática, reprografía, restauración, y encuadernación. Por último, la planta baja dispone de una sala de consulta, donde se puede acceder a los fondos del archivo, y una sala de difusión cultural, destinada a exposiciones permanentes y temporales.

El proyecto se planteó en el año 2009, pero no ha sido hasta ahora que ha podido abrir sus puertas por varios retrasos y defectos en la infraestructura. Estos problemas evitaron la recepción del centro en el año 2015, porque «no vas a abrirlo para cerrarlo al día siguiente» y solucionarlo, justificó la consejera de Cultura, que instó a quedarse con la «noticia positiva»: su inauguración y puesta en marcha. 

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