El bar de Mérida que tiene pinchos para los perros

No hay nada como encontrarse con jóvenes que sienten verdadera pasión y vocación por su oficio, por la gastronomía. Yeilen Orozco y Félix Pedrera, una pareja amante de los animales, acaba de abrir en la calle Antonio Machado de Mérida un bar, Semper Fidelis, que ofrece a los clientes de cuatro patas pinchos, pasteles, tartas... Un establecimiento donde pueden consumir tantos personas como sus canes.

Aquí las mascotas se pueden dar más caprichos que Pancho, el perro de la lotería. «Todas las elaboraciones están hechas con ingredientes naturales y sin azúcares, sal, harina, leche... Son bizcochos sin dulces y los dueños no tienen que temer las caries para sus perros. Nos gusta trabajar mucho con la manzana y el plátano. También disponemos de bocados salados como carne de pollo, vacuna y pescado. Utilizamos zanahoria, remolacha, patata cocida y luego decoramos la comida», cuentan. Orozco y Pedrera reciben a sus clientes con sonrisa de anfitriones y confianza familiar. Ambos buscan que el negocio deje su sello en la hostelería.

Patxi (raza rottweiler de cuatro años) se muestra inquieto pero obediente y espera impaciente su pincho. Se relame y no para de mirar a los camareros. Este perro es el principal culpable de que Yeilen y Félix decidieran incluir los aperitivos para canes en su carta. «Hace un tiempo, Patxi se lanzó por el balcón de un tercer piso. Pero gracias a una vitalidad desbordante consiguió tirar adelante. Y su amor hacía él nos hizo sumergirnos de lleno en esta aventura», explican los propietarios del establecimiento.

Finalmente llega el aperitivo para Patxi que le dura apenas un suspiro. Sus dueños intentan a duras penas dosificar el snack para la sesión de fotos con El Periódico Extremadura. Los suculentos bocados se dan de forma gratuita tras una consumición aunque en breves les pondrán un precio más que razonable. La oferta del bar se completa con unas ricas pulguitas y tostadas que representan a la perfección su cocina: creativas, nutritivas, generosas y vinculadas a los productos de la tierra.

Las tostadas gigantes de Mérida