Opinión | A la intemperie

El informe del Club Senior

¿Hasta cuándo los gobernantes nos tomarán el pelo con lo del tren?

Mal cuerpo. De eso estoy seguro. Ando acatarrado. O resfriado. O griposo. Vayan a saber los médicos, si es que saben. No tengo ganas ni de desayunar (debe ser grave). De salir a corretear las calles, ni hablamos. No tengo aire ni para escribirles. Lo cierto es que siempre he tendido a flojo… Aun así, cumplo. Les escribo sobre el IX Informe de la Situación del Ferrocarril Badajoz-Madrid presentado por el Club Senior esta semana. Así, de entrada, para no jugar con las cartas marcadas, les reconoceré que soy socio de tan benemérita agrupación. No obstante, si a lo de flojo le suman que nunca he sido demasiado listo, concluirán conmigo que soy socio sin mérito alguno que lo justifique. No es el caso de mis doctos y esforzados compañeros. Pero centrémonos en el informe antes de que los temblores me devuelvan al lecho.

Al tren. El tren es, en Extremadura, un pedacito del problema, aunque, a veces, parezca el problema entero. Nos quedamos sin el Ruta de la Plata y aquí seguimos. Seguimos sin tren a Madrid y medio vamos y medio venimos. Les diré, por si fuera conveniente recordarlo, que el tren rápido -ave o avecilla- solo tiene sentido si une Lisboa con Madrid. Convendría no desenfocar, a ver si, además de tren, vamos a necesitar gafas. Somos, en el camino que va de Madrid a Lisboa, pocos hasta para pedir.

Hace treinta años el asunto me ilusionaba. Tener un tren cohete de Badajoz a Madrid era lo más. No digo que ya no lo sea, digo que a mí ya no me ilusiona. ¿Por qué? Porque no lo veré. Y porque me han mentido tantas veces que ya no oigo. Yo, además de flojo y no muy listo, he sido crédulo. De esto último creo que estoy curado. Y más después de leer el informe del Club Senior. Que hasta 2033, si no hay nuevos retrasos, no habrá tren rápido a Madrid. ¡2033! Y yo que pensaba que lo inauguramos el año pasado… Que el tramo entre Plasencia y Talayuela es improbable que esté electrificado antes de 2028. Que de las estaciones de Plasencia, Mérida, Cáceres y Badajoz, nada de nada. Y lo más increíble, que el tramo entre Talayuela y Madrid está exactamente como estaba en 2003: ni se sabe por dónde discurrirá, ni cuándo estarán las preceptivas declaraciones impacto ambiental.

¿Cómo es posible que quienes nos gobiernan nos hayan ocultado la verdad de manera tan grosera?

Sea como fuere, es de agradecer que aún haya héroes en España. Me refiero a los redactores de este informe. Héroes que dedican su tiempo y sus conocimientos al bien. En esto del tren se repiten lugares comunes en espiral. Nadie sabe nada sino las medias verdades con que nos intoxican las autoridades. Al menos hasta que llegaron ellos, los del Club Senior, en concreto, Don Norberto Díez y Don Antonio González, ambos ingenieros de caminos, canales y puertos, ambos jubilados, ambos beneméritos. Sin ellos, sin sus pesquisas sobre proyectos y obras, seguiríamos en las tinieblas de la mentira. Ellos, ellos frente al dragón.

¿Y si las tremebundas afirmaciones del informe no fueran ciertas? Entonces las administraciones responsables del trenecito deberían demostrarlo. De momento callan; será que no les gusta el retrato que les han hecho. Mejor se esconden hasta que pase la tormenta (y las elecciones).

Y lo más triste… ¿Cómo es posible que quienes nos gobiernan nos hayan ocultado la verdad de manera tan grosera? ¿Cómo es posible que quienes administran nuestro voto y nuestros cuartos nos mientan con tanto descaro? Radicalmente imperdonable. Ahora vendrán las elecciones. Los del Club Senior no se presentan. Los que, cuando les conviene, organizan excursiones a Madrid con el autobús y el bocadillo pagado, sí. Pero ellos no son la solución, ellos son el problema. Ustedes verán. Me vuelvo, con su permiso, a mi coche cama.

*Abogado

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