Opinión | La curiosa impertinente

Ser de izquierdas

Contaba Jorge Bustos ayer que un señor de edad le reprochaba que fuera de derechas siendo tan joven, lo cual puede tomarse como una asunción de todos los tópicos al uso, según los cuales la izquierda es idealista, romántica, generosa y solidaria, virtudes que se le atribuyen a la juventud, falsamente o no, que anda que no hay jóvenes egoístas, y lo de ser de derechas es de señoras cargadas con collares de perlas al más puro estilo Buñuel o de barrigudos con habanos en sus insaciables labios al más puro estilo antisemita al que no hace tanto se apuntaba Pedro Sánchez.

Pero hay otra lectura para el pretendido reproche, consistente en considerar el ser de izquierdas como una cuestión coyuntural, algo similar a un acné,  un sarpullido feo que se cura con la edad, o incluso un estado de deseducación que se supera con estudio, información y conocimiento de la historia. Uno puede permitirse el lujo de ser de izquierdas mientras es joven, o mientras le dura la ignorancia propia de una juventud vaga o indocumentada.

Sería esta apreciación bastante grosera, pues la historia demuestra que ha habido gobernantes progresistas, en el verdadero sentido del término, no el que se apropian quienes se atribuyen ahora el asalto del cielo, que han conseguido grandes logros. Todo depende de la sabia distancia que hayan sabido guardar con el fanatismo, el sectarismo y el despotismo. Una, que es de derechas desde que se recuerda, defiende la necesidad imperiosa de una izquierda moderada, sensata, equilibrada, documentada e ilustrada. Por eso lamenta esas encuestas que predicen que en Extremadura Vara para gobernar necesitará a Podemos. Ya se han visto los estragos de esa coalición en el gobierno central. Sería desastroso que se replicara en nuestra comunidad.

Un último apunte. Con sonrojos de beata ha aceptado el PSOE sanchista, escorado ya a un populismo ridículo, el apoyo del PP para paliar el desastre del Sí es sí. Cuestiones técnicas, erratas, ¡semántica! ¿Sabrán estos ilustres legisladores que la semántica es la ciencia del significado? Pues eso.

*Profesora

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